Comenzaron las negociaciones para fijar el precio de referencia del kilo del pimiento para pimentón y las partes vienen considerando una serie de cuestiones. 

La importancia del pimiento vallisto, un producto de gran calidad que además tiene el valor agregado de resultar un atractivo turístico, por la belleza de sus secaderos. La necesidad de incorporar infraestructura para mejorar los rindes, y también la de agruparse para formar cooperativas con la perspectiva de molerlo y llegar al consumidor directamente, eliminando la intermediación, la importación del producto, y hasta la cuestión de la propiedad de la tierra, son algunos de los temas centrales que surgen de las conversaciones en la Mesa del Pimiento, que promueve la provincia de Salta. 

En la primera reunión, la semana pasada en Payogasta, pueblo del departamento Cachi, se habló de un precio de referencia de $225 el kilo, un monto alejado del que los productores consideran justo, que se ubica entre $380 y $400. 

Ese encuentro tuvo este año la particularidad de que se sumaron productores de Catamarca, cuya producción viene en aumento, aunque Salta sigue siendo la principal productora del país, con cultivos concentrados en los Valles Calchaquíes. También se siembra, aunque en cantidades que no son significativas, en Jujuy y Tucumán

Según informó el gobierno provincial, en esa reunión se interiorizaron sobre el desarrollo de la producción, el comportamiento del mercado y los posibles valores de los productos que sostienen la cadena de valor. Esto se hizo, "Con el objetivo de iniciar las negociaciones para acordar el precio de referencia del pimiento en vaina seca". El encuentro fue presidido por la secretaria de Desarrollo Agropecuario de la provincia, Milagros Patrón Costas. Las conversaciones continuarán el 9 de abril, también en Payogasta. 

La secretaria dejó dos afirmaciones contundentes. "Nosotros producimos el mejor pimentón que hay" y "esa es una producción fundamental que vamos a defender, a rajatabla", aseguró. 

Precio razonable 

Los productores, sobre todo los del Alto Valle, no quedaron conformes tras la primera ronda de conversación. Consideran que a $225 el kilo no alcanza a cubrir los costos de producción. 

"Un precio razonable para nosotros es de 380 a 400 pesos el kilo, ya que con 300 pesos el kilo nosotros llegaríamos a cubrir los gastos únicamente", explicó Carlos Lera, que cultiva en Palermo Este, cerca de Payogasta. Aseguró que si venden a un monto inferior no les quedará resto para afrontar la plantación el año próximo. 

Tomás Medrano, uno de los industriales locales que asistió, explicó a Salta/12 que como el año pasado el precio fue de $150, se estimó una inflación del 50% y así se llegó a los $225, que en su opinión, "ya está cerca del techo". "Hablar por arriba de los $250 creo que es arriesgado y podemos llegar a que no compren, traigan de afuera, y ¿qué hacemos con lo que hay aquí?". 

"Con 225 nosotros no cubrimos ni los gastos", insistió Lera. Otra productora, Dora Siarez, de la Comunidad Diaguita Fuerte Alto e integrante de la Asociación de Pequeños Productores de Fuerte Alto Banda Norte, ratificó que ese monto es insuficiente para pagar los costos de las semillas, los almácigos, los insecticidas. 

Siarez aseguró que los productores de otras zonas, como Seclantás, Molinos, y de Catamarca, también quedaron "muy disconformes con el precio". “Esperamos que el 9 de abril pongamos las cartas en la mesa y vamos viendo el precio del pimentón porque yo creo que si este año no se vende bien, para el año capaz que nadie quiera poner", sostuvo. 

La secretaria provincial de Desarrollo Agropecuario señaló que el monto de referencia de 2020, de $150, fue "como un piso que después con el transcurso de la cosecha avanzó, ese precio se fue mejorando". Había "un sistema virtuoso, todo el mundo cedió un poquito y pudieron sostener la actividad". Y recordó que los compradores son molinos chicos de la provincia que también generan mano de obra, y "hay que trabajar con ellos también".

