Con un marcado aumento de casos de coronavirus y la amenaza que representa la nueva variante británica por su alta capacidad de transmisión, la situación en Europa es cada vez más crítica. Este domingo, varios países aplicaron nuevas restricciones para detener la propagación de los contagios, mientras desarrollan una de las campañas de vacunación más importantes de la historia.

En Alemania, uno de los primeros países en iniciar la inmunización contra el covid-19, ya fueron inoculadas 338.809 personas, según informó este domingo el Instituto Robert Koch (RKI), ente gubernamental encargado del control de enfermedades infecciosas. 

Sin embargo, en las últimas 24 horas, se registraron 10.315 nuevas infecciones de coronavirus y 312 decesos, lo que eleva las cifras totales a 1,76 millones de contagios y 34.272 muertes, números que podrían ser mayores dado que en días no laborables se realizan menos testeos y algunas oficinas presentan sus datos con demoras.

El país se encuentra entre las diez naciones con más contagios, junto a Hungría y Eslovaquia, quienes decidieron no esperar al domingo 27 de diciembre, fecha en que los países miembro de la Unión Europea (UE) iniciaron la campaña de forma coordinada, y comenzaron a administrar la inyección de Pfizer/BioNTech a última hora del día anterior.

El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, criticó la estretagia de la UE para la distribución de las dosis y se mostró poco "satisfecho" con el "ritmo" de adquisición de vacunas por parte del bloque. "Hay fabricantes cuyos productos ya estaban disponibles antes en Canadá, Reino Unido e Israel que, por ejemplo, en la UE", denunció. Y disparó:  "Nosotros nos estamos ocupando de la red de contactos en el Este, ya que Bruselas no lo está haciendo".

Además se despegó de la campaña mediática contra la Sputnik V que circula en varios países del mundo y manifestó que se trata de una "buena" opción, aunque mantuvo sus reparos respecto a su alcance ya que considera que "probablemente" no haya suficientes dosis en el futuro "debido a las limitadas capacidades de producción", por lo que la fabricada en China parece ser "más prometedora" ya que podría estar "antes y en mayores cantidades".

Francia, por su parte, continúa con el toque de queda, que ante el aumento de casos debió ser ampliado este fin de semana entre las 15 y las 6. En los últimos días, el gobierno francés también se vio enfrentado a una serie de críticas sobre la velocidad de su campaña de vacunación. 

"No hacemos un balance de la política de vacunación en 6 días", expresó al respecto el ministro de Transporte, Jean-Baptiste Djebbari, a la cadena BFMTV. Según indicó el funcionario, el objetivo es inmunizar a 26 millones de personas para el próximo verano, una cifra que duplica la cifra estimada en un comienzo. 

Italia, donde también se registra un aumento de contagios, volverá desde este lunes a la "zona naranja", que permitirá movimientos entre comunas y reapertura de negocios, pero regresará a la "zona roja" el martes 5 y el miércoles 6 durante la fiesta de San Esteban, un tradicional puente turístico en Italia, con el objetivo de restringir las aglomeraciones de personas. 

En el país, que acumula un total de 2,14 millones de contagios y 74.985 decesos por el virus, ya se vacunaron más de 84.000 personas. La semana pasada, el gobierno anunció  que no descarta hacer obligatoria la vacuna contra el coronavirus si "en los próximos meses" la inoculación no alcanza a los dos tercios de población necesarios para pensar en una inmunidad de masas.

En el caso de Suiza, que inicialmente había adoptado una estrategia más laxa contra el coronavirus, el gobierno se terminó inclinando por una estrategia más activa con un mes de cuarentena estricta, para evitar una tercera ola durante las fiestas de fin de año. De hecho, las autoridades llegaron a admitir que subestimaron la situación de la pandemia en el país, que actualmente golpea con más de 4.000 casos y 100 muertes diarias.

"Entre julio y septiembre subestimamos la situación. Pensamos que podríamos mantener el virus bajo control, pero no sucedió", reconoció el nuevo presidente de la Confederación Suiza, Guy Parmelin.

Mientras tanto, en Reino Unido, el primer ministro Boris Johnson anunció este domingo que endurecerá las restricciones aún más para intentar frenar la curva de contagios, que el fin de semana alcanzó un récord histórico de casi 58.000 casos nuevos. Entre las posibles medidas de restricción, adelantó, podría estar el cierre de escuelas.

"Me hice completamente a la idea de que es necesario hacer lo necesario para contener este virus", explicó Johnson en pleno ascenso de la segunda ola y con una nueva variante más contagiosa circulando en parte del país. En total, Reino Unido ya suma casi 2,6 millones de contagios y más de 74.500 muertos por coronavirus.

La variante británica, que ya se expandió por varios países del mundo, fue detectada este domingo también en Portugal. Según el ente público de radiotelevisión RT, se estima que podrían ser 16 personas las infectadas con esta mutación del virus. En las últimas 24 horas, el país registró 3.389 contagios y 73 muertes por la covid-19, lo que eleva los totales a 427.254 y 7.118 muertes, respectivamente.