Las empresas de medicina prepaga redoblaron la presión sobre el gobierno, luego de la decisión oficial de dar marcha atrás con el aumento que había autorizado para febrero. “Si no se actualiza la cuota simplemente no se puede atender a los pacientes. El desfasaje que ha tenido la cuota del sistema de seguridad social es del 54 por ciento. Estos aumentitos están cubriendo parte de eso. Hoy estamos en el 65 por ciento de la cuota”, dijo Ricardo Lilloy, presidente de la Cámara de Empresas de Medicina Privada (Cempra). Advirtió que sin aumentos las empresas "no podrán cubrir los hisopados".

Días atrás, el gobierno dio marcha atrás con la suba de 7 por ciento que había autorizado a las empresas de medicina prepaga. “Por expresa decisión del Sr. Presidente de la Nación se procede a suspender los incrementos que fueran autorizados a las entidades de Medicina Prepaga y a los Agentes del Seguro de Salud”, indicó la resolución 2988/20 del Ministerio de Salud publicada el jueves 31 de diciembre por la tarde. La norma frenó el aumento otorgado por la resolución 2987/20 que había sido publicada horas antes en el Boletín Oficial, la cual decía que “resulta razonable autorizar un aumento general, complementario y acumulativo de hasta un siete por ciento a partir del 1º de febrero de 2021”.

"Lo único que sabemos es que fue una decisión política, pero si queremos ser responsables este tema tiene que ser resuelto en enero porque el sistema no pasa el mes. El sistema tuvo una transferencia de 100 mil millones de pesos en 2020 que se quitó a partir del 1° de enero y sin fondos se nos hace muy difícil subsistir”, dijo Lilloy.

En 2019, las subas autorizadas al sector alcanzaron el 60,7 por ciento mediante ocho incrementos habilitados a lo largo del año, pero en 2020 solo se autorizó un incremento de 10 por ciento en diciembre. No obstante, en el curso del año pasado el sector recibió apoyo estatal a través de los ATP, estuvo eximido del pago de contribuciones patronales y pagó una alícuota menor del impuesto a los débitos y créditos bancarios. Sin la posibilidad de aplicar el aumento de febrero, las prepagas presionan para recuperar las ventajas fiscales.