"Creo que fue un momento de cambios", dice Paul Greengrass al reflexionar sobre qué lo llevó a hacer su western de la posguerra civil Noticias del gran mundo, que llega a Netflix este miércoles 10 de febrero. Entre 2004 y 2017, el director británico hizo tres películas enormemente exitosas de Jason Bourne, basadas en las novelas de espionaje de Robert Ludlum y protagonizadas por Matt Damon. Hubo otros drmaas a gran escala: la historia de los piratas somalíes Capitán Phillips, con Tom Hanks, y La ciudad de las tormentas, otra vez con Damon. Pero en 2018 dirigió 22 de julio, un relato intransigente sobre el peor ataque terrorista en Noruega, cuando el extremista de derecha Ander Breivik masacró a 70 personas, muchas de ellas niños. Decidió filmarla a pequeña escala y en noruego. Fue su film más intenso en años.

"En realidad eso fue sobre Noruega como una especie de caso a estudiar, sobre cómo lidiar con el ascenso del violento extremismo de ultraderecha; me pareció una amenaza creciente, aplicable a Inglaterra, Europa o Estados Unidos." La experiencia le resultó inquietante. "Te deja pensando cuán oscuro es el mundo, y cuán dividido está", dice. El extremismo de ultraderecha es ahora "una profunda parte de nuestro mundo, tal como vimos hace poco en Estados Unidos", agrega, en referencia al ataque al Capitolio en Washington por parte de partidarios de Donald Trump. "No se va a ir, ni en Estados Unidos ni en Europa."

El realizador de 65 años dice que ser padre -tiene tres hijos con su esposa, la agente de artistas Joanna Kaye, y otros dos de un matrimonio anterior- lo tiene especialmente preocupado por el clima político actual y las crecientes divisiones en la sociedad. "Mis chicos crecen rápido y van entrando en la adultez", dice desde su granja en Oxfordshire. "Es un momento emocionante para un padre. Te sentás y pensás qué clase de mundo les hemos dado. Es algo que te presiona más que cuando son chicos, cuando están con vos y podés cuidarlos."

Con estas preocupaciones pululando en su mente, Greengrass recibió la novela News of the World, publicada en 2016 por Paulette Jiles: una historia ambientada en 1870 en Texas, en plenas secuelas de la Guerra Civil, con la nación profundamente dividida por todo lo sucedido. Decidido a llevarlo a la pantalla, el director se reunió con Tom Hanks, quien interpreta al capitán Jefferson Kidd, un ex soldado Confederado que viaja por los pueblos leyendo las noticias lo suficientemente alto para quienes tengan la voluntad de escuchar. Cuando encuentra a una jovencita alemana, Johanna (Helena Zengel, de 12 años, nominada al Globo de Oro y en carrera al premio de la Academia como mejor actriz de reparto, la persona más joven jamás nominada), quien fue secuestrada por una tribu kiowa y criada como propia, Kidd acepta a regañadientes escoltarla para encontrarse de nuevo con su tía y su abuelo.

"Es una historia de reconstrucción y sobre cómo, en un tiempo de divisiones, estos dos personajes emprenden un viaje juntos. Y su viaje es hacia un lugar en el que puedan sentir que pertenecen", dice el realizador. "Creo que es un viaje en el que estamos todos", agrega. "Creo que, de algún modo, eso es cierto para todos nosotros. ¿Qué vamos a hacer en nuestro país? Está partido a la mitad, ¿no? Creo que la división por el Brexit fue de alguna manera oscurecida por la crisis de la Covid. Pero va a volver a emerger en cuanto la crisis del coronavirus quede superada. Y estaremos en la sombra de una tremenda pérdida y pena, amargamente divididos."

Greengrass se muestra inquebrantable con sus palabras, deteniéndose solo brevemente para gritarle a su perro cuando un empleado de delivery toca el timbre para dejarle un paquete. El director comenzó su carrera en el periodismo, trabajando como investigador para el programa de la cadena ITV World in Action a fines de los '70, función en la que documentó la huelga de hambre de activistas del IRA en la prisión de Maze. Más tarde fue coautor de Spycatcher, el libro de memorias del ex oficial de inteligencia Peter Wright; un libro prohibido por el gobierno de Margaret Thatcher a causa de sus revelaciones de un topo soviético de alto rango en el MI5.

Esa rabia juvenil no se disipó a lo largo de los años. Las mejores películas de Greengrass tuvieron siempre un compromiso político, alardeando de una cualidad urgente, periodística, como Domingo sangriento (2002), sobre los infames asesinatos de 1972 en Irlanda del Norte, que le hicieron ganar un Oso de Oro en el Festival Internacional de Cine de Berlín. Más tarde hizo Vuelo 93, el film sobre el secuestro de un avión de United Airlines el 11 de septiembre de 2001, que le valió un premio Bafta al Mejor Difrector y una nominación al Oscar. El aún cree en la importancia del reporte periodístico. "Creo que el periodismo está en la línea de frente porque su negocio es la verdad", dice. "Y, por supuesto, hay fuerzas poderosas que quieren socavar la verdad o los hechos. Quieren que los hechos sean lo que gente poderosa te dicen que son hechos, y que no lo son en absoluto. Muy a menudo son mentiras."