El responsable de la Zona Oeste de la Secretaría de Agricultura Familiar de la Nación, Miguel Plaza, coincidió con Patrón Costas en que el año pasado el precio de referencia "sirvió" porque "al marcar un piso da mejores perspectivas a los productores" y así el kilo del pimiento se vendió entre $130 y $230. 

Pero, para Plaza $225 ahora es "muy bajo". Recordó que los productores de Animaná y San Carlos, que ya están sacando sus cosechas, plantearon que tuvieron costos de producción de $280. "Con ese panorama, llegar a un piso de 300 sería un avance", dijo. 

Calidades 

A los integrantes de la Mesa del Pimiento también le preocupan las importaciones de pimentón, a un precio muy por debajo, pero de una calidad inferior, a tal punto que se han dado casos en que lo mejoran con el pimentón de los Valles.  

"No va a comparar el pimiento vallisto con el pimiento que viene de afuera. El pimiento vallisto es puro puro. Es otra calidad", enfatizó Lera. Patrón Costas dijo que por eso es necesario que "Que se controle la comercialización y se valoricen nuestros productos diferentes", "trabajar sobre la denominación de origen de nuestros productos".

Sobre el precio, también hay que pensar en el consumidor, dijo Patrón Costas. "Las cadenas tienen que ser virtuosas, donde todos ganen un poco" y se proteja al más vulnerable. Y como en la provincia hay empresarios que se dedican a la molienda y dan valor agregado, "Hay que defender esa cadena nuestra de la provincia, para que nuestro pimentón se pague un precio diferenciado también y tenga un valor distinto porque es un pimentón de primera calidad, y no se mezcle con el pimentón de menor calidad".

La cuestión del rinde 

Todos los actores consultados apuntaron a la necesidad de mejorar los rendimientos. Para optimizar la producción es necesario, en primer lugar, cambiar el sistema de riego. 

Lera contó que en Buena Vista, Payogasta, Palermo, todos con riego tradicional, la hectárea rinde 1500 kilos y en Buena Vista, por ejemplo, tienen un gasto total de $285 mil por hectárea, "entre el almácigo, la arada, rallada, los químicos, el tema de los peones". En Payogasta el gasto asciende a $349 mil, y en Catamarca es de $300 mil. 

En cambio, Animaná, donde adoptaron el riego por goteo, está logrando rindes de 3.500 kilos por hectárea. "Hay mucha diferencia, es lo que Medrano y los compradores proponen, que nosotros hagamos ese sistema, de riego por goteo", reconoció Lera. 

Medrano dijo que comprende "perfectamente el drama que tienen los pequeños productores, porque primero no llegan los rendimientos mínimos por hectáreas", de 2 mil kilos "más o menos" para que sea rentable. "Al tener menor productividad, los costos como que se te agrandan", razonó la secretaria de Desarrollo Agropecuario. 

Se estima que hay unas 400 hectáreas de pimentón, con unas 600 toneladas de producción, a las que se suma la de Catamarca, en unas 150 hectáreas. Medrano estimó que unas mil familias se dedican a esta actividad.

Quién paga la tecnología 

Lera reconoció que "sería bueno hacer eso (incorporar tecnología)" pero señaló que es cara para la economía de pequeños productores, porque una bomba de agua está en $300 mil. Además, "hay que comprar tanques, la manguera, discos, o sea, es un gasto bastante grande, de 2 a 3 millones de pesos".

En Payogasta la directora ejecutiva provincial de Financiamiento y Promoción de las Inversiones, Flavia Royón, informó sobre las condiciones para acceder a los programas del Fondo Provincial destinados a financiar la compra de productos y la adquisición de maquinarias.

Desde Agricultura Familiar, Plaza reseñó que hicieron un plan de agua nacional, que comprende a los Valles Calchaquíes, para "optimizar el uso del riego, para mejorar el rendimiento", y afirmó que "no pueden ser los pequeños productores los que paguen el costo de lo que se está haciendo" para mejorar la infraestructura.

Mientras esperan que se defina el precio, hay productores de San Carlos, Animaná y Molinos que ya están vendiendo, a un techo de $200.