Los empleados municipales de La Caldera iniciaron ayer un paro por tiempo indeterminado en reclamo de deudas que la intendencia local tiene con ellos desde hace ya ocho meses. Además, exigen que su intendente, Diego Sumbay, se acoja a la propuesta provincial de cerrar las paritarias 2020 con un bono de $10.000 y un 4,5% de aumento.

El delegado de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Gustavo Sarapura, manifestó que ya están cansados de esperar las promesas del intendente, y aseguró que no solo no las cumple, “sino que rompe los acuerdos a los que él mismo se compromete a través de actas firmadas”.

“Venimos hace ocho meses reclamando una deuda salarial de las paritarias 2020 y ya es tiempo que la cumpla”, expresó Sarapura, quien detalló que significan unos $12.000 por empleado. Contó que el intendente había ofrecido en un primer momento pagar lo adeudado en seis cuotas, a lo que los trabajadores se negaron, y que luego de un par de reuniones habían acordado que se haría en tres veces y dentro del recibo de sueldo.

“Él se comprometió a pagar el retroactivo en esas tres cuotas y por recibo de sueldo y, sin embargo, el viernes pasado comenzó a pagar por ventanilla y en seis cuotas”, añadió. "No respetó lo que se había acordado por escrito”, enfatizó.

También señaló que en el camino de las negociaciones mantuvieron tres conciliaciones obligatorias dictadas por la Secretaría de Trabajo, a las que, según el delegado de ATE, Sumbay nunca asistió. “Nos sentimos engañados y defraudados”, dijo el líder sindical, quien agregó que continuarán con el paro de actividades y marchas por el pueblo “dándole a conocer a la comunidad cuáles son nuestras problemáticas que ya llevan más de un año”.

Sarapura sostuvo que también reclaman que el municipio les reconozca lo que la provincia acordó para cerrar 2020 con toda la administración pública, decisión a la que ya se sumaron varios municipios de la provincia. Y para el año en curso, pretenden al menos arrancar con un 36% de aumento. “Consideramos que la inflación y la situación actual que hoy tiene nuestra economía atraviesa a todos los salteños”, indicó, y le pidió al diputado y a la senadora por ese departamento, y los miembros del Concejo que "se acerquen para dialogar y buscar soluciones entre todos”.

Arcas en rojo

Para Diego Sumbay, el problema es de recaudación, ya que recién el mes pasado salieron de la deuda por el anticipo de coparticipación “que tuvimos que pedir todos los meses para poder hacer frente al pago de sueldos y no queremos volver al mismo esquema porque de acá a unos meses vamos a estar igual”. Y contó que en la última coparticipación recibida hubo un recorte del 20%.

El jefe comunal reconoció que se les debe un retroactivo de julio y agosto, pero dijo que la única forma de pagarlos es como les ofreció en su momento, en seis cuotas, “porque suman $1.300.000, lo que no quita que podamos conseguir recursos e ir achicando esa deuda”. Aseveró que hoy no cuentan con otra posibilidad por falta de recursos.

En cuanto al bono de $10.000 y el aumento retroactivo del 4,5% en los sueldos que pactó la provincia para cerrar 2020, manifestó que para las arcas municipales es imposible hacerles frente ya que implican unos $2 millones “que desgraciadamente el municipio no los tiene”.

Sumbay se mostró preocupado por la situación y contó que ya mantuvo reuniones con funcionarios del Ejecutivo provincial, pero aclaró que “esto les está pasando a todos los municipios”, y principalmente a los que, como La Caldera, tienen muy bajo nivel de recaudación propio por lo exiguo de los montos que se cobran y “la poca conciencia tributaria de los vecinos”.

El intendente se quejó también del Concejo Deliberante local “que pone palos en la rueda”, ya que aún no aprobó el presupuesto 2021, y se negó a que se reategoricen los cánones municipales.

“No es que uno administre mal los recursos, sino que estamos en la pospandemia y dejó secuelas muy importantes”, dijo el mandatario, y sostuvo que algunos municipios tienen mayor poder recaudatorio como para enfrentar subas salariales “y otros se ven presionados y acceden a acuerdos que después no van a poder afrontar”.

Sumbay consideró que una de las soluciones es que los trabajadores accedan a cobrar la deuda en cuotas, o que el gobierno provincial pueda darles una ayuda financiera que no les genere deudas “o que genere la menor posible”.