El fiscal Aquiles Balbis ordenó detener este martes a Román Moyano, secretario gremial de Smata, que acompañaba a los 23 trabajadores despedidos de la empresa Guerrero Motos. El sindicalista de 38 años estaba con el grupo de cesanteados que se encadenaron frente a la puerta de ingreso, en San Lorenzo, en el marco del reclamo por la fuente laboral. El secretario general de Smata, Marcelo Barros, consideró que se trata de un hecho "insólito" que lo detengan "por defender a los trabajadores". La empresa no fue a ninguna de las audiencias de conciliación convocadas por el Ministerio de Trabajo. 

Barros consideró la detención como un hecho "nunca visto, una injusticia total", dijo. Y lamentó que la empresa "incumplió con todo". En este conflicto, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria y llamó a varias audiencias . Pero los dueños de la firma no asistieron a ninguna. “La empresa no acató la conciliación obligatoria, ni tampoco vino a la audiencia y presentó un escrito denunciando al Ministerio y al gremio. Está claro que no se quieren sentar a discutir porque todo lo que hicieron es ilegal”, afirmó Moyano. “No pueden detener a un dirigente gremial. Tiene fueros. Y la figura de la instigador no se puede creer”, agregó Barros.

Desde Fiscalía indicaron que "trabajadores de la planta ensambladora de motos se encontraban impidiendo el ingreso y egreso al lugar; personal policial se hizo presente, en un momento se observa que R. M. (por Moyano) permanecía allí alentando a terceras personas a realizar el bloqueo del acceso, incumpliendo así una resolución judicial que establece que no se debe bloquear el ingreso a la planta". 

Siempre según el Ministerio Público de la Acusación, el dirigente "había estado presente oportunamente en la audiencia donde además se le había notificado lo resuelto". La causa es por incumplimiento de mandato judicial y turbación de derechos. Balbi se encuentra incomunicado y hoy a las 11 será la audiencia imputativa.