Este miércoles comienza el Selector PRO, taller dedicado a la industria musical organizado por el British Council. Aprovechando las herramientas que brindó el streaming a lo largo de la pandemia, esta edición del evento, de inscripción libre y gratuita, reunirá a especialistas de Argentina, Colombia, Reino Unido y Venezuela. Uno de ellos es Peter Quicke, CEO de Ninja Tune, uno de los sellos discográficos que mejor definió la música moderna británica en la década del noventa.

En la primera jornada de la actividad, Quicke ofrecerá un conversatorio (a las 13:45 hs de Argentina) sobre Cambio climático e industria musical. “Necesitamos hacer campaña ante gobiernos y corporaciones para hacer que todas las industrias sean sostenibles”, explica el entrepreneur inglés. “La música no podría vivir sin el vinilo, el plástico o el spam. Pero tenemos que trabajar para que todas estas cosas tengan un impacto menor o sean neutrales en carbono”.

-¿Por qué un sello discográfico se interesa en este tema?

-Porque todos queremos que nuestras familias, amigos e hijos sobrevivan los próximos 100 años, ¿verdad? Así que todos debemos hacer lo que podamos.

-¿Y qué hace Ninja Tune al respecto?

-Para reducir la huella del carbono, Ninja Tune dejó de publicar CDs en estuches de plástico hace más de 10 años. Las investigaciones demostraron que la contaminación que puede provocar es 20 veces mayor que la de una funda de tarjeta. Además, hoy imprimimos la mayoría de los LPs y discos de 12 pulgadas en vinilos de 140 gramos, en vez de 180. Por cada soporte físico que hacemos (vinilo, CD o casete), invertimos en compensaciones para equilibrar la huella de carbono de la fabricación y distribución. Por eso participamos en proyectos de plantación de árboles.

-Hablás de los productos. ¿Qué pasa con los lugares donde se generan?

-La electricidad de la oficina de Ninja Tune en Londres proviene de fuentes cien por cien renovables, al igual que la de nuestra sede en Berlín. Los pedidos por correo están empaquetados con papel, cartón y cinta reciclados y reciclables. El plan de pensiones predeterminado para los empleados de Ninja Tune es el mismo de los líderes de sustentabilidad proporcionado por Royal London, que no invierte en combustibles fósiles. Siempre que sea posible, los viajes de negocios los hacemos en tren. Solicitamos a los proveedores sus políticas de sostenibilidad. Estamos trabajando en una campaña para animar a todos los sellos discográficos a pedir a las plantas de impresión de discos que sólo utilicen electricidad de fuentes renovables. Pero quizás lo más importante es que estamos haciendo campaña para un cambio de sistema.

-¿La industria musical británica es consciente de la importancia de cambiar su estilo de trabajo para no seguir dañando el medio ambiente?

-Gran parte de la industria lo sabe: tenemos que seguir trabajando para movilizar a más personas hacia la acción.

-¿Existen políticas estatales en el Reino Unido que aborden esos aspectos?

-No. Pero vendrán pronto, con suerte.

-Si bien nadie estaba preparado para una pandemia, ¿te sorprende que una de las capitales de la cultura pop, como es tu país, haya mostrado su vulnerabilidad?

-Gran Bretaña es vulnerable. En parte porque se nos engaña al hacernos creer que somos una gran nación. Pero en realidad somos un país pequeño. Necesitamos aprender un poco más de humildad y trabajar más duro para cooperar con otros países. Los gobiernos del Reino Unido de los últimos 12 años no invirtieron lo suficiente en servicios de salud y previsión social, y necesitamos más socialismo real en nuestro sistema de gobierno.

-En 2020, se celebraron tres décadas del nacimiento de Ninja Tune. A pesar de que fue un año atípico, ¿hubo festejo?

-Habíamos planeado una gran serie de fiestas para celebrarlo. Pero lamentablemente las retrasamos. Tal vez las retomemos el año próximo.

Lo que inicialmente fue la aventura de dos DJs, Matt Black y Jonathan More (el proyecto, aún en actividad, se llama Coldcut), terminó por convertirse en uno de los hervideros creativos británicos de la música electrónica, el nü jazz, el funk y la experimentación sonora. Al punto de que ha sido el hogar de artistas del calibre de Amon Tobin, Bonobo, Actress, DJ Vadim, Antibalas, Kae Tempest y The Cinematic Orchestra, amén de ser uno de los sellos a los que más apoyó el periodista Simon Reynolds.

-Desde su nacimiento hasta ahora, fueron fieles a su eclecticismo musical. ¿Qué características mantuvieron y cuáles cambiaron?

-Nuestra música e ideas fluyen, pero esencialmente todo es lo mismo. Tratamos de lanzar buena música: algunas veces es un poco más electrónica, otras veces es más de club, y publicamos cosas rockeras y también políticas.

-¿Les incomoda que los sigan clasificando como un sello de culto?

-No, eso está bien. Es un cumplido

-¿Qué significado tiene para vos el adjetivo “experimental” en esta época?

-Tantas cosas son experimentales que la palabra casi no tiene sentido en lo que respecta a la música. Pero tiene algún significado, y muchos artistas prueban cosas nuevas y los alentamos a que lo hagan.

-En Argentina, la mayoría de los artistas jóvenes ponen circular sus discos por su propia cuenta. ¿De qué sirve firmar con un sello en este momento?

-Un sello discográfico puede aportar mucho trabajo y cuidado para apoyar a los artistas que hacen música, y promover su propuesta en todo el mundo. En muchos formatos y canales. Pero, por supuesto, los artistas pueden hacerlo ellos mismos si tienen un equipo a su alrededor o son muy energéticos. Sólo estamos tratando de ayudar.

-¿Cómo se establecen las nuevas tendencias ahora en el Reino Unido?

-Este proceso es más democrático que nunca gracias a Internet.

-Al parecer, el post punk vuelve a ser la nueva gran cosa de la música británica. Y para muestra está Black Country, New Road, que es un artista suyo. ¿Estás de acuerdo?

-Aparte de ellos, están Black Midi, Squid, PVA y Goat Girl. Sí, estoy de acuerdo: ¡es una gran escena!