Tras más de un mes de negociación con el bloque opositor, la gestión de Axel Kicillof logró que la legislatura bonaerense apruebe el presupuesto 2021. La hoja de ruta de la provincia encamina la reconstrucción económica en base a la inversión en infraestructura, con un aumento de 125 por ciento real con respecto al presupuesto destinado en 2019: educación, con una partida 63 por ciento más alta en términos reales respecto a 2019, y salud, con 30 por ciento más de asignación real, son los rubros con mayor incremento. 

El flamante presupuesto determina un Estado activo con un fuerte gasto primario de la Administración Pública No Financiera.  El total presupuestado es de 1.852.414 millones de pesos, mientras que en 2019 fue de 1.721.727 millones: se incrementa en un 7,6 por ciento en términos reales. 

Los gastos de capital, que permiten visibilizar la inversión proyectada en obras públicas, se incrementarán nominalmente en un 300 por ciento en relación a 2019 y 172,9 por ciento en relación al año pasado (la cantidad presupuestada para 2021 es de 174.151 millones de pesos ). "Son incrementos muy considerables, que marcan la orientación de hacia dónde está puesto el énfasis del Presupuesto", explica el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav) en un análisis sobre la ley de leyes. 

Uno de los pilares es la inversión en infraestructura. El gobierno provincial proyecta destinar 1,35 por ciento del Producto Bruto Geográfico, gasto que casi duplica en términos relativos al promedio registrado en el período 2016-2019 (0,87 por ciento del PBG). Dentro de la inversión en infraestructura se destacan, en primer lugar, el gasto de capital en transporte terrestre, que alcanzará los 39.763 millones de pesos en 2021, un incremento de 220 por ciento en relación a 2019. En segundo lugar, el gasto en agua potable, alcantarillado y desagües cloacales, que será de 22.263 millones de pesos, un 404 por ciento de incremento en términos reales en relación a 2019. Los recursos que se aplicarán a vivienda y urbanismo ascenderán a los 15.755 millones de pesos en 2021(177,4 por ciento más en relación a 2019). Los gastos proyectados para 2021 para ecología y saneamiento ambiental serán de 11.864 millones de pesos (suba del 132,4 por ciento contra 2019). Por último, los gastos destinados a suelo, riego, desagües y drenaje alcanzarán los 10.622 millones de pesos en 2021, marcando un crecimiento de 291,5 por ciento en relación a 2019.

En los servicios económicos (donde entran las políticas productivas para las pymes, sector agropecuario y cooperativas) se presupuestaron 147.219 millones de pesos, casi 120 por ciento más que 2019 y 72,6 por ciento en relación a 2020. Los servicios sociales tienen presupuestados 1.167.130 millones de pesos, incrementándose 105,8 por ciento con respecto a 2019 y 36,4 por ciento en relación a 2020. Por último, los servicios de seguridad (195.806 millones de pesos) aumentarán 72,6 por ciento en relación a 2019 y 26,4 por ciento en relación a 2020.

La aprobación del presupuesto se demoró más de lo deseado. El oficialismo requería de un acuerdo con la bancada de Juntos por el Cambio no sólo porque tiene mayoría y quórum propio en el Senado sino que, al incluir un pedido de endeudamiento (de 3,3 por ciento del PBG en pesos), se requería del voto de los dos tercios en ambas cámaras. Para lograr el acuerdo, el ejecutivo debió elevar de 7.000 a 12.000 millones el Fondo de Infraestructura Municipal (FIM) girado a los municipios para la ejecución de obras y un cronograma para el envío de los fondos, para lo cual deberá transferir un anticipo del 30 por ciento antes del 31 de marzo de 2021 y un 20 por ciento adicional antes del 30 de junio.