A días de la decisiva elección de Ecuador, la sombra de los paraísos fiscales se vuelve a proyectar sobre el candidato de la derecha, el banquero Guillermo Lasso, a quien asesora una figura tenebrosamente familiar en nuestras tierras: Jaime Durán Barba. Según información a la que tuvo acceso Pagina/12, en el laberinto offshore del banquero ecuatoriano, quien por tercera vez busca acceder a la presidencia, el financiamiento de su campaña está a cargo del Banco de Guayaquil y de su madeja de empresas en paraísos fiscales.

Lasso se presenta a la segunda vuelta de las elecciones del próximo domingo a la cabeza de su movimiento denominado “Creo, Creando Oportunidades” y en alianza con el partido Social Cristiano, cuya figura más saliente es Jaime Nebot Saadi, otro viejo amigo del mundo offshore. Al movimiento “Creando Oportunidades” le falta el complemento obvio que describe su programa de gobierno: “Oportunidades para banqueros y financistas”.

Lasso comenzó a forjar su fortuna y sus lazos con el mundo offshore a fines de los 70 de la mano de su cuñado –una de las figuras clave de esta historia– , Daniel Carrera Drouet, quien en 1980 lo nombró gerente del Banco de Guayaquil. En estas cuatro décadas Lasso transformó al Banco de Guayaquil en un pulpo financiero con una irresistible atracción por las compañías de papel en Panamá, las islas Cayman y los Estados Unidos. Una de las empresas históricas del banco es el Banisi Holding S.A, con sede en Panamá, y una red de 49 firmas offshore que le permitieron ganancias a Lasso de hasta el 3000 por ciento desde 2015 a la fecha. En su directorio están sus dos hijos. Juan Emilio Lasso Alcívar figura como director y presidente ejecutivo. Santiago Lasso Alcívar es Director y Presidente de la Junta Directiva.

Lasso es un hombre de familia; la parentela más cercana tiene un lugar de privilegio en su arquitectura financiera. En su portafolio offshore se destaca un multimillonario emprendimiento inmobiliario que lleva el nombre de las Noras, en honor a la madre del candidato. Las Noras son tres estructuras de inversión offshore –Nora Investment, Bill Investment y Malena Investment– que tienen 29 empresas registradas en Coral Gables, Florida.

Con la mecánica típica de Mamushka que caracteriza al mundo offshore, 13 de estas empresas adquirieron inmuebles en Florida por 23 millones de dólares mientras las restantes son "células durmientes". Con la misma mecánica, en estas firmas de papel sus representantes, accionistas o directores tienen lazos indeleble con esa gran madre que es el Banco de Guayaquil y ese gran padre que es Guillermo Lasso. Los representantes legales de las Noras son Euvenia Touriz, exgerenta del Banco de Guayaquil en España; Miguel Macías Yerovi, exvicepresidente del Banco de Guayaquil; y Guillermo Lasso Alcívar, hijo del banquero.

La inversión inmobiliaria de las Noras, le permite al Banco de Guayaquil tener sus ingresos resguardados y a la vez, al estar “tercerizada” la propiedad en fideicomisos o empresas offshore, impermeabilizarlo frente a demandas financieras en caso de una quiebra de la empresa. Lasso queda igualmente al cubierto gracias a esta mecánica de empresas fantasmas, testaferros, círculo familiar y otros brazos multiplicadores de su invisible presencia que le permiten presentarse como candidato sin violar la ley ecuatoriana que prohíbe que todo aspirante a cargo público tenga intereses en paraísos fiscales.

El dinero de la campaña

Nada como estas estructuras para financiar una campaña política, manipular encuestas y borrar el rastro.

En una entrevista el 3 de enero, antes de la primera ronda electoral Guillermo Lasso reconoció que Iván Correa Calderón es su jefe de campaña y que una empresa suya (Livercostas), es la encargada de la comunicación del Banco de Guayaquil. ¿Quién es este personaje del mundo de las Mamushkas? Correa Calderón es el dueño junto a Concepto Creativo Concrea S.A. de la publicitaria Livercostas, según la información pública de la Superintendencia de Compañías del Ecuador.

El 80% de la actividad comercial de Livercostas es con el Banco de Guayaquil y roza los 13 millones de dólares. La otra socia, Concrea S.A., tiene en su paquete accionario al mismo Correa Calderón, que también es miembro del directorio de Banisi, pilar del emporio financiero Lasso mencionado con anterioridad. En su página web Livercostas menciona a otro cliente más, American Express que opera también bajo los auspicios del Banco de Guayaquil.

Además de producir mareo, este laberinto plantea una pregunta que en el Ecuador tiene estatuto de figura penal. ¿Estos importes del Banco de Guayaquil a Livercostas son aportes encubiertos de campaña, pauta publicitaria o un uso arbitrario del dinero de los depositantes en el banco más importante del Ecuador?

