Disco nuevo vida nueva. Así es la cosa para Las Bodas Químicas: el cantante y guitarrista José Lavallén, el baterista Nicolás Daniluk y el bajista Andrés Tersoni. Para su segundo disco, Juguete de Troya, volanteado por Ale Vázquez desde la producción artística, el trío se plantó con su idea. Lo querían concreto y directo, con menos capas y canales. “El primero lo grabamos por separado. Para éste queríamos otra cosa, porque en el medio hubo una bocha de shows y todo nos llevó a esto. Queríamos calidad de audio y un productor con experiencia. Se acercó mucho a lo que queríamos y pasaron cosas que no planeamos, lo que superó las expectativas”, cuenta José.

Juguete de Troya definió el vuelo artístico del trío: reafirmaron los puntos fuertes del primero y abrieron nuevos caminos. “Teníamos ganas de reforzar lo que nos gusta y proponer algo nuevo. Queríamos un disco que definiera las cosas, que fuera nuestro Nevermind o Acariciando lo áspero. Las expectativas eran encontrar nuestras identidades después de haber rodado tanto.”

José y Nicolás llevan más de una década y media pateando juntos en el rock. Antes de Las Bodas Químicas fueron parte de The Keruza. De aquel grupo se desprendía una versión más acotada, un trío, que hacía música instrumental: Keruzones, con el que supieron girar por todo el planisferio. “Hicimos un montón de viajes. Fuimos a Europa un montón de veces e hicimos temporadas, en España, Alemania, Holanda. Entre las dos bandas sacamos un montón de cosas que terminaron desembocando en Las Bodas Químicas.”

Después de tantos años rodando y tanto escenario pisado, ¿encuentran espacios para el rock?

–Está complicado. Siempre hubo épocas donde por la coyuntura de un gobierno o la situación se complicó. Pero en momentos difíciles, cuando la mano no es favorable para los que menos tienen o los que están al margen, surgieron cosas buenas. También para los artistas. El underground muchas veces está arrinconado, casi preso o a punto de morirse, pero nunca muere. Siempre está ese caldo donde se generan las cosas que van a recambiar. Eso me parece que está recontra vivo, con buena salud. Después lo que tiene que ver con leyes, espacios, estructuras de gobierno y contención cultural está más difícil que antes.

¿Qué se puede hacer ante eso?

–Habría que ponerle paciencia y luchar en la medida de lo posible. Nico está en la UMI, le damos bola, estamos ahí. Tratamos de llevar lo nuestro para adelante. Nos gustaría que hubieran muchos más lugares para tocar y que no se cobre a las bandas por ser soporte de otras, que es nefasto. La tranza, el negocio, la mafia, están en todo, y esto no es la excepción. Pero la obra, al fin y al cabo, se abre camino. Siempre nos pudimos enterar de lo que estaba bueno y lo que tuvo que llegar, llegó. Si tiene que pasar, pasa. Hay que confiar en eso y darle para adelante.

* Viernes 14/4 en The Roxy Live, Niceto Vega 5542. A las 19.