Un paisaje apocalíptico, un cuartel retrofuturista, cabezas parlantes generadas 3D y una cita a Vilma Palma. Eso, recién en los primeros 30 segundos de Calor, el nuevo corte de difusión del dúo porteño Defensa.

Calor es el tercer acto de un año que empezó con Carajo (feat. Sara Hebe) y siguió con Opinion. Siempre entre el rap, el pop, el deconstructed club y el reggaetón. Siempre agudos, satíricos y glamurosos. Tres canciones que, dicen, van a reestructurar todo su vivo.

“Lo que caracteriza a Defensa es una cosa omnívora cultural”, afirman Federico “Furio” y Juan “Garoto”, sus integrantes. “Nos encanta James Blake, nos encanta Arca, pero hoy también miramos las estructuras de canciones de Shakira feat. Maluma”. Para definir su sonido, Furio dice que se siente cómodo con la palabra “pop”, porque el pop es omnívoro por definición: “Pop futurista experimental tercermundista autoproducido y autodiseñado”, esbozan.

La muerte del tabú

“Desde siempre sentimos un poco que éramos los dos contra el mundo”, afirman estos dos freaks amigos de toda la vida, que siempre tuvieron bandas: Furio como cantante, realizador audiovisual y dj; Garoto, como músico que producía y se grababa en su cuarto. Hoy cantan a la par. “Estuvo muy bueno cuando Juan (Garoto) empezó a cantar porque yo tenía muy aprendida una manera de cantar muy Pixies, muy de cantante de rock, no tenía la cadencia de lo que pedía una canción pop, y él me ayudó a desaprender eso”, reconoce Furio.

En los inicios de Defensa, hace tres años, eran djs y productores experimentales forjados en Soundcloud. Así lo recuerdan: “Toda la música estaba chocándose consigo misma, encontrabas mixtapes que enganchaban temas de industrial con reggaetón y remixes tribales de Gwen Stefani. Esa muerte del tabú fue lo más interesante que encontramos en los últimos años”.

A esa internet que los formó, la llaman “El lejano oeste”. Y la extrañan: “Había bandoleros, podías encontrar pepitas de oro. Podías subir un link de un disco de Megaupload, ponerte en contacto con un productor austríaco que te gustaba, e intercambiar. Hoy ya está todo vallado”. Empezar a concebirse como cantantes y músicos los llevó a empezar a mostrarse más, a querer dejar de ser un username. Y cuando decidieron hacerlo, fue con toda: letras, voces, beats, instrumentos, videos, tapas, flyers... Furio y Garoto están en cada detalle.

Los dos consideran que el Defensa actual empezó con Vs, su LP de 2018. Sónicamente, ya no buscaban sonar como sus referentes. “Y líricamente, antes nos metíamos en un personaje mucho más serio, creíamos que el arte tenía que ser sí o sí una reflexión", remarcan. Hoy prefieren ser políticos a través del baile, de la metáfora, de las imágenes, de la poesía.

Vs salió cuando justo estaba explotando el trap. Eso los llevó a medir el proyecto en relación a lo que pasaba a su alrededor. “Sólo hacemos lo que nos hace sentir cómodos. Hay letras que nos salen re bien, tenemos algo que decir, no tenemos tiempo de flexear”, describe Garoto. Y Furio completa: “Nos gusta como flexean M.I.A. o Charli XCX, que usan un lenguaje re de ellas y meten cosas mucho más nerdy. No me parece que la música tenga que ser autobiográfica, pero tampoco puedo cantar sobre tener un Lamborghini”.

Raperos heterodoxos tercermundistas

Su obsesión con lo icónico se deja ver en la identidad visual de la banda en este año: sabiendo que sónica y estilísticamente dialogan con géneros y artistas extranjeros, trabajan a conciencia para argentinizarlos, hasta lograr esa iconografía patriótica en clave pop.

Por eso, dicen, se llevan tan bien con Sara Hebe, con quien compartieron su primera canción de 2020 y de quien son fanáticos, por su capacidad de trazar paralelismos entre sentimientos y experiencias personales, con la actualidad del país.

Muchas referencias explícitas y no tanto, mucho baile, versos rapeados y versos melódicos, un splash de argentinidad y otro de comentario social a la coctelera sacudida con espíritu lúdico: eso es Defensa. “Somos muy fans de todo. Hemos coleccionado gustos propios toda la vida y queremos contarlos por todos los medios”, comenta Garoto.

Siempre están mirando dúos: desde Abba hasta Outkast, o Wisin & Yandel. “Las dos cosas por las que yo muero y mato son Digimon y Abba”, afirma Furio, sin una pizca de duda en la voz. La tarea del productor pop fascina: “Nos gustan cosas muy puntuales de cada cosa. Si escuchás Daddy Yankee detenidamente, te das cuenta de que hay tres voces grabadas a la vez, y hace acentos con cada una”, explica Garoto. Otro ejemplo es Toxic, de Britney: “Ese productor no tiene un disco entero suyo, tiene canciones que hizo para otra gente, tal vez la próxima fue un R&B. Pero escuchás Toxic y tiene violines, mucha espacialidad, podría ser una canción de los Beatles”.