Un total de 38 muertes violentas de mujeres, travestis y trans ocurrieron en Argentina en enero según el último registro de la organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá), de las cuales 26 fueron femicidios y trans-travesticidios. Esa estadística empeora según datos del Observatorio Lucía Pérez, que registró 37 femicidios y 5 transfemicidios-travesticidios en lo que va del año.

En un escenario que arroja números alarmantes, desde el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad dialogaron con Página|12 sobre la importancia de la prevención y la mirada integral a la hora de pensar cómo erradicar la violencia de género, en el marco de un plan que recién comienza y que llevará un buen tiempo afianzar. 

"Este es un impacto de mediano y largo plazo que busca transformar las estructuras sociales y culturales que sostienen los hechos de violencia de género. Esas estructuras se conforman con identidades de género violentas, jerarquizantes, con relaciones entre los géneros de poder, excluyentes y de subordinación", explicó Laurana Malacalza, subsecretaria de Abordaje Integral de las Violencias por Razones de Género del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. 

La semana pasada se realizó en los municipios de Ensenada y Berisso el primer taller de la Campaña Nacional de Prevención "Argentina Unida contra las Violencias de Género", iniciada en noviembre pasado, que forma parte del Plan Nacional de Acción contra las Violencias por Motivos de Género, presentado por el presidente Alberto Fernández y la ministra Elizabeth Gómez Alcorta en la Quinta de Olivos en julio del 2020.

A través de esta Campaña, el ministerio se propone generar y poner a disposición herramientas para la prevención de las violencias por motivos de género en todos los ámbitos, a través de una política pública interseccional y federal que promueva la problematización de los estereotipos, las prácticas y las conductas naturalizadas que reproducen las desigualdades y violencias.

Según detallaron desde el área, se plantea una transversalización de las políticas en materia de género y diversidad en los distintos ámbitos del Estado y en articulación con las organizaciones territoriales y la sociedad en general.

En el caso de los talleres de formación, la idea es realizar actividades participativas para reflexionar sobre los tipos y modalidades de violencias, los estereotipos de género, las intersecciones de distintas formas de discriminación, las señales tempranas para la detección de situaciones de violencia, las masculinidades y los vínculos responsables y diversos. 

Estas jornadas se están realizando en todo el país en encuentros de 5 horas con corte intermedio, donde participan 25 personas en espacios que respetan el Distanciamiento, Social, Preventivo y Obligatorio (DISPO).

"El objetivo es generar políticas públicas que vayan deconstruyendo esas identidades de género hegemónicas y violentas, así como los vínculos entre los géneros establecidos en relaciones de poder", sostuvo Malacalza.

La prevención

"Es la primera vez que el Estado Nacional tiene la política de prevención cómo programa. Empezamos a hacer una serie de capacitaciones sobre acompañamiento en detección temprana de violencias, en lo que es la primera escucha, la puesta en debate de cómo se construyen los vínculos; y en las masculinidades sin violencias, que fue uno de los grandes desafíos que asumimos como ministerio: hablarle a los varones e involucrarlos en las temáticas de género", expresó María del Valle Aguilar, directora Nacional de Políticas de Prevención de las Violencias.

En ese sentido, la funcionaria se mostró convencida de que la prevención "es fundamental para bajar los índices", aunque aclaró que esos resultados se van a percibir "a mediano y largo plazo". 

"Entendemos que para revertir y erradicar las situaciones de violencia es necesario ir al origen, y el origen es la desigualdad que todavía nuestra sociedad sigue legitimando y reproduciendo entre los géneros. Nuestra campaña de prevención va a plantear a la sociedad esa discusión. Todes queremos terminar con los femicidios, los travesticidios y los transfemicidios. Hasta que no vayamos al nudo de la desigualdad no vamos a poder erradicar la violencia de género”, enfatizó.

Los talleres de formación se realizarán durante todo el verano a nivel federal, con el objetivo de capacitar a trabajadores de distintas áreas de gestión, como Deporte, Cultura, Educación, Derechos Humanos, ente otros. 

Si bien por la situación sanitaria estos encuentros tienen un cupo, los talleres tuvieron participación variada de equipos técnicos de todas estas áreas en tres ejes: señales tempranas para la detección de violencia de género, vínculos responsables y diversos y masculinidades sin violencia. 

En estas etapas de formación, cada tema tendrá una instancia de desarrollo conceptual y una instancia de trabajo grupal para poder elaborar de manera práctica los conceptos abordados.

"En este período de verano hicimos una propuesta de realizar 12 locaciones a nivel federal y en cada lugar que lo hacemos lo articulamos con el área local de género, con las redes de organizaciones comunitarias y promotoras", contó Aguilar.

Mar del Plata, Mar Chiquita, San Luis, Entre Ríos, Presidente Perón, Chubut y Tandil son algunos de los próximos destinos, en un esquema donde se propuso la realización de dos jornadas por semana.

Una mirada integral

Otro de los aspectos en los que hacen hincapié desde el ministerio es la necesidad de implementar una mirada integral, más allá de las áreas ligadas a género. "Estos talleres de formación están dirigidos a funcionarios de distintas áreas municipales, no solamente a las área de género. Es clave el compromiso de todes frente a las situaciones de violencia y no podemos pretender que solamente se definan políticas públicas de las áreas específicas", recalcó Malacalza.

En este escenario, la funcionaria señaló que "la transformación social y la cultural son dos dimensiones claves que sostienen las violencias" y que el fin es abordar "cuestiones ligadas con el mandato social, las formas de reproducir las identidades de género, que tienen un eje muy fuerte en reconfigurar las masculinidades violentas".

A partir de este diagnóstico, la subsecretaia de Abordaje Integral de las Violencias por Razones de Género también puntualizó que el plan debe ser acompañado "con otras políticas públicas que se vienen desarrollando en esa mesa de transvesalización de la perspectiva de género".

Asimismo, subrayó que "hay otras dimensiones de carácter más político y económico que tienen que ir acompañadas de una transformación del Estado mucho más presente, que promueva políticas de igualdad en todos los ámbitos, no solo en los específicos desde el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad", para así "trabajar sobre las dimensiones estructurales de la problemática de la violencia de género".

Dentro del abordaje a contemplar, se incluyen los distintos tipos y modalidades que asume la violencia por motivos de género en sus diferentes alcances: institucional, político, familiar, sanitario, laboral, entre otros. Es a partir de esta premisa que proponen reflexionar críticamente acerca de los modos tradicionales de vinculación y su impacto en las violencias de género, para así promover otras formas de vinculación.

Por último, Malacalza catalogó como primordial "territorializar la campaña de prevención de las violencias", ya que "permite poner en marcha y en efectividad la necesidad de articular entre los gobiernos municipales, provinciales y el gobierno Nacional las políticas en materia de prevención, de protección y de asistencia para personas que están en situaciones de violencia de género".

"Esta articulación permite una apropiación de las herramientas para reconfigurarlas en los distintos territorios, donde se las da un formato y la adecuación necesaria para que cada uno de los territorios puedan ir implementando las políticas que se diseñan a nivel nacional", concluyó.