Con el inicio del ciclo lectivo 2021, también volvieron los jardines maternales. La pandemia hizo estrágos en el sector y sólo pudieron abrir sus puertas 40 de los 150 que existían en la ciudad de Salta en el 2020. Además, una de las condiciones que se dispuso desde el Comité Operativo de Emergencia local (COE), es que debían inscribir sólo al 50% de la matrícula que tenían para mantener el distanciamiento social en sus respectivos establecimientos. 

La directora del jardín Ángel de la Guarda, Stella Maris Aparicio, dialogó con Salta/12 y contó que el objetivo propuesto para este año es tratar de "mantenernos vivas y vigentes en la actividad" porque "muchos jardines no han logrado salir adelante y han cerrado". Hoy el movimiento de los jardines "es muy escaso" porque muchas familias decidieron no mandar a los niños y quienes sí lo hacen, son aquellos que necesitan dejarlos al cuidado de las docentes por cuestiones laborales.

Al principio de la pandemia existían 150 jardines maternales, encargados de brindar el servicio de asistencia y educación a menores que van de los seis meses a tres años en toda la ciudad de Salta. La cantidad de establecimientos se conoció cuando varias directoras empezaron a agruparse porque no encontraban una solución ante la falta de ingresos económicos que, en su mayoría, se daba por el pago de las cuotas de los menores y que por la situación sanitaria, llegó a reducirse casi al 80%. 

Si bien las dueñas de los establecimientos ya contaban desde febrero con la habilitación del COE, no fue hasta el inicio del ciclo lectivo 2021 que pudieron abrir. Este año iban a arrancar 60 instituciones, pero al momento de hacerlo solo pudieron 40. Algunos decidieron no abrir este año y sí el año entrante. Y están quienes directamente cerraron dándose de baja de la AFIP o Rentas del municipio. "Lo hicieron para no seguir generando impuestos" y seguir sumando a las deudas que aún tienen del 2020.

Una de las principales preocupaciones la manifestaron los padres y madres de los niños. Aparicio dijo que la gran mayoría tenía temor de cómo se iba a trabajar, pero sobre todo con qué cantidad de niños iba a hacerse. A diferencia del sistema escolar obligatorio, los jardines maternales no se organizaron en burbujas y los menores inscriptos, asisten todos los días. Por eso, es que desde el COE local se ordenó que al momento de anotarlos, se cubra únicamente el cupo del 50% de la matrícula que suele tener la institución y así, respetar el distanciamiento social. 

"Tratamos de no volver a la virtualidad y ser positivos, y es por eso, que hemos preparado en este tiempo cada uno jardín de acuerdo a lo que nos dijeron", sostuvo la representante del sector. Al existir la reducción en la cantidad de inscriptos, las directoras tuvieron que "acomodarse" teniendo en cuenta el bolsillo de los papás. Ante ello, aumentaron el montos de la cuotas entre un 20% y 25% para llegar a cubrir gastos indispensables, como el alquiler y los servicios de luz y agua. 

La decisión fue árduamente debatida entre las dueñas porque en un principio plantearon la suba del 50%, pero la situación económica del país, y en este caso, de las familias que acceden al servicio también era crítica. "A muchos papás les han reducido sus horas de trabajo", mostró de ejemplo Aparicio. 

Afirmó que saben que este año no tendrán ganancias porque aún tienen el pago de las deudas que tomaron para el sueldo de docentes, alquileres, servicios básicos e impuestos. En su caso particular, aún adeuda alquileres desde octubre. Sólo 5 instituciones lograron acceder al cobro del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (conocida popularmente como ATP 5 de Nación), y que cubre un porcentaje del pago de salarios. 

En las diferentes manifestaciones que hicieron en el 2020 pidiendo ayuda económica al Gobierno de Salta, lograron reunirse en varias oportunidades con el ministro de Economía provincial, Roberto Dib Ashur. En mayo ya se les había prometido la posibilidad de cobrar algún tipo de subsidio, pero "sólo fueron promesas" porque no terminaron recibiendo ningún tipo de ayuda, aseguró la docente. Una de las razones que se les planteó fue la falta de presupuesto. 

En octubre del año pasado, lo único que se les ofreció como método paliativo eran créditos de 200 mil pesos. Los mismos eran a tasa cero y con un período de gracia de 6 meses. "Ese monto es para un período de reapertura porque no sabemos cuándo volvemos a las aulas", explicó en su momento Aparicio a Salta/12. 

Los jardines maternales solo cuentan con una habilitación municipal para su funcionamiento. Y al no tener relación directa con el Ministerio de Educación, no se encuentran bajo ninguna órbita estatal que los pueda contemplar en medidas inmediatas. No obstante, en octubre del año pasado, Educación habilitó su funcionamiento bajo la denominación de centros recreativos y culturales, y no fue hasta febrero, que volvieron a ser considerados como jardines maternales.