La gestión de Jair Bolsonaro sigue sumando récords negativos. Este jueves la cifra de contagiados diarios pasó la barrera de los 100 mil casos y elevó el total de positivos -desde que se inició la pandemia- a más de doce millones de personas.

Según el boletín del Ministerio de Salud, el país registró 100.158 casos y 2.777 muertos por covid-19 en un solo día, lo que ratifica el recrudecimiento de una crisis sanitaria que deja ya un total de 303.462 decesos en 13 meses.

En tan solo cuatro días Brasil superó varios trágicas marcas: el martes rompió el umbral de los 3.000 muertos diarios, el miércoles sobrepasó los 300.000 decesos acumulados y este jueves registró la mayor cantidad de infecciones diarias desde el comienzo de la pandemia.

El fuerte repunte de casos, que los especialistas atribuyen al incumplimiento de las medidas de aislamiento por parte de la población y al surgimiento de una variante más infecciosa, ha llevado a los hospitales al colapso en parte del país, donde comienzan a escasear los medicamentos para la intubación de pacientes graves, así como el oxígeno.

Cabe destacar que la cifra de muertos por coronavirus en Brasil podría llegar a 400.000 en dos meses o incluso antes. Así lo advirtieron autoridades sanitarias, que señalaron que esa progresión podría disminuir si el gobierno del presidente Jair Bolsonaro cambiara su actitud de negarse a imponer una cuarentena nacional.

Entierros nocturnos

El alza de muertes por covid-19, por su parte, ha aumentado la presión sobre el sistema funerario, principalmente en la ciudad de Sao Paulo, la más poblada del país con más de 12 millones de habitantes. En ese sentido, la Alcaldía de Sao Paulo autorizó desde este jueves los entierros nocturnos en los cementerios de la capital paulista, que contabilizó 143 muertos por covid-19 en las últimas 24 horas. A esa cifra se suman las defunciones por otras causas y enfermedades.

Los horarios de los entierros fueron extendidos hasta entrada la noche en el menos cuatro cementerios de la capital paulista, entre ellos el de Vila Formosa, el mayor de Latinoamérica, donde fueron instaladas torres de iluminación para facilitar el trabajo de los funcionarios.

Además del cierre de todas las actividades no esenciales, ya en vigor, las autoridades locales han decretado un festivo de 10 días a partir de este viernes con el fin de restringir la circulación de personas y contener el avance de un virus que sigue fuera de control.

Una medida similar ha sido también adoptada por la Alcaldía de Río de Janeiro, cuyas playas y servicios no esenciales estarán cerrados para evitar aglomeraciones.