En la tipología legal ecuatoriana hay peculado bancario con pena de hasta 13 años de cárcel cuando accionistas, funcionarios, parientes, empleados y en general quienes participen en la Junta de Accionistas de una entidad financiera abusan de sus funciones en el otorgamiento de créditos, fondos, bienes, o títulos.

Otra pata de la campaña es CEDATOS, la encuestadora favorita de Livercostas. En la elección de 2017, que Lasso perdió ante el entonces Delfín de Rafael Correa y luego, Judas irredento, Lenin Moreno, Livercostas representó unas dos terceras partes de las ventas de CEDATOS. Los datos de esta encuestadora, que en esa elección dieron como ganador a Lasso, instalaron la idea de un fraude que es la estrategia que prepara el equipo de Lasso en caso de derrota en la actual segunda vuelta. CEDATOS viene sistemáticamente dándole una ventaja a Lasso sobre el candidato de la Unión por la Esperanza, Andrés Arauz: solo otras dos encuestadoras vinculadas a la campaña del banquero lo dan como vencedor. El resto se inclina por Arauz.

A las encuestadoras amigas, hay que añadir el financiamiento de la campaña. La semana pasada Punto Noticias de Pichincha Comunicaciones publicó una nota con el siguiente, sugestivo titular: “Presidente del Directorio del Banco de Guayaquil financia campaña de Guillermo Lasso”. En esta nota se evidencia que, según información que consta en el Consejo Nacional Electoral, el cuñado de Guillermo Lasso que lo aupó en los 80, Danilo Carrera Drouet, actual accionista del Banco de Guayaquil, financia la actual campaña de Guillermo Lasso con un monto de 250. 000 dólares.

¿Quiénes más aportan? El hermano del candidato Guillermo Lasso y también accionista del Banco de Guayaquil también aporta a la campaña del líder de CREO con 250000 dólares. El total declarado para el financiamiento de la campaña a título personal es de unos 700 mil dólares: dos accionistas del Banco de Guayaquil y parientes de Lasso contribuyen con el 70% del total. Sobre los flujos subterráneos a la campaña no se sabe mucho, pero lo que está a la vista ratifica a Lasso como hombre de familia, que busca que todo quede en su entorno más cercano.

El árbol de las delicias financieras

La enredadera financiera de Lasso que fue denunciada durante la campaña de las elecciones de 2017 en este periódico por la periodista Cinthya García y en septiembre del año pasado por este cronista incluyen otras empresas fantasma panameñas como la Brother´s Investment LTD, registrada a nombre de su esposa María de Lourdes Alcívar, y la Andean Investment Ltd. de las islas Caimán que tuvo un crecimiento patrimonial de un millón de dólares a 31 millones entre 1999 y 2002, época del feriado cambiario y la catastrófica dolarización del país.

En el centro de esta rueda de la fortuna se encuentra el lugar privilegiado que ocupa el sistema bancario y financiero en la vida nacional. Ecuador ha vivido crisis que no tienen nada que envidiarle a la Argentina: el causante y principal beneficiario de estos maremotos ha sido la gran banca. Su rentabilidad cuadruplica la de la banca europea o norteamericana y se caracteriza por su alta concentración - un 84% de los activos en cinco entidades – y su raquitismo crediticio – apenas el 26 % del PBI.

El banco de Guayaquil ha sido un actor clave de este sistema financiero que ha sofocado el crecimiento económico de Ecuador. En 2019, uno de los peores años de la historia reciente del país, aumentó sus ganancias en un 17%. Ni la pandemia contuvo la fiebre ganadora del banco. En los primeros ocho meses del 2020 sus ingresos por intereses aumentaron en un 26% respecto al record que había registrado el año previo.

No en vano, la campaña del candidato de la alianza política Unión por la Esperanza, Andrés Arauz, está poniendo el acento en esta relación simbiótica entre Lasso, los bancos y el destino nacional. En el debate presidencial entre los candidatos Arauz se lo preguntó sin vueltas: “Si tuviera en una mano el beneficio del Ecuador y en otra el beneficio de su banco, ¿qué decisión adoptaría? ¿Beneficiaría al país o a su institución financiera?"

Aventajado alumno de Durán Barba, Lasso sacó una respuesta que parecía salida de la campaña de Mauricio Macri en 2015. “Nosotros proponemos dar créditos a 30 años al 1% de interés a los pequeños agricultores y ganaderos del Ecuador, vamos a construir caminos vecinales, proyectos de riego y rehabilitar 1000 escuelas rurales ". En otro momento del debate ya había dicho la frase que Macri hizo famosa con Daniel Scioli: “No mientas Andrés”. En pocos días se sabrá a quién le creen los ecuatorianos en esta elección fundamental para toda América Latina.