Con la voracidad habitual desplegada sobre el campo de juego, River asumió la iniciativa desde el inicio, con la banda derecha, a partir del tándem Montiel-Suárez, como vía de ataque predilecta. Con dos remate de Nicolás De la Cruz y de Zuculini, y un par de balones cruzados, el local alcanzó a inquietar.

Presentando batalla a partir de que River pasó la mitad de campo, con concentración, los de Sarandí incomodaron a los de Gallardo, que perdieron a una pieza importante promediando la primera parte: Angileri sufrió una lesión muscular y debió ser reemplazado por Miltos Casco.

“Paciencia para entrar, pero con la pelota ágil”, le pidió Galllardo a Javier Pinola, imaginando el camino hacia el gol. El uruguayo De la Cruz, con un tiro libre venenoso que convocó a la intervención de Gagliardo, y un cabezazo de Rojas estuvieron cerca de ofrecerle la apertura del marcador. Pero la más clara la tuvo Montiel, a los 36 minutos, tras una proyección por izquierda del otro lateral, Casco. El lateral irrumpió en el área, con poco ángulo, y su remate se fue alto y desviado.

River dominó con autoridad la etapa inicial, pero no consiguió traducir esa superioridad en situaciones de gol. Así y todo, mereció marcharse al vestuario en ventaja.

Gallardo apostó fuerte para la segunda parte. Fernández saltó al campo por Zuculini (amonestado), en pos de probar su forma física tras la lesión, y para otorgarle nuevas soluciones al equipo. Al minuto, el travesaño le negó a Borré el 1-0, tras un buen pase de Casco y el centro de Carrascal.

Y antes de los 10, el ex Gimnasia sacó un remate cruzado desde el borde del área y otra vez se escuchó el sonido metálico: palo. Pero Gagliardo no logró frenar el aluvión. Instantes después, Suárez desvió la pelota, Borré no llegó a conectar, el arquero dio rebote y el propio Fernández, en la línea, encontró el gol.

Y a partir de allí, el equipo de Núñez jugó más suelto. Y con más espacios, porque Arsenal debió salir a buscar. Gagliardo volvió a lucirse en un par de oportunidades, pero a los 22, en una contra rápida, Pinola despejó, Fernández soltó el envío largo y preciso, y Suárez vio que el guardameta estaba adelantado y lanzó el globito, que rubricó el 2-0. En el final, Candia alcanzó a descontar para ponerle suspenso a los últimos minutos.