“Si no puedo bailar, tu revolución no me interesa”, escribía la anarquista lituana Emma Goldman felizmente agotada de moverse sobre las pistas de baile y a su vez trabajar para intentar cambiar un mundo patriarcal, violento, odiante y hegemónico. Con el mismo espíritu furioso y festivo, la actriz, modelo y cantante trans rosarina Ayelén Beker, que desde 2017 atravesó la comedia musical, los boleros y los tangos hasta consolidarse en la cumbia participando de programas como Pasión de Sábado y Marchas del Orgullo, acaba de sacar un disco de cumbia rabiosamente bailable y combativa, presentado en sociedad el mes pasado en su tierra natal con la presencia de la increíble e incansable Susy Shock como invitada especial y la conductora y actriz travesti Tati Delacour como maestra de ceremonias. En ese contexto debutó Furia, un primer y muy esperado disco de estudio habitado por ocho tracks que mixturan la cumbia con ritmos de bolero, rap, balada romántica y comparsa, y ya desde sus títulos pintan de cuerpa entera cómo viene la mano y la música de la Beker: “Amor paki”, “Ábranse perras”, “Una noche más sin ti”, “Me gusta ese paki”, “Amor completo”, “En la orilla de mi cama”, “Gracias” y “La nena dinamita”, esta última con videoclip incluido estrenado en la urgencia de la pandemia para bailar y provocar a todo trapo con remeras anti-yuta, todos los colores del arcoíris y mucho sazón latino.

Junto a su banda autogestiva conformada por amigues y luego de un 2020 distópico y bizarro que la propia “Gilda de las travestis” en diálogo con SOY confesó que “como artista la pasé bastante mal, creo que como todos, pero también pasaron cosas re lindas en el medio, aunque la verdad es que fue un año de mierda”, la furia grabada y distribuida en todas las plataformas llegó para coronar la salida a los escenarios de carne y hueso, que arrancó el pasado enero en el Festival Canchera junto a las amigas de Kumbia Queers. Producido por “Productrolas”, sociedad integrada por Mara Prat y Flavio Galarza, las canciones del disco en parte nacieron “siempre del mismo lado, como de una normalidad distinta, así media rara para nosotras las travas”, conjugando melodías y estribillos pegadizos en las que no faltan tópicos como el trabajo sexual, el cupo laboral travesti trans, el día a día de las personas trans travestis, la experiencia de sentirse juzgada en lo cotidiano por la constante y policíaca mirada heterocentrada, los derechos conseguidos y los que faltan conseguir, el amor y el desamor, los sentimientos personales cruzados con enojos y dolores y, por supuesto, la imprescindible furia trava, que necesariamente debía bautizar una placa musical que la recorre del primero al último verso, jamás abandonando la alegría como condimento necesario para la conquista de territorios, de fiesta y de lucha.

“Furia”, de Ayelén Beker, se encuentra disponible para escuchar en YouTube y Spotify.