Noticias del gran mundo

(News of the World)

EE.UU./China, 2020

Dirección: Paul Greengrass.

Guión: Paul Greengrass, Luke Davies, a partir de la novela de Paulette Jiles.

Música: James Newton Howard.

Fotografía: Dariusz Wolski.

Montaje: William Goldenberg.

Intérpretes: Tom Hanks, Helena Zengel, Tom Astor, Travis Johnson, Andy Kastelic, Elizabeth Marvel, Ray McKinnon.

Duración: 118 minutos.

Disponible en Netflix

8 (ocho) puntos

Es comprensible que un realizador autoral como Paul Greengrass elija un relato reposado luego de la virulencia expuesta en 22 de julio, dedicada al atentado terrorista sucedido en Noruega en 2011. Igualmente, lo de “reposado” es una forma de decir, porque Noticias del gran mundo no esconde aristas incómodas, como el racismo y la intolerancia. Pero lo hace desde la parábola del western. En este sentido, al elegir un género tradicional, el film del director inglés descansa en una estructura establecida. Y como el western es el paradigma, la aventura aparece intrínseca.

Este procedimiento no es nuevo en Greengrass, como lo significan sus películas dedicadas a la saga de Jason Bourne, una puesta al día del relato de espionaje, con adecuadas dosis de nerviosismo. Es decir, el género preexiste, Greengrass lo toma y le agrega matices propios. La adrenalina es uno de estos rasgos, presente en todo su cine, como sucede en Vuelo 93, una de las películas dedicadas al 11-S (la mejor de todas esas películas), pero que debería ser relacionada con el cine catástrofe. En otras palabras, Paul Greengrass es un narrador consumado, que sabe organizar una historia. Y al hacerlo, destila una mirada crítica que no necesita de didáctica sino de acción. Es por eso que su obra está ligada al denominado cine clásico, lo que permite que un título como Capitán Phillips –anterior colaboración con Tom Hanks-, sobre un hecho real ocurrido en 2009, resulte una actualización de las películas de piratas mucho más efectiva y autoconsciente que cualquiera de las entregas de Piratas del Caribe.

En cuanto al western, hay que decir que lejos de ser un género “reposado”, se encuentra históricamente cargado de violencia, linchamientos, balaceras y trompadas. Lo calmo del film de Greengrass descansa, en todo caso, en la manera de entender el relato. Noticias del gran mundo narra la historia del capitán Jefferson Kidd (Tom Hanks), quien tras la Guerra Civil viaja por el país leyendo noticias. Por el camino se encuentra con Johanna (Helena Zengel), una niña huérfana, raptada a su familia alemana y criada por los kiowa. Todo indica que deberá cuidar de ella hasta el reencuentro con sus parientes.

Así, la tarea de Kidd encuentra su parentesco con la de Ethan Edwards (John Wayne) en Más corazón que odio de John Ford. En un plano inolvidable del film de Ford, Wayne levantaba en brazos a Natalie Wood, su sobrina ahora adolescente, raptada de niña por los comanches. Le dice: “Let’s go home, Debbie”. Pero el “hogar” no se adivina fácil. ¿Cómo conciliará Debbie su identidad? En el desenlace, Wayne quedaba enmarcado en la soledad, dirigiéndose ¿a dónde?

A la vez, el Capitán Kidd de Hanks es un poco el Ransom Stoddard de James Stewart en otra obra maestra de Ford: Un tiro en la noche; con sus libros y leyes a cuestas, Stoddard persiste en el orden allí donde las armas imperan. Con Kidd sucede algo similar en su prédica de palabras entre pueblo y pueblo. Pero no se trata de una palabra de fe o de hombre religioso, sino la de alguien que trae noticias de un territorio lejano que no es otro más que el propio país. Situados en 1870, la palabra que trae consigo es la de los diarios, con la posibilidad de discutir sobre lo que no se sabía. Pero hay que advertir que Kidd no lee todo ni todos los diarios, sino que elige cuidadosamente su repertorio en función del auditorio. Su ejercicio es el del orador que sabe cómo valerse de los recursos retóricos que le permitan un fin intelectual y superador: la integración.

Ya la relación entre Kidd y la niña es muestra de una sociedad de procedencias diversas, en conflicto con las tribus indígenas, y supeditada a una organización mayor que atraviesa su crisis tras la guerra civil. El principio democrático está inscripto en el proceder de Kidd -buscar la manera política y comunicacional de llegar a todos por igual- si bien para desempeñarlo hubo de tomar las armas y pelear: una génesis de personaje y de sociedad que es conflictiva por naturaleza; así como le sucedía a Stoddard en Un tiro en la noche, en cuya famosa resolución –“print the legend”- persiste un nudo irresuelto, con la violencia como gesto fundante para Estados Unidos. (A propósito, la cercanía actoral entre James Stewart y Tom Hanks se adivina en este film, así como Zemeckis lo hiciera con Náufrago y Spielberg con Puente de espías.)

En el periplo que Kidd y Johanna recorren se presenta un panorama de país, que no esconde su relación inmanente con los hechos actuales. Como la armonía rara vez sucede, hay que trabajar para lograrla. En algunos casos, lo que aparece es la concreción del infierno, a partir de la potestad de quien se erige como señor y dueño de las vidas e ideas de todos: un retrato despiadado de la película hacia la extrema derecha. Llegados a ese punto, es notable el proceder de Kidd en la inoculación de las palabras en su auditorio. No se trata, como se decía, de alguna prédica religiosa capaz en su jerga de enfrentar al maligno con rezos y silencios sino, antes bien, del uso público de la palabra y su apertura de consciencia.

El otro rasgo fundamental es el afecto entre Kidd y Johanna. Las palabras kiowa, alemanas e inglesas, que Johanna articula dicen todo respecto de ella, mientras el capitán desoculta su propia historia, su vida familiar y sus dolores. Entre ellos crece una complementariedad que es lo que anima a la aventura. Porque se trata también de una película de peripecias, en donde los ingredientes del western no faltan: tiroteos, persecuciones, carretas y horizontes. Noticias del gran mundo retoma esta tradición y logra un film encantador, que no se priva de las angustias necesarias, las que significan peligros y la puesta a prueba de uno mismo.