El acuerdo para fomentar exportaciones de pymes argentinas a China tiene un telón de fondo que es una relación comercial general con una potencia mundial que le da a Argentina beneficios potenciales, aún en este contexto de pandemia. Para el Ejecutivo que conduce Alberto Fernández, China está consolidado como socio económico “primordial” para el país, en todo lo vinculado a comercio, inversiones y financiamiento. Y es de suma relevancia por los volúmenes requeridos de cada producto. 

Los números ya muestran una realidad de años, que pone al gigante asiático como el segundo socio comercial del país. De todos modos, hace varios meses y en buena parte del 2020, también los chinos ocuparon el primer puesto como socios de la Argentina. El intercambio bilateral se quintuplicó desde 2003 a 2019, al pasar de 3.200 millones de dólares a 16.000 millones.

En 2019, China representó el 10,4 por ciento del total de las ventas externas de Argentina al mundo y el 18 por ciento de las importaciones. “El modelo de desarrollo y crecimiento de China en los últimos años creó una gran ventana de oportunidad para nuestro país, dada la fuerte complementariedad entre ambas economías”, cuentan en el Gobierno. Y agregan que “el reequilibrio de la economía china (que seguirá demandando insumos para su crecimiento) y especialmente el aumento del consumo interno, podrá abrir nuevas oportunidades para las exportaciones de nuestro país”.

De todas maneras, aclaran en el Gobierno que se precisa trabajar “en una estrategia de cooperación de largo plazo porque en los últimos años el estancamiento de las exportaciones hacia China junto con el leve aumento de las importaciones provenientes del país asiático, consolidó una posición deficitaria para la Argentina, que en 2017 marcó un máximo de 7.900 millones de dólares”. Naturalmente, la apelación refiere a la visión del Gobierno de Mauricio Macri de relacionamiento parcial con las potencias mundiales. Una economía que por entonces tenía, sin resultados, solo foco en los Estados Unidos y algunas naciones europeas. 

Los sectores potenciales

Fuentes de Desarrollo Productivo dijeron a Página I12 que la soja en todas sus formas representó entre el 40 por ciento y el 50 por ciento de la pauta de exportación de Argentina a China en los últimos años. Y el resto también se concentra en pocos productos de relativo valor agregado: petróleo, carnes, aceites vegetales, moluscos y mariscos.

“Hay un enorme potencial para nuevas áreas de mercado en las que Argentina puede insertarse de manera competitiva. Los productos del complejo agroindustrial entran en contraste con las limitaciones presentes en China, especialmente en lo que se refiere a la poca cantidad de suelo agrícola y la escasez de agua”, aclararon desde la cartera.

De esta manera, esperan que la demanda china por exportaciones argentinas siga expandiéndose en los próximos años. A su vez, el crecimiento de ingresos de la población china abrirá una serie de oportunidades de nichos de mercado en las áreas de consumo masivo, donde productos argentinos con mayor grado de diferenciación (como vino, productos saludables y sustentables, productos de moda, diseño y producción audiovisual, por mencionar algunos ejemplos) podrán encontrar espacio.

Desde el Gobierno, ponen como ejemplo de esto el desarrollo de la cadena del litio para propiciar la producción de baterías en el país. Sobre el tema hay un Memorando de Entendimiento para promover la fabricación de baterías de litio y vehículos de transporte urbano de pasajeros de movilidad sustentable rubricado recientemente con una compañía china. El tema es relevante en el marco de la idea que el Gobierno está impulsando desde lo industrial y parlamentario de poner en valor la electro movilidad, alimenentada por baterías de litio.