A una semana de haber iniciado con bombos y platillos el dispositivo de vacunación contra el coronavirus y con la sombra de la segunda ola acechando toda Europa, el gobierno francés aplicó menos del uno por ciento de las 560 mil vacunas recibidas para la primera etapa del combate contra la pandemia.

El hecho fue revelado por un sector de la oposición al gobierno del conservador Emmanuel Macron, que ante la crisis convocó a una reunión de gobierno para analizar cómo acelerar el proceso de vacunación en el país.

"Estamos hoy frente a un escándalo de Estado", estimó Jean Rottner, presidente de la región Gran Este, que está entre las más afectadas por la pandemia .

Si bien Francia comenzó a vacunar el 27 de diciembre en geriátricos, hasta el 1 de enero apenas 516 personas habían recibido la vacuna, en comparación con las más de 200 mil en Alemania en el mismo período, y alrededor de 1 millón en Reino Unido.

Francia recibió 560 mil dosis de la vacuna Pfizer/BioNTech desde finales de diciembre y a partir de esta semana recibirá medio millón de dosis por semana para sus casi 67 millones de habitantes.

Además de ser un país tradicionalmente antivacunas, una de las claves de este lento arranque reside en que el proceso de vacunación en Francia está compuesto de varias etapas. Antes de poder vacunarse, los franceses deben acudir a una primera cita para detectar posibles contraindicaciones y dar un consentimiento informado.

"Hoy en día vacunarse es más complicado que comprar un auto", denunció Jean Rottner, miembro del partido opositor Los Republicanos (LR), quien junto con integrantes de distintos sectores de la vida política francés exigieron una aceleración de la campaña de vacunación.

El 31 de diciembre último, el presidente Macron había advertido que no permitiría que "por razones equivocadas, se asiente una lentitud injustificada" en la campaña de vacunación. Si embargo, el deseo no se cumplió y, ante la cantidad de críticas, convocó una reunión de seguimiento de la campaña con los principales miembros de su gabinete.


Según el semanario Le Journal du Dimanche, el mandatario galo manifestó en los últimos días su descontento por la lentitud en el arranque de la campaña contra el virus. "Estamos a un ritmo de paseo en familia, lo que no está a la altura ni del momento ni de los franceses", dijo durante un encuentro privado.

La orden fue clara: "Estoy en guerra por la mañana, a mediodía, por la tarde y por la noche" y “espero el mismo compromiso de todos. Esto no es suficiente. Debe cambiar rápida y fuertemente", sentenció.

En Francia, la cantidad de muertos por la pandemia superó las 65 mil personas. El portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, anunció ayer una aceleración en la llegada semanal de las vacunas y en la transferencia de las dosis a las residencias de ancianos.

El Ejecutivo decidió también adelantar la vacunación del personal de salud de más de 50 años, que estaba prevista en febrero, pero para muchos estos cambios siguen siendo insuficientes y algunos piden abrir la vacunación a todos los voluntarios.