"Ganaron los que corrían con el caballo del comisario, como suele suceder", le dijo a este diario un viejo afiliado radical. "Tenían más aparato. Pero le aclaro que esto no es la UCR que era. No creo que con esta gente se pueda hablar en los términos de partido que éramos. Se vendieron a los amarillos y así estamos", se quejó Carlos G, de 69 años, dueño de un comercio en el centro cordobés. Hablaba de los resultados de la interna radical cordobesa, que se conocieron anoche: La oficialista Convergencia Radical de Mario Negri y el exintendente Ramón Javier Mestre se quedan hasta el momento con la mayoría de los votos. Sumar, la "oposición" de Rodrigo de Loredo (el yerno de Oscar Aguad), que responde a Martín Lousteau, quedaría segundo.

"Para entender los movimientos de cada uno de los actores (en esta interna) no hay que pensar en diferencias ideológicas, sino en intereses personales. Esa es la clave de cómo actúan", analizó Alvaro Ruiz Moreno.  Abogado y sobreviviente de la última dictadura militar, exapoderado de la UCR hasta que se desafilió en 2003, Ruiz Moreno conoce como pocos "la interna de la interna" en un partido del que se alejó por diferencias ideológicas.

"Negri y Mestre, que formaron Convergencia Radical, dejaron afuera de los acuerdos a Rodrigo De Loredo de Sumar. De Loredo se juntó a Arduh y Bee Sellares, le golpearon la puerta al juez electoral y lograron competir hoy. Este último grupo responde a Martín Lousteau a nivel nacional, en tanto que Mestre quiere ser diputado nacional y Negri aspira a una senaduría, ya que desde ahí podría llegar a su mayor sueño por ahora, que es ser el vice de un candidato presidencial de Juntos por el Cambio: sea Horacio Rodríguez Larreta o la ultraderechista Patricia Bullrich", analiza.

De Loredo (yerno del exministro macrista Oscar Aguad) también quiere una banca en la Cámara de diputados, por lo que tendrá que pelear un lugar en las listas con el exintendente Mestre. Si Juntos por el Cambio sigue bien posicionada para la elección de medio término, eso pondría a Negri como senador. 

En esta lectura política, en esta elección confrontan dos derechas: "una severa, representada por Negri y alineada con Bullrich; y otra más larvada, que lleva la cara de Martín Lousteau (cercano a la Embajada norteamericana) y que en Córdoba lideraría Rodrigo De Loredo (que a su vez carga suegro sin fueros ante lo que se le viene)".

Así, el trazado del mapa político amarillo-radical, tendría dos ramales Córdoba-Buenos Aires: uno ultra amarillo, con Negri a la cabeza, que desembocaría en la exministra de Seguridad; y el ramal Lousteau-Rodríguez Larreta, aparentemente más moderado.

En 760 mesas en toda la provincia, se habilitó a votar a 226 mil afiliados, de los cuales 83.700 viven en la capital mediterránea. 

Y si bien De Loredo no ganó, se dio por satisfecho por haber logrado que en los últimos quince días que el juez Federal 1 Ricardo Bustos Fierro, con competencia Electoral, le habilitara unas internas que no se ejercían desde 2004, cuando confrontaron Negri y Carlos Becerra.

Bustos Fierro, de 86 años, y en la Justicia provincial desde 1971, fue quien le concedió al expresidente Carlos Menem la posibilidad para su re-reelección de 1999. Y quien hizo posible que Rodrigo de Lored le pelee espacio político al sector de Mario Negri, Mestre y la cabeza de lista en esta ocasión, Marcos Carasso, intendente de la localidad de General Cabrera, a 170 kilómetros al sur de esta capital.

Por su lado el presidente de la Convención Nacional de la Unión Cívica Radical, Jorge "el Tano" Sappia, dijo a Página 12, que fue "a votar sólo porque soy un defensor y promotor de las elecciones internas. Creo que las internas son la única forma de hacer democracia dentro de un partido. Pero no estoy de acuerdo con ninguno de estos grupos que insisten en seguir siendo miembros de Junto por el Cambio. El radicalismo, mientras esté dentro de este sector, va a desaparecer".  

Con su firmeza de siempre, "el Tano" Sappia dijo sin vueltas que "al parecer Negri, Mestre y De Loredo quieren eso. Que la UCR desaparezca. Ellos quieren ser de otro partido. No de la UCR. Quieren ser de Juntos por el Cambio o formar el Partido Pirulín; pero ni esto ni lo que formen es la Unión Cívica Radical que ha sido y es de centro izquierda; popular y que cree en la justicia social". El abogado laboralista de 80 años y exministro de Trabajo dijo no tener "nada que ver con ninguno de esos dos sectores y lamentablemente son ellos los que movilizan la militancia en Cordoba. Yo he quedado relegado a un lejanísimo tercer puesto". Sappia reivindicó las banderas de "una UCR a la que hay que volver"; y resaltó que esta gente que confrontó hoy es de derecha. Una más ultra que la otra, pero de derecha. Y el radicalismo nunca lo fue".