Oscuro y brillante. Dos fuerzas opuestas que se complementan. Hay varias definiciones posibles sobre el yin yang. Cobra Kai (Netflix, YouTube) es uno de los acercamientos más efectivos y entretenidos a ese ancestral concepto del taoísmo. Por la rivalidad entre Daniel LaRusso y Johnny Lawrence, obviamente, pero también por la temática del bullying. Aquí el acosador puede volverse acosado –y viceversa–. Miguel, Robby, Samantha y Hawk conviven con esta clase de golpes, miradas molestas, comentarios fuera de lugar, mensajes virales. Y esta nueva camada de pibes y pibas adeptos al arte de la piña-patada-piña son centrales en la reinvención de la saga de Karate Kid.

"Cada temporada es un caos", define Mary Mouser, quien encarna a Samantha, la hija del personaje de Ralph Macchio. "Tiene momentos muy bellos sobre las enseñanzas de Daniel con Robby o Johnny con Miguel, y el resto es caos. La dinámica del tipo bueno y tipo malo, y que el West Valley esté signado por el karate desde hace décadas, es lo que hace tan divertida a la propuesta", le asegura a El NO.

"Los creadores fueron muy buenos en eso de generar un área muy difusa entre el bien y el mal, y lo mejor es que se muestran las motivaciones sobre por qué actúan así", agrega Jacob Bertrand, quien compone a Hawk, uno de los personajes más icónicos por su peinado mohicano y los contraluces de su personalidad. "Eso es lo que más me gusta del programa: no hay ni un mal tipo... excepto quizás por John Kreese", suma Xoxo Maridueña, a.k.a. Miguel.

Robby (hijo de Johnny) y Samantha (hija de Daniel) encarna la refundación del Miyagi-Do

Identidades escurridizas

Si la primera temporada sirvió para "encerar y pulir" el relato, y la segunda agitó como la técnica de la grulla, ¿qué hubo en su tercer arco? "En lo que respecta a Miguel, esta tercera temporada fue una poderosa patada en el culo", sentencia Maridueña. Y razones no le faltan. Al final de la segunda, el discípulo del dojo de la serpiente venenosa había acabado en el hospital tras una batalla campal y con grandes chances de no volver a caminar. ¿El responsable? Nada menos que Robby, hijo de Johnny y protegido de Daniel.

Para Samantha (dice Mouser), estos episodios resultaron "una patada pero por detrás", porque su personaje debió "reaccionar a lo inesperado". Y Hawk, quien en sus comienzos era un pichoncito al que molestaban por la cicatriz en su labio, se transformó en un adepto a eso de golpeá primero, golpeá fuerte, sin misericordia. "Si tuviera que definirlo con un movimiento, diría que es un codazo en la cara. Lo ves venir. Sabés que va a pasar pero no vas a poder librarte del golpe. Hawk pasó de víctima a muy agresivo. No hay un solo personaje que tenga una definición específica", explica su intérprete.

¿Y que hay del Señor Miyagi? ¿Qué le preguntarían al viejo nipón y gran sensei estos nuevos aprendices de artes marciales? "Miguel querría saber quién fue el que realmente inició la pelea entre Johnny y Daniel", asegura Maridueña. Samantha, por su parte, buscaría "encontrar el balance" en las enseñanzas de Miyagi. "Y Hawk lo retaría a pelearse, perdería y luego seguiría por el resto de sus días", lanza Bertrand.

Hawk y Miguel entrenan con Johnny en la nueva etapa del dojo Cobra Kai

Comunidad transgeneracional

Otro logro de Cobra Kai es su diálogo con la cultura pop ochentosa pero sin quedar atrapada en el lodo de la retromanía. Obviamente, no faltan los guiños y con bastante sentido de la autoridad, a esa década. Ahí están las referencias a la propia película, la estética fosforescente, la efervescencia y ampulosidad. Ahí está la escena en que Miguel asiste a un concierto de hair metal junto a Johnny Lawrence.

Mención aparte para Leo Birenberg y Zach Robinson, quienes decodificaron el ADN de ese espíritu con la música incidental de la serie. ¿Pero cuál es el soundtrack definitivo de Cobra Kai? "De lo que hemos aprendido, tiene que ir por el lado de Van Halen o Led Zeppelin, con una vibra de rock de la vieja escuela, pero que puede pasar de generación en generación", expone Maridueña.

Cobra Kai ya tiene asegurada una cuarta temporada, y se rumorea que llegarían hasta la sexta. Para los creadores de la serie (nacida en You Tube Premium y ahora parte de Netflix) era esencial introducir nuevos personajes que simbolizaran distintos tipos de adolescentes. El reto estaba en dar con el elenco justo y que la audiencia los aceptara. Por una cuestión de edad, ninguno de los elegidos había visto la saga cinematográfica, y se sorprendieron de las reacciones ante el fenómeno.

"Ralph (Macchio) y William (Zabka) son los mejores tipos con los que podés trabajar. Es surreal porque estás expandiendo lo que hizo una saga que se metió en el corazón de toda una generación y ahora nosotros somos a quienes les pasan la antorcha. Solo conocía las escenas clave –el golpe en la rodilla, la imposición de manos, la grulla–, y luego entendí por qué la gente se apasiona por este mundo. Haberla visto siendo parte del proyecto se volvió intimidante y gratificante a la vez", asegura Maridueña.

El actor de 19 años que interpreta a Miguel además tiene una opinión sobre por qué Cobra Kai pegó tan fuerte en una nueva prole. "No sé si hay otro programa qué puedas ver con tus papás y sentirte así de cómodo. Los dos vamos a tener una experiencia muy rica y por motivos muy diferentes. No creo que pase eso con Peaky Blinders o Breaking Bad".

La prueba inexorable de que Cobra Kai ha llegado a una nueva generación está en Internet. WatchMojo ya le dedicó sendos top tens de sus momentos más shockeantes, mejores karatekas y peleas más recordables. El fandom alucina con teorías, predicciones y elucubraciones insólitas como que el color de pelo de Hawk expone su carácter a través de cada temporada. "Me gustan esas fantasías: mi favorita es que Dimitri y Hawk en realidad son amantes", dice Bertrand. "Generalmente son casualidades, pero es muy intenso y divertido ver como conectan e imaginan cosas. El público quiere participar a toda costa de Cobra Kai, y eso te hace sentir muy especial”, cierra Maridueña.