El ministro de Economía, Martín Guzmán, ratificó que uno de los objetivos del gobierno en materia macroeconómica para 2021 es la reducción de la tasa de inflación en 5 puntos porcentuales en relación a 2020, que cerró con un avance de los precios del 36,1 por ciento. "Debemos lograr establecer un sendero en el cual la inflación año a año se vaya reduciendo. La inflación es un problema para la economía argentina y el año pasado cayó 18 puntos porcentuales frente a 2019. La baja de la inflación hay que hacerla de manera gradual y consistente. En la medida en que se trata de un problema principalmente macroeconómico, se debe atacar con políticas macroeconómicas. Se necesita la gestión del Estado para coordinar expectativas", dijo Guzmán. En este punto, no se refirió a medidas concretas como la suba de retenciones.

El titular de la cartera de Hacienda participó del acto en Tucumán junto al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y su par del Interior, Wado de Pedro, y acompañando al presidente, Alberto Fernández. "Enfrentamos un conjunto de prioridades para la gestión económica en 2021, todas planteadas en pos de lograr la agregación de valor, generar trabajo y tranquilizar a la economía argentina. Esas prioridades son potenciar la recuperación económica y que eso venga acompañado por más trabajo y recuperación del poder adquisitivo, lo cual no solo es un objetivo en sí mismo sino que además es una condición necesaria para la recuperación económica", dijo Guzmán.

Otra de las prioridades establecidas es "que aumenten las exportaciones para que no haya problemas cambiarios". "Claramente potenciar el mercado interno es necesario, pero además hay que generar mayor capacidad de divisas", dijo el ministro, y contó que el equipo económico ya está trabajando en el Presupuesto 2022.

Por el lado fiscal, Guzmán consideró que el tema es de "pragmatismo puro": "El déficit fiscal se financia con deuda o con emisión. Un Estado con déficit es débil. Pero al mismo tiempo, está claro que necesitamos tener un rol expansivo para impulsar la recuperación económica. Esto exige lograr cierto balance y este es el corredor por el cual transita la situación fiscal. Así como se impulsa la expansión, hay ciertos límites, cuidados que debemos tener con la emisión monetaria porque una parte va a buscar divisas y eso pone presiones sobre el tipo de cambio. Y no hay nada más regresivo que un salto cambiario brusco y grande", evaluó el ministro.

"En el año 2020, definimos que la prioridad era mantener los puestos de trabajo y estimular la producción. Por ello potenciamos el rol expansivo, mantuvimos la línea de crédito del 24 por ciento y la tasa de interés por debajo de la depreciación del tipo de cambio. Sabíamos que esto tendría efecto sobre la brecha cambiaria. Ahora hay que ir ordenando. Tener el sendero de impulso y al mismo tiempo poner las cuentas en orden", agregó Guzmán.