Las apuestas a largo en el plazo en el fútbol argentino -salvo contadas excepciones- son poco frecuentes. Directores técnicos, planteles y hasta la mismísima organización del campeonato sufren modificaciones recurrentes. Más allá de los argumentos, el exitismo es el telón de fondo que se va devorando el día a día y conspira contra los proyectos de bases firmes que puedan mantenerse en el tiempo. Afortunadamente en Banfield pasó algo distinto. Antes de intentar sellar la continuidad de Mauricio Cuero, delantero colombiano que fue una pesadilla para los defensas y tiene contrato hasta diciembre de 2021 o de definir cuál será el futuro de Martín Payero, mediocampista de 22 años codiciado por grandes equipos, la dirigencia decidió “blindar” a Donato, responsable del Fútbol Juvenil y DT de la Reserva, hasta 2024. Su trabajo destacado en inferiores, que permitió que una cantidad considerable de juveniles se asentaran en la Primera División y fueran piezas fundamentales del Banfield finalista, fue el factor desencadenante para esta extraordinaria determinación institucional. El entrenador, que lidera un equipo de trabajo con raíces banfileñas, compartió su testimonio con Página 12.

-¿Cómo tomó esta decisión de la dirigencia de asegurar su continuidad para los próximos tres años?

-Para mí fue una alegría enorme por el trabajo que se viene realizando con todo este grupo de gente desde hace cinco años, si bien nos conocíamos desde antes porque ingresé al club como técnico de la Séptima. Después pasé a ser ayudante del “Tano” (Fernando) Cinto en Reserva, mientras que seguía con la Séptima. Posteriormente pasé a ayudarlo a Fernando como subcoordinador. Me tocó ser ayudante de campo de Ariel Holan en Reserva y luego me llegó el turno de dirigirla solo. Y hace más de cinco años que estoy con la doble función. Sinceramente es una satisfacción enorme que el club esté reconociendo este esfuerzo, nos pone muy contentos.

-En la última temporada 21 de los 28 futbolistas del plantel profesional surgieron de la cantera. ¿A qué se debe?

-Es una realidad muy linda la que está viviendo el club, a partir de la cantidad de juveniles que hoy por hoy nos está defendiendo. Para este grupo de trabajo ver a estos jóvenes pisando el primer equipo, y haciéndolo fuerte y firme, nos marca que cada uno de los entrenadores que los fueron teniendo en las diferentes divisiones les fueron agregando ese granito de arena. Hoy por hoy que el “Archu” (Javier) Sanguinetti los termine de formar y dar la finalización de este proyecto es importantísimo.

-¿Cuánto aporta a la llegada de jugadores a Primera que, además de coordinar del Fútbol Juvenil, sea el DT de la reserva?

-La verdad es que el tema de hacer la doble función es algo que uno quiere empezar a instalar dentro de lo que sería el Fútbol Juvenil. ¿Por qué? Porque va unificado a la idea de lo que uno viene trabajando en el Fútbol Juvenil. Porque a la hora de ir viendo desde tan chicos a los jóvenes uno sabe qué es lo que podrán ir dando y qué es lo que el club está buscando. Entonces unificar la coordinación con dirigir la Reserva es algo que hace mucho tiempo me puse en la cabeza que se podía hacer. Con el diario del lunes es muy fácil decirlo. Pero si no hubiese tenido este grupo de trabajo hubiese sido imposible. Nos delegamos muchas tareas porque no se puede estar detrás de cada problemática cada día. Entonces el equipo se hace muy importante. Juan Cruz Passano es el coordinador de los preparadores físicos. Y también está en la doble función porque es el PF de la Reserva. Fabián Berruti está como ayudante de campo mío en Reserva, dirige la Séptima y además está como subcoordinador de lo que sería la parte más chica (de Séptima a Novena). Miguel “Pico” Robinson Hernández es técnico de la Quinta y también está como subcoordinador de Cuarta a Sexta. O sea, nos repartimos las tareas y desde ese punto de vista se puede hacer hincapié en que es algo unificado el crecimiento que venimos teniendo.

-¿Hay un ADN del jugador banfileño?

-La verdad que sí, el ADN ya fue incorporado desde que Eduardo Spinosa (ex presidente del club) con toda la comisión directiva nos trajo al club en 2013. El ADN se fue gestando a partir de la llegada de nombres que pasaron por la institución, como (Daniel) “El Flaco” Bilos, Miguel “Pico” Hernández, el mencionado Berrutti y en ese momento estaba el “Tano” Cinto. Varios nombres importantes a los que luego se sumaron (Julio) Barraza, (Marcelo) Bustamante. Eso ayudó a bajar un sentido de pertenencia hacia todos los chicos. Desde el cuidado de las instalaciones hasta lo que nosotros realmente queríamos como metodología de entrenamiento y que luego fuimos aplicando. De acuerdo a como pensamos que es el fútbol actual, ya sea nacional e internacional. Sabemos bien que a estos chicos si los preparamos de una determinada manera, a la hora de salir a venderlos, podrán adaptarse al fútbol europeo, al extranjero o al plano local. Esas transiciones de entrenamiento se empezaron a dar. Después las empezamos a ver en el campo de juego, porque una cosa es decirlo y otra llevarlo a la práctica. Que hayan jugado la final con Boca de la manera que lo hicieron, no bajando los brazos nunca y tratando de ser protagonistas desde su juego, es algo muy importante.

-Banfield destinó un piso de 120 millones de pesos al año en el Fútbol Juvenil e Infantil en cada uno de los últimos ejercicios económicos. ¿Cómo podría explicar que esta erogación es una inversión y no un gasto?

-Es como lo planteabas, si una institución piensa que es un gasto hacer un campo de juego sintético, agregar una nutricionista, un psicólogo o diferentes personas para potenciar el fútbol juvenil es un error. Si no lo ven como una inversión, a partir de lo que podrán empezar a sacar rédito el día de mañana es un error. Considerar que un sembrado, un arenado de la cancha, un riego artificial, un cambio de aspersores o la compra de materiales todos los años es un gasto, también es un error. Todas estas cosas van de la mano para que el fútbol juvenil tenga el crecimiento que estamos teniendo. Por eso cada año desde que estamos en la institución nos trazamos objetivos y fuimos apoyados por la comisión directiva. Porque tenemos ambiciones de ir creciendo y de corregir cosas para el bienestar de los chicos. Hoy está a la vista que esos pedidos dieron sus frutos. También tenemos una cantidad de software importante que nos ayuda a contar con una base de datos y que tiene un costo importante. Esto es algo colectivo para que pueda funcionar.

-¿Quisiera agregar algo más?

-Sí, agradecer a la comisión directiva que siempre nos brindó su apoyo. Desde que nos eligieron en 2013 como entrenadores y las responsabilidades que nos fueron dando con el paso del tiempo. Las fuimos asumiendo como tal y se formó un gran grupo de trabajo que está dejando su impronta en nuestra institución y en el Fútbol Juvenil, a partir de esta metodología de entrenamiento que le vamos dando. Y desde el compromiso que cada uno aporta desde su lugar: entrenadores, preparadores físicos, el área de psicología, de nutrición, la utilería y la pensión. Tenemos un equipo desde todo punto de vista. Como decía, con el diario del lunes es fácil decirlo, pero el día a día es muy difícil. Por eso ver los progresos y lo que va sucediendo nos llena de orgullo.


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