Luego de que el Indec diera a conocer el índice de pobreza en el primer año de la gestión de Alberto Fernández, Patricia Bullrich le escribió una carta abierta al Presidente, en la que planteó cuáles serían sus medidas “para salir de este desastre”.
En sus redes sociales, la exministra de Seguridad del gobierno de Mauricio Macri publicó un texto donde le pidió al jefe de Estado que “gobierne y no opine”.
“Sr. Presidente, usted plantea un dilema cuyas salidas son brutalmente crueles. Otra vez habla de número de muertes, cuando ya pasamos las 55.000, y con eso justifica 19 millones de pobres. Se trata de 3 millones de nuevos pobres. Por favor, no vuelva a la falsa dicotomía del año pasado, que nos significó una de las tasas más altas de muertos y de pobres”, comenzó.
Según explicó Bullrich, las razones de por qué la pobreza aumentó fue la extensión de la cuarentena durante el 2020, que provocó el cierre de comercios y pymes que afectó directamente a la clase media, y el impacto que tuvo la pandemia en la educación.
Con un punteo, la dirigente expresó:
1. Por el shock económico derivado de la cuarentena eterna. El mundo entero sufrió la pandemia, pero nuestra economía fue una de las que más cayó: sufrimos el doble de impacto que el promedio de Latinoamérica.
2. La clase media se vio destruida: cerraron miles de comercios, se perdieron empleos, los prestadores de servicios se quedaron sin demanda. Meses sin trabajar. Y cuando pudieron hacerlo nuevamente, con un ritmo mucho más lento, se encontraron con nuevos impuestos y un aumento a los Ingresos Brutos, como si nada hubiera pasado. Ese es uno de los motivos reales del aumento de la pobreza.
3. La pérdida de más de un año de educación, que significa una pérdida de horizonte para las nuevas generaciones capaces de entrar al mundo del trabajo y del emprendedurismo.
4. Las mujeres que trabajaban en tareas domésticas también perdieron masivamente sus empleos.
5. Las barreras ridículas como la doble indemnización, que no frenó el aumento de 2 millones de nuevos desocupados y que impiden la reactivación laboral. Múltiples barreras legales y operativas que impiden la creación de empleos.
6. La suba permanente de impuestos, que impiden reabrir negocios cerrados por la pandemia y condenan a las familias a consumir ahorros.
Luego de su detallada descripción, la exministra de Seguridad sugirió tres medidas que podría tomar Fernández. Por ejemplo: facilitar la contratación, apostar al trabajo “y no a más planes y más transferencias”; poner al frente de Educación “a alguien con una cabeza transformadora, que conciba la revolución educativa, que se anime a discutirle al pensamiento conservador y retrógrado de algunos de los gremios docentes”; y, por último, “animarse de una vez a sacar del medio a los movimientos sociales, que sólo sacan a la gente a la calle y que no han logrado construir un modelo demostrable que le dé al ciudadano una salida digna de la pobreza”.
Por otra parte, Bullrich apuntó contra la agenda del mandatario. “Presidente, repiense sus prioridades. Le dedica 10 horas por día a ocuparse de los problemas judiciales de su vicepresidenta pero ¿cuánto tiempo dedica a ocuparse de la pobreza, la desocupación, a entender las trabas que tiene la Argentina? Le resulta más cómodo no romper los esquemas fracasados; repite todo lo que ya fracasó. No tiene el coraje de cambiar”, concluyó.
Además de la presidenta de Pro, la carta lleva la firma de Eduardo Amadeo, Jimena de la Torre , Waldo Wolff, Jorge Enríquez, Adriana Duarte, Mariels Budino, Carlos Manfroni, Damián Arabia, Martín Siracusa, Silvana Giudici, Gerardo Milman, Pablo Torello, Florencia Arietto, Juan Curutchet, Tiro Stefani, Fernando iglesias, Omar de Marchi.
Las críticas a la cuarentena del año pasado, que evitó una cantidad de muertes que no se pueden mensurar mientras el Estado ampliaba el sistema de Sallud que el actual Gobierno encontró desmantelado después de cuatro años de gestión de Mauricio Macri como Presidente, van en la línea de aquel llamado telefónico que el autor de Primer Tiempo le hizo al primer mandatario para pedirle que no cerrara la economía y "que se mueran los que se tengan que morir".