El escenario político de la lucha por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito comenzó a moverse en Latinoamérica luego de la aprobación de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en Argentina. Con escenarios bien opuestos, la discusión está en agenda en Chile, donde continúa el debate en el Congreso nacional por la despenalización hasta la semana 14 de gestación y algunos precandidatos presidenciales ya comenzaron a sentar posición sobre el tema, y en Brasil, donde este lunes Jair Bolsonaro aseguró que el Congreso de su país "no aprobaría el aborto y yo, en todo caso, lo vetaría".

Apoyaría un proyecto de despenalización del aborto", adelantó este domingo en declaraciones televisivas Paula Narváez, precandidata presidencial chilena por el Partido Socialista para las elecciones a desarrollarse en noviembre de este año y ex secretaria general de Gobierno durante el segundo mandato de Michelle Bachelet. Las declaraciones de la precandidata llegan en pleno debate por la despenalización del aborto hasta la semana 14, que comenzó el pasado 13 de enero en la Comisión de Mujeres y Equidad de Género de la Cámara de Diputados chilena y continuará este miércoles.

En este contexto, el apoyo a la despenalización de Narváez viene a sumarse al que ya había hecho público el precandidato del Partido Comunista, Daniel Jadue, otro de los principales referentes de la oposición y alcalde de la comuna Recoleta de Santiago de Chile: “Hablemos de libertades: matrimonio igualitario, aborto libre y seguro hasta las 12 semanas, legalización de las drogas, gratuidad en la educación y salud universal, Estado plurinacional e intercultural ¿quién se suma?”, se preguntó Jadue a través de su cuenta de Twitter.

Del otro lado del espectro político, el precandidato Joaquín Lavín, de la pinochetista Unión Demócrata Independiente, miembro del Opus Dei, alcalde de la comuna Los Lagos y ex ministro de Educación -- en pleno conflicto estudiantil de 2011 -- y de Desarrollo Social durante el primer mandato de Sebastián Piñera, anunció que, de aprobarse la ley siendo presidente, la vetaría: “Yo creo en la vida, desde la concepción hasta la muerte natural, un proyecto así yo lo vetaría si fuera presidente”, sostuvo.

En Brasil, Bolsonaro reafirmó su posición ya conocida y no solo afirmó que "el Congreso no aprobaría el aborto y yo, en todo caso, lo vetaría", sino que además dijo que, en Argentina, Mauricio Macri perdió las elecciones por "adherir a algunas de las consignas de izquierda", en referencia al debate en el Congreso por la ley de IVE en 2018, durante el gobierno de Macri. Bolsonaro tiene el apoyo del sector conservador de las iglesias evangélicas. Sin ir más lejos, su ministra de Mujer y Derechos Humanos es la pastora Damares Alves, que el año pasado encabezó un movimiento para evitar que hospitales públicos del estado de Alagoas atendieran el aborto de una niña violada por su tío.