Cuando la pelota rodaba en el Mundial de Francia 2019, el reclamo ya estaba hecho: las jugadoras de la Selección argentina se habían agrupado para exigir la renovación del cuerpo técnico encabezado por Carlos Borrello, y la entonces capitana, Estefanía Banini, era la cara visible de esta lucha. “Básicamente, lo que queríamos era que nos acompañaran, seguir creciendo y llevar nuestra bandera a lo más alto. Queríamos seguir aprendiendo con gente capacitada y con conocimientos del fútbol actual, que nos pueda enseñar pero además entender”, dice dos años más tarde desde España, donde hoy juega como volante en el Levante Unión Deportiva. Lo cierto es que desde ese momento, la mediocampista no volvió a ser convocada por el DT del conjunto para vestir la celeste y blanca. Pero el mes de enero terminó con una fuerte noticia: la 10 fue incluida en el equipo sudamericano ideal de la década y fue la única argentina que obtuvo ese reconocimiento otorgado por la Federación Internacional de Historia y Estadística (IFFHS). Entonces las redes sociales explotaron con el hashtag #BaniniALaSelección y ella rompió el silencio en Pibas con Pelotas.

–A pesar de este logro, el DT de la Selección Argentina, Carlos Borrello, no te convocó para disputar la She Believes Cup que se va a jugar en Estados Unidos. ¿Cómo lo tomaste?

– Es lo mismo que pasó hace un año y medio, cuando hizo una lista para los Panamericanos y dijo que no me llevaba por una lesión de rodilla. También se especuló con un recambio de jugadoras, pero gracias a Dios el tiempo está dejando ver que eso no fue así, que tomó esa decisión porque nosotras estábamos peleando por mejores condiciones. De todas formas, sigue siendo una decisión de Borrello y él ya lo dijo muy claro: “Para algo hay un entrenador”. Es muy triste no formar parte de la lista, pero estoy contenta de que el equipo pueda participar de estos torneos, que son sumamente importantes. Después de 15 años con el mismo técnico, ojalá podamos ver la progresión del equipo.

–¿Cuáles eran esas mejoras que pedían?

–Cabe destacar que la lucha del grupo es previa al Mundial de Francia de 2019. Fue en la Copa América que empezamos a luchar todas juntas por mejores condiciones. Las chicas tenían que dejar de trabajar para poder ir a entrenar, peleábamos por los viáticos, por tener mejores canchas. Por suerte muchas jugadoras argentinas estamos saliendo al exterior y conociendo otra realidad, y eso hace que sigamos creciendo. Por eso sentimos que el cuerpo técnico, que ya lleva muchísimos años al frente de la Selección, se está quedando atrás.

– Después de estas diferencias con el entrenador, Chule Bravo, Belén Potassa y Florencia Bonsegundo vivieron una situación similar a la tuya. De hecho, la única jugadora que volvió a ser convocada fue Bonsegundo. ¿Pudiste hablar con ella y saber si va a volver a la Selección?

– Creo que es un tema de ella. Claro está que todas las que fuimos al Mundial opinamos lo mismo y seguimos pensando de la misma manera. Yo respondo lo que a mí me pasaría en su lugar. Es una decisión muy difícil porque estamos convencidas de que hay que cambiar muchas cosas para poder llevar nuestra bandera a lo más alto.


– Y si te llegan a convocar a vos de nuevo, ¿aceptarías?

–Yo sigo pensando lo mismo. Trato de estar siempre entre las mejores, de hacer mi trabajo lo mejor que puedo. No puedo suponer nada porque es el entrenador quien no me llama y no me convoca. Hasta el momento, yo no soy quien tiene que tomar la decisión.

– ¿Alguien de AFA se comunicó con vos? ¿Hablaste con el Chiqui Tapia?

– Sí, pero entiendo que se guía por lo que le están comunicando. El Chiqui Tapia es una persona que está haciendo muchísimo por cambiar el fútbol femenino en Argentina, y eso se agradece. Es un presidente que lo está intentando, estoy muy contenta con los cambios que está haciendo y ojalá sigamos progresando. En su momento se comunicó conmigo, pero él se sigue guiando por la información que le dan.

– ¿Qué creés que le falta al fútbol femenino en Argentina para ser profesional?

– A mí me hubiese gustado no tener que irme de mi país, no tener que dejar a mi familia y amigos para poder vivir de esto. Me encantaría terminar mi carrera en Argentina y que el fútbol sea realmente profesional, pero para que eso pase se tienen que dar muchas condiciones. Hoy las chicas no se pueden dedicar sólo al fútbol, y es una pena porque no todos los equipos tienen a sus jugadoras con contrato para dedicarse a un deporte que te exige estar las 24 horas del día. Es un primer paso muy grande el que ha hecho Argentina, pero esto lleva tiempo. Ojalá podamos seguir subiendo la escalera.

– ¿Con qué soñás de cara al futuro?

–La verdad es que estoy muy contenta en España, estoy muy bien. Vamos segundas en la Liga, así que soñamos con clasificar a la Champions League, que sería un bonito reto para este equipo. Estoy tranquila, tratando de disfrutar del día a día, de jugar a la pelota. Por más que sea nuestro trabajo, no quiero perder esa esencia que me hizo elegir este deporte. Quiero disfrutar de cada minuto que me toque jugar. Y con respecto a la Argentina, sueño con un torneo federal que incluya a equipos de todas las provincias, como pasa en el masculino. Sueño con que las jugadoras del interior no tengamos que irnos a Buenos Aires para jugar un torneo profesional.

– ¿Adónde te gustaría jugar si volvieras?

–Si vuelvo al país, me encantaría jugar en un equipo de Mendoza.

*Sofía Martínez, Florencia “China” Pereiro, Ornella Sersale