De todos modos, la pasión a prueba de balas de de Greengrass parece ideal para Noticias del gran mundo, un western lánguido y de hermosa realización (y que nada tienen que ver con el célebre tabloide inglés). "Me gusta el hecho de que es una película forjada de manera más clásica, con un ritmo diferente", señala. El director se inspiró en parte tras contribuir a la misma plataforma Netflix con Five Came Back, film en el que directores contemporáneos reflexionan sobre los directores que sirvieron en la Segunda Guerra Mundial. El eligió a John Ford, un realizador que reverencia. Cuando leyó la novela de Jiles inmediatamente pensó en Más corazón que odio (The Searchers), el clásico que dirigió Ford en 1956, y en el que John Wayne sale en búsqueda de su sobrina, secuestrada por los comanches.

Según detalla Greengrass, en esencia Noticias del gran mundo es "The Searchers en reversa". A pesar de las nuevas lecturas sobre el legado de Wayne -debido a su creencia extrema en el supremacismo blanco-, Greengrass no tiene mayor problema en separar al arte del artista. "Creo que John Wayne era un muy buen actor. Y obviamente una gran estrella de cine, de un tipo muy determinado. Y nunca estuvo mejor que en las películas de Ford", dice. "No creo que puedas poner a Wayne o Ford en el campamento del la extrema derecha actual. Son diferentes clases de personas, ¿o no? Ford era socialmente conservador y quedó enteramente marcado por su servicio en la Segunda Guerra."

La película de Greengrass difiere de los viejos westerns; apenas se ve a los  nativos americanos y no cumple con los viejos estereotipos racistas de Hollywood. ¿Tenía instrucciones de hacer un western políticamente correcto? "No, nada de eso. Nada de eso", remarca. "Soy muy afortunado de haber tenido siempre una libertad absoluta para hacer las películas que hice". Greengrass no necesitó que le dijeran que hiciera una versión sensible y sanitizada del oeste; lo primero que hizo fue a buscar a la tribu kiowa. "Discutimos el asunto y mostraron su apoyo, y les gustó. De hecho les gustó antes la novela, y estaban encantados de hacer algo en la película."

Cuando se le pregunta si hoy es virtualmente imposible hacer westerns auténticos debido a las ofensas que pueden causar, Greengrass presenta sus objeciones. "Hoy no se hacen muchos westerns", dice simplemente. "No sé si eso tiene que ver con la corrección política. Probablemente tenga más que ver, diría yo, con las modas, y también conque es un género cinematográfico quintaesencialmente estadounidense. Y en una era de un cine cada vez más global, probablemente hay una visión de que no es fácil trasladar ese género y lenguaje a otros territorios."

Irónicamente, eso es exactamente lo que puede conseguir Noticias del gran mundo. La película se estrena globalmente en la plataforma de Netflix luego de que la empresa de la N roja llegara a un acuerdo con Universal Studios en el medio de la pandemia. ¿Me hubiera encantado que esta película se viera en una pantalla grande? Por supuesto. Fue hecha para la pantalla grande." De todas maneras, Greengrass cree importante que se estrene ahora, aun con las salas de cine cerradas. "Si creemos en nuestra industria, tenemos que seguir sacando películas. No podés simplemente decir 'Oh, bueno, dejaremos de filmar y estrenar películas durante dos años'. Tenés que creer. Es una expresión de fe en el futuro de nuestro negocio."

Es su segunda película en fila lanzada por Netflix tras 22 de julio, la cual, señala, le dijeron que terminó con "algo así como 40 millones de visionados": según explica, mucho más de lo que hubiera conseguido en el circuito del cine arte. "Eso es increíble, para una película como esa", dice. Como quedó demostrado por la voluntad de la Academia de Artes y Ciencias de incluir títulos que no fueron estrenados en salas de cine en los Oscar de este año, Netflix ya no es señalado como un forastero en la industria. "Crero que todo eso se terminó. Ahora es solo una industria. Y cada vez más. No creo que siga vigente ese asunto de 'ellos' y 'nosotros'".

Dónde irá Greengrass después de esto es algo que está por verse. Su demorado deseo de adaptar 1984, la obra maestra de George Orwell, deberá seguir esperando, con el libro enredado en complicados asuntos judiciales. ¿Y qué hay de otra película de Bourne? El año pasado hubo un spinoff en forma de serie televisiva, Treadstone. "Mirá, yo soy fan de Bourne. Amo esa franquicia, y le deseo lo mejor. Espero que continúe, pero no estoy seguro. Creo que yo ya cumplí mi trabajo con Bourne. Pero espero que siga adelante. De verdad espero que siga adelante."

El director se muestra muy positivo con respecto al estado de las cosas actual en el mundo del cine. "En realidad soy bastante optimista. Tengo que ser honesto, y lo soy. Creo que la crisis de la Covid ha sido existencial. Obviamente, la producción fue interrumpida de manera brutal, y la exhibición ha quedado diezmada. Pero ciertamente creo que en seis o nueve meses estaremos de nuevo en los cines, en gran número." Se refiere nuevamente al Capitán Kidd de su película, deleitando a la gente del pueblo con los asuntos de actualidad. "Somos animales a los que les encanta contar historias, ¿o no? Contamos historias en la mesa de la cocina, o en los pubs o los cafeterías. O en las películas, cuando podemos reunirnos en los cines. Y creo que todos extrañamos eso. Horriblemente. Al menos a mí me pasa."

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.