En un nuevo episodio de la lucha contra el aumento del precio del pan, la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, se reunió vía zoom con representantes de la industria del sector de todo el país para trabajar en conjunto y elaborar soluciones a las distintas problemáticas que manifiestan los panaderos pero repercuten en el bolsillo de la población.

En el encuentro, los empresarios manifestaron su preocupación específicamente por el aumento de los costos de harina, aunque también plantearon problemas por el alza de otros insumos que impactan en la estructura de costos, como la logística. 

Español pidió que elaboren un informe detallando la estructura de costos a fin de poder avanzar en soluciones concretas ya que cada provincia o región es distinta y necesita estrategias puntuales. Acordaron que, una vez presentado el informe, se hará una nueva reunión con los equipos técnicos de la secretaría de Comercio Interior, y se avanzará en armar una mesa sectorial con los distintos actores de la cadena.

Productores primarios en la mira

Existe consenso entre panaderos y el Estado: los productores primarios especulan y presionan los precios de toda la cadena.

Del encuentro participaron representantes de distintos puntos del país: Buenos Aires, Mendoza, Misiones, Córdoba, Santiago del Estero, Salta, La Pampa, Catamarca, Tucumán, Capital Federal, Rosario, Ezeiza, entre otros. Los industriales plantearon que “los precios de la bolsa de harina, este insumo clave que producimos en nuestra patria en cantidad suficiente como para exportar deberían disminuir en esta época del año. Por el contrario vemos como aumenta (actualmente a 1900 pesos). Si dejamos los precios sólo en las manos de la especulación financiera, la harina, de íntima relación con la exportación de trigo que hoy se está negociando a futuro a precios desorbitantes, traccionará al precio de la bolsa de harina a 2500 pesos, agravando la situación económica. Además hay que sumarle el aumento del 7 por ciento de la levadura en enero, 18 por ciento en plásticos y papel, y un inminente aumento del precio de la azúcar”.

El conflicto que ahora se trata en las oficinas del Ministerio de Desarrollo Productivo comenzó hace unos días, cuando dirigentes relacionados al sector industrial panadero anunciaron aumentos de entre 10 y 15 por ciento del pan. El desafío para el gobierno resulta mucho más complejo de lo que parece: esta situación se da a apenas quince días del conflicto con los productores de maíz.

Los eslabones que componen la cadena de valor del pan son tres: 

1. Los productores primarios de trigo.

2. Los industriales que lo muelen y convierten en harina.

3. Los panaderos que producen pan y lo comercializan. 

Mientras que los dos últimos eslabones se quejan por el aumento de los insumos, los productores de trigo no liquidan la cosecha. 

Al igual que con el maíz, la escasez de trigo coincide con aumentos de su precio en las pizarras de futuros en el Mercado de Chicago.  "Todo esto pasa porque hoy el trigo se está comercializando a precio de exportación que es de 250 dólares en los mercados internacionales. Habiendo una cosecha 19 o 20 millones de los cuales 6 millones son para consumo interno, no debería venderse a valor internacional lo que se va a consumir internamente", explicó en diálogo con Página 12 José Alvarez, presidente del Centro de Industriales Panaderos de Buenos Aires. 

"Venden el trigo al precio de exportación. Hoy en Rosario, que es una zona triguera por excelencia, está pagando el trigo más caro que en el puerto de Buenos Aires porque no hay. Lo tienen los muchachos escondidos en silobolsas", agregó Gerardo Di Cosco, titular de la Asociación de Panaderos de Rosario. 

Más que un problema de escasez hídrica, aumento de combustibles o falta de incentivos para liquidar por parte del Estado, todo apunta a que el origen del aumento del pan tiene que ver con una especulación muy característica de los grandes productores de granos de Argentina.