Arístides Ricardo Álvarez *

Cansado, quizás con un sabor casi de angustia ante algunas críticas al uso de la x en el nombre de nuestra ONG en el término Todxs, para referirnos a todas y todos, me permito escribir estas reflexiones.

Nuestra asociación civil con más de 10 años de trayectoria se denomina “Si nos reímos, nos reímos todxs”. El nombre fue consensuado con algunos docentes y alumnos de la escuela que dirigí muchos años. Uno de ellos me dijo: “Ari, si utilizamos ese nombre quedará muy largo, la @ no podemos usarla por la escritura del dominio en la web, ¿por qué no ponemos la x representando la a y la o de todas y todos?". Me gustó la idea. Luego, años después, vendría el uso del lenguaje inclusivo con la “e”, que confieso no utilizo por una cuestión cultural muy arraigada, de costumbre, pero que respeto y no me molesta en absoluto. Entonces quedó el nombre de nuestra ONG utilizando el Todxs, y así quedó registrado, incluyendo a niños y niñas, adolescentes, jóvenes, profesoras y profesores y mujeres y hombres, sea cual fuere el género que detenten y con el cual se sientan identificados. Y eso para nosotrxs es fundamental porque hablamos de convivencia y eso significa tolerancia, respeto, solidaridad, empatía. Sin dudas bellas palabras que nadie cuestiona pero pocos practican.

Entonces ante la pregunta inquisidora (recuerdo: inquisición, palabra que remite crueldad, crímenes, intolerancia, horror) sobre por qué usamos la x cuando ven el nombre de nuestra ONG sin detenerse a ver qué hacemos, cuáles son nuestros objetivos, por qué nos juntamos más de 20 profesionales y padres de familia, jóvenes y adolescentes para trabajar y apostar a que la “convivencia no es una utopía”, pienso entonces con dolor qué pregunta mezquina, reductora, insidiosa, pobre de espíritu, porque no mira el todo y solo apunta su mirada crítica a la x. Y luego el argumento burlón: “¿Cómo se pronuncia?”, y sino la referencia a la respuesta de la RAE sobre que no hace falta el uso del lenguaje inclusivo.

Me permito argumentar que como docente durante 36 años de profesión y como director de educación media y superior durante 11 años, me parece correcto y justo referirme a alumnas y alumnos, profesoras y profesores, preceptoras y preceptores, padres y madres, hermanos y hermanas, abuelas y abuelos, y no solo a ellos en términos excluyentes masculinos como hemos hablado tantos años. Y al hablar de la RAE como entidad reguladora, recuerdo que la misma fue fundada en el año 1713 en el reinado de Felipe V, cuando aún lxs americanxs éramos una colonia de España, esa España que nos impuso a sangre y fuego su idioma, su religión, sus costumbres, exterminando a millones de pobladores, dueños legítimos de esta bendita América donde nacimos y convivimos. La RAE es la guardiana de la lengua “limpia, fija y de esplendor”, y siempre me pregunto por qué acepta sin horrorizarse (al igual que muchas personas) palabras como “guerra, violación, masacre, holocausto, exterminio, asesinato, acoso, discriminación, humillación”, entre otras tantas. Una RAE que hoy preside el rey español Felipe VI (recuerdo que no respondemos a estos reyes desde hace más de dos siglos), tiene 16 millones de euros invertidos en acciones, fondos y bonos, un director que cobra 65.000 euros y más de 80 empleados que cobran 39.000 euros, que de sus académicos la gran mayoría son hombres (solo 8 mujeres) y los cargos son vitalicios.

Por eso me siento orgulloso de que nuestra ONG, cuya esencia es la convivencia, utilice la x en su denominación, hable de convivencia aceptando a todas y todos, sin importar su credo, su género, su condición social, su origen étnico, sólo por el maravilloso hecho de ser “persona” , su derecho a ser respetadx y no acosadx, humilladx, discriminadx de ninguna forma.

Por eso antes de preguntarnos irónicamente por la x, por favor pregúntense quiénes somos, qué hacemos. Muchas gracias.

*Presidente ONG “Si nos reímos, nos reímos todxs”