La pandemia puso al mundo patas para arriba y Salta, claro, no es la excepción. El cimbronazo fue tan grande que en 2020 se suspendió el emblemático Abril Cultural. El festival finalmente tendrá su edición 44 desde hoy hasta fin de mes y lo hará, por primera vez en su historia, sin el apoyo de la Secretaría de Cultura de la Provincia.

En este marco, Roberto Salvatierra, director de Pro Cultura, entidad a cargo del encuentro, le dijo a Salta 12: ”Cuando los organismos oficiales y los funcionarios no están a la altura de las exigencias de la época y mucho más a la altura de lo que nos dejó esta pandemia, es imposible encontrar maneras conjuntas de trabajar”

También indicó que desde la institución siempre priorizaron la gratuidad, pero ante la crisis del sector pasaron de tener un 80% de actividades gratuitas y un 20% pagas a la situación inversa, “porque después de la pandemia y de un año completo de desocupación para los artistas que vivían de lo que producían y vendían para el día a día, nos encontramos con la realidad de tener un programa en donde tratamos de equilibrar lo pago con lo gratuito, y además asumir y hacer saber que nuestra economía se vio afectada al estar nuestra sede cerrada mucho tiempo sin tener ningún ingreso”.

Aún así, como se sabe “el show debe continuar" y con clases abiertas de dibujo, una feria de diseño, muestras plásticas, conferencias, folklore y música coral -entre otras cosas- Salta tendrá un mes intenso desde la Capital a Cafayate y diversos puntos de la provincia, con presencialidad y protocolo, y también en las pantallas.

Sí la cuarentena restablece un nuevo confinamiento usaremos las trasmisiones de las actividades siguiendo el cronograma vía streaming y grabados. Será la exhibición de todo el material envasado que preparamos con anticipación para cada evento. La pagina web: www.abrilcultural.com.ar será la plataforma obligada para el desarrollo de toda la programación” dice Salvatierra y continúa el diálogo.

Tuvieron que rediseñar su propuesta, marcadamente masiva y presencial, de acuerdo a la "nueva normalidad" ¿cuáles fueron los mayores desafíos en este sentido?

Implicó todo un replanteo y análisis para encontrar cuáles, de acá en más, debían ser los nuevos modos de unir la producción de los artistas y el público y, sobre todo, de recuperar una consciencia que nos permita reconocer la vitalidad del arte para cualquier recomposición del ánimo emocional de una sociedad que atravesó un aislamiento histórico e inesperado.

¿Entonces, el arte se redefinió a partir del aislamiento?

La visión del arte y la cultura cambió desde esta pandemia de una forma tan contundente que nos va a llevar muchos años entender lo que pasó.

Antes, el éxito del Abril Cultural salteño tenía que ver con una convocatoria multitudinaria en espacios cerrados o al aire libre. Así, pasaron desde Charly García, Opus 4, Rodolfo Mederos, Les Luthiers, Ariel Ramírez y Patricia Sosa o La Sinfónica de Buenos Aires, entre otros. Y Eduardo Falú al pie del Monumento a Güemes. Esa masividad de espectáculos, que en su mayoría eran gratuitos y para todos, nos indicaba que estábamos en lo cierto y que la gente lo necesitaba. Fuimos formando un público y exigente y deseoso de conocer y ver algo más a lo largo de muchos años; pero hoy tuvimos que reemplazar esa manera de producir las actividades por un formato virtual.

Durante la presentación ante la prensa afirmó que para esta edición habían "tenido que cambiar la mentalidad virar hacia nuevas posibilidades y formas para que el arte se vea lo mejor posible". Al respecto ¿imagina que esas innovaciones han llegado para quedarse, en artistas, gestores y público?

Una sociedad que no cambia frente a estas contingencias, no está preparada para ser mejor; y un rol muy importante le cabe a los espacios culturales independientes, como nosotros, y los gestores culturales. De hecho, estas nuevas formas de concebir la cultura y su realización deben ser otras, porque esta nueva normalidad debe asumirse no como transitoria sino como definitiva.

Hace un año, por el contexto, no se realizó el Abril Cultural ¿se verá algo del festival de realizadores que quedó pendiente en 2020, qué novedades encontrará el público hoy?

