El Carnaval conserva algo de lo que extrañamos actualmente en las canchas argentinas: el papel picado y las serpentinas que son un homenaje encubierto a los papelitos y rollos de máquina que se arrojan en los partidos, la alegría de la gente, los bombos, cornetas devenidas en “vuvuzelas” a partir del Mundial 2010 y, por supuesto, las canciones con raíces carnavaleras comenzando con el famoso “Siga, siga el baile al compás del tamboril…”

La hinchada de Boca, que se autodefine como “la mitad más uno, el Pueblo y el Carnaval“ canta siempre:

“Carnaval toda la vida y el Xeneize la pasión.

Si no te veo, se me parte el corazón”

Los Borrachos del Tablón, barra emblemática de River, también se asocia a la fiesta de Momo y la evoca, con una recordada melodía del Carnaval de Río:

“Mamá yo quiero… Mamá yo quiero, mamá…

que gane River y todo el año es carnaval”

Las demás hinchadas también tienen presente esta fiesta que hoy celebramos. La Guardia Imperial, de Racing proclama en uno de sus cánticos:

“Vamo’ Academia, vamo’ a ganar

y Avellaneda todo el año es carnaval”.

También de Avellaneda, pero de la vereda de enfrente parte el canto de la barra de Independiente:

“Siempre voy descontrolado y copamos en todos lados

con el bombo y las banderas ya comienza el carnaval”.

La Gloriosa Butteler, de San Lorenzo, establece una declaración de principios al ritmo del bombo:

“Yo soy de San lorenzo y no puedo parar:

Boedo es una joda y es un carnaval”.

Lo que nunca falta en el fútbol diario que nos toca vivir son los disfraces. No todo el año es Carnaval pero sí todo el año tenemos que asistir a una fiesta de disfraces permanente.

La Liga Profesional de Fútbol, sin ir más lejos, pudo disfrazar de “Copa Maradona” a su improvisado campeonato para obtener cierta importancia. Ahora, sin poder llamarla así, el torneo pasa a ser como Cenicienta después de las 12. Volverá a su ropaje original y a su anodino nombre de “Copa de la Liga Profesional”.

La semana pasada el Defensores de Pronunciamiento se adelantó a los carnavales y se disfrazó de “Pronouncement Defenders” para jugar la Copa Argentina frente a River. Pero no le alcanzó, se volvió a Entre Ríos con una goleada.

Y hablando de River, mientras Gallardo tira papel picado de felicidad por la llegada de refuerzos, el Monumental está próximo a estrenar su valioso traje de césped sintético y alta tecnología para disfrazarse de estadio europeo.

Para finalizar, Peligro de Wolf deja de disfrazarse de columna seria, para regalarles algunos dialoguitos futboleros vinculados al Carnaval que no sabemos bien cuándo sucedieron, pero que sí tuvieron lugar en un vestuario, entre un DT careta y sus poco inspirados jugadores que convirtieron a su equipo en una murga:

-García, tu habilidad me hace acordar al Carnaval de Tierra del Fuego

-Pero si ese carnaval no existe

-¡Justamente, López, justamente!

-González, usted me recuerda al Carnaval

-¿Porque reparto alegría, Profe?

-No, porque no hace un pomo.

-Vea, Musupappa: El club está organizando sus carnavales y tenemos un disfraz para usted, para que esté irreconocible…

-¿De qué me tengo que disfrazar?

- De jugador talentoso.

-Venimos de tres goleadas seguidas, señores. Aprovecharemos los carnavales para a disfrazarnos de “equipo del futuro”

-“Con futuro”, dirá, Profesor.

-No, del futuro. En el presente no le ganamos a nadie.