Boca y River igualaron 1-1 en la Bombonera en un Superclásico que fue de menor a mayor, que tuvo goles de Villa y Palavecino, un par de expulsados y que finalizó con una jugada insólita en la que se salvó el equipo local. Así, ambos elencos prolongaron su andar irregular en el torneo. Los de Miguel Angel Russo suman 9 unidades en la Zona B (dos triunfos y tres empates), mientras que los de Marcelo Gallardo tienen 7 en la A (dos ganados, una igualdad y dos perdidos).

Nuevos esquemas

Ante tamaña cita, Gallardo optó por modificar el esquema que viene utilizando habitualmente, con tres centrales y dos laterales. Para visitar a Boca, apostó por incluir en el once inicial al mediocampista Agustín Palavecino para ayudar en el medio a Enzo Pérez, mientras que los cuatro del fondo fueron Milton Casco, Jonatan Maidana, Paulo Díaz y Fabrizio Angileri.

Boca, en tanto no pudo contar con el colombiano Edwin Cardona, su mejor jugador de las últimas presentaciones. El mediocampista llegaba complicado por una lesión y el cuerpo técnico optó por ni siquiera arriesgarlo al ponerlo en el banco de suplentes. La ausencia obligó a Russo al cambio de esquema y así el local fue el que tuvo cinco defensores en el fondo, con Nicolás Capaldo, Carlos Zambrano, Lisandro López, Carlos Izquierdoz y Frank Fabra.

Poco lo de Boca, malo lo de River

Fue floja la primera parte del encuentro, quizá por la entendible necesidad de adaptarse al nuevo esquema por uno y otro lado, quizá por los nervios por lo que había en disputa o simplemente porque las cosas no les salieron. Boca se dispuso desde el arranque a refugiarse cerca del área de Andrada con su flamante línea de cinco defensores y el ataque quedó en un segundo plano, ya sea porque sin el lesionado Cardona -participó en ocho de los 13 goles del equipo en la temporada con dos tantos y seis asistencias- no sabe bien cómo hacerlo o porque con alguna que otra contra le parecía suficiente.


Y si Boca era el que no atacaba, por contraposición esa potestad quedaba para la visita. Así, River fue para adelante pero mal, con poca sorpresa y falta de ingenio. Ni Carrascal ni De la Cruz, los que habitualmente frotan la lámpara, estuvieron finos; mientras que Borré y Suárez sufrieron la falta de contacto con la pelota. En tanto, Palavecino, quien se metió en el once inicial y provocó el cambio de esquema de cinco defensores a cuatro, fue de los más interesante en el inicio.

Con algunas dificultades para avanzar por el medio, los de Gallardo empezaron a mirar con buenos ojos al pelotazo desde el fondo. Así se originó la primera de riesgo del partido, a los 19, aunque el peligro lo puso en gran parte Andrada, quien salió a cortar y quedó a mitad de camino. De la Cruz le definió por arriba pero López llegó a despejar cerca de su arco y salvó al uno.

Penalazo y gol

Boca recién llegó con claridad a los 35, luego de una gran combinación entre Capaldo, Maroni y Fabra que terminó con Tevez definiendo al cuerpo de Armani cara a cara con el arquero. Poco después, el peruano Zambrano, quien venía mostrando algunas dudas para salir jugando, resolvió muy bien y conectó con Tevez que metió un notable taco para la subida de Capaldo. El improvisado lateral derecho, uno de los jugadores más discutidos de este Boca, se metió en el área y el chileno Díaz lo derribó torpemente. A la hora del penal, el colombiano Villa definió al medio y Armani voló hacia un costado.

Los que no se hacen en un arco...

River potenció sus falencias defensivas en la segunda parte y Boca quedó de cara al 2-0 en un par de ocasiones, ambas en los pies de Maroni, quien primero definió muy mal y más tarde se topó con una gigantesca doble atajada de Armani. Y el local pagó muy caro esos yerros.


A los 67, De la Cruz se tomó un tiempo para pensar y ubicó a Angileri, quien mandó el centro desde la izquierda para que Palavecino ponga el 1-1 con un gran cabezazo, propio de un experimentado nueve de área. Segundos antes, Gallardo ya se había dispuesto a meter un par de cambios, incluida la salida de Palavecino, pero el destino lo salvó de un fatídico error. El Muñeco casi que no lo pudo festejar ya que rápidamente se dio vuelta para parar el cambio. Finalmente, Zuculini se volvió al banco y el que sí entró fue Julián Alvarez, por Carrascal.

Rojas de promoción

Lo de Boca se tornaba en tragedia apenas un minuto después cuando Zambrano se ganó la segunda amarilla por un nuevo codazo fuera de lugar. Russo mandaba a cancha a Marcos Rojo, que hacía su debut, para mantener la línea de cinco en el fondo pero River no tardó en resolverle la cuestión, ya que a los 78 Casco fue a disputar una pelota con Fabra en una lucha de patadas voladoras a la que el entrerriano llegó tarde: segunda amarilla para él. Gallardo tampoco quiso tocar el esquema defensivo, y mandó a Vigo por Palavecino. Se notaba que había mucho en juego y ningún DT se animaba a ir por todo.

La del final, insólita

Ya en tiempo de descuento, Boca se salvó del festejo visitante de manera insólita. Girotti se le escapó a Rojo, mando el centro atrás y la pelota comenzó su inverosímil periplo. Primero se desvió en López; luego, ante la presencia de Alvarez, Izquierdoz cabeceó hacia su propia valla, Andrada optó por no tocarla y la pelota picó centímetros antes de la línea y salió para el otro lado producto del efecto que acarreaba. Cuando Zuculini llegó para empujarla, su remate dio en el palo, luego en Andrada y finalmente se la quedó el arquero. Resultaba inmerecido que alguno de los dos se llevara algo más que su rival y, evidentemente, el 1-1 estaba sentenciado.