Desde noviembre del 2019 estábamos trabajando para la realización de esta edición, teníamos la programación armada sobre dos ejes:“Los saberes y el arte de Nuestros Pueblos Originarios” y “El cuidado del medioambiente”. En esa oportunidad, habíamos programado un festival de cortos que giraban en torno a esa temática, con piezas de realizadores audiovisuales salteños y documentalistas, con algunos reestrenos y óperas primas. Ahora tuvimos que reorganizar el material audiovisual, porque ya no contamos con esa posibilidad y disposición de los autores, pero sí incluimos en la página web -creada para este Abril Cultural- cortos sobre nuestros artistas: escritores, músicos, pintores. Un material impecable a cargo de Jorge Barbatti, Alejandro Arroz y José Issa, productores independientes, realizado para Canal A, Encuentro y Canales de Cable. Sobre figuras de la talla de Jacobo Regen, Cuchi Leguizamón, el Dúo Salteño y otros.

La grilla será diversa: de la pintura al folklore, de la poesía a la música de cámara, de la danza al teatro ¿considera que esa pluralidad es propia de la cultura en sí misma?

Sí, claro. La Cultura es una suerte de necesidad diversa que, año a año, tratamos de abarcar. Comenzamos siempre programando primero lo destinado al público infantil, luego lo enfocado a los jóvenes, y por último, a los adultos. Incluimos propuestas desde todas las disciplinas y para todas las edades. Y no sólo para la ciudad misma sino en lo posible también para el interior.

En este sentido, habrá actividades en capital y el interior: Rosario de Lerma, Metán, Rosario de la Frontera, Cafayate ¿cómo nace esa itinerancia?

El Abril Cultural es uno de los momentos más importantes de la Cultura Salteña, pero no sólo de la ciudad sino también de nuestro interior, además de la región del Noroeste. Este año y como en otras ediciones incluimos actividades de Tucumán y de Jujuy, y hasta un Encuentro Internacional de “Saberes que perduran”

“La cultura te visita” es el lema de la cuadragésimo cuarta edición del Abril Cultural Salteño, ¿qué quieren comunicar a partir de esas síntesis, tal vez la cultura sea tan cotidiana como el pan?

Desde su creación, el espíritu de Pro Cultura fue el de una utopía constante y necesaria: “el arte como un artículo de primera necesidad”, un alimento que ayuda a crecer, como decís, en el día a día. Si algo puso al descubierto esta pandemia fue la importancia de la educación, la solidaridad y la sensibilidad frente a los otros, ingredientes exactos que contiene el arte.

Que la cultura te visite quiere decir que vamos a llegar al público y no a la inversa. Lo vamos a hacer a través de las vías frecuentes que ya existen: nuestras redes sociales y canales en vivo. Estaremos presentes esperando que nos abran la puerta para entrar. Insisto, la intención de llegar al público, a su casa, y que no vaya él hacia los recitales, obras teatrales, muestras y conferencias. Que disfrute desde su casa de nuestros artistas, que durante todo el año se preparan para celebrar la llegada del mes de abril.

Si tuviera que hablar de la actualidad del arte salteño, de los artistas de las últimas generaciones ¿cuáles cree que son sus puntos fuertes y cuáles los pendientes?

El arte vive en una constante de riesgo y experimentación. Las búsquedas implican una dedicación excepcional y compleja. A veces, algunas disciplinas crecieron y se desarrollaron más que otras y otras entraron en un amesetamiento. La Literatura de la Generación del ´40 (llamada “De la carpa”) todavía sigue siendo una marca de difícil superación, aunque haya habido uno que otro escritor que haya descollado, En la pintura, lo mismo; la marca fue la de la generación de los años ´60 con plásticos que llegaron a quedarse en Salta, viniendo de otras provincias, especialmente de Buenos Aires. Mi lectura de la realidad del arte salteño puede ser sesgada y parcial, pero creo que nos está faltando superar primero esas marcas y proponer nuevos estilos y nuevas formas, quizás ya no como un grupo generacional, sino más bien con el protagonismo individual y con una obra nueva y contundente sin caer en el efectismo o divismo narcisista.

Lo que puede ser el punto fuerte, suele ser también el punto frágil. El arte en el delgado límite entre la preocupación de todos y la preocupación personal.