El presidente Alberto Fernández cerró el círculo de la posición argentina en la negociación de la deuda, en un pedido directo a los organismos internacionales y al FMI de revisar los plazos, tiempos y tasas de los acuerdos. Fue en la apertura de la reunión plenaria del Consejo Económico y Social (CES) con miembros del Grupo Asesor Externo, donde se debatió sobre la arquitectura financiera en el nuevo escenario mundial.

“Es el mismo FMI el que planteó que la deuda con acreedores privados debía ser sostenible, y si debía ser sostenible con los acreedores, debe ser también sostenible con el Fondo. Hay que revisar tasas, sobre tasas y los tiempos. No debería ser tan complicado revisar plazos de repago, es un debate que merece ser dado”, expresó el mandatario. La referencia fue a la intervención del organismo que comanda Kristalina Georgieva en la negociación con tenedores privados de deuda argentina. 

La posición del Presidente, que ya había manifestado la vice Cristina Fernández, la siguieron atentamente vía Zoom los integrantes del Grupo Asesor Externo del CES: especialistas como Jeffrey Sachs, Rebeca Grynspan, Eric LeCompte y Alicia Bárcena. “Siempre la deuda le generó un fuerte condicionante para avanzar a Argentina. Es una deuda que tiene dos ribetes, es una deuda que el Estado asumió con acreedores privados y otra que asumió con el FMI. Con un gran trabajo de Guzmán, pudimos resolver, encontrar una salida a la deuda con los privados, y poder darle un tratamiento con los mismos márgenes de sostenibilidad que el mismo FMI planteó. Poder reprogramar una deuda para que fuera factible poder cumplirla”, aseveró el Presidente.

Citó además una anécdota de aquella negociación: “Siempre les decía a los acreedores privados que lo que más buscaba no era postergar pagos sino darle una solución, que nos den tiempo para crecer y que lo que nos comprometamos a pagar en el futuro podamos cumplirlo. De otro modo, la reestructuración de la deuda se dilata, y no quiero dilatarlo, quiero resolverlo”, apuntó. Y agregó que “encontramos con los privados un punto intermedio de acuerdo y nos permitió que al cabo de 10 años tengamos un ahorro muy importante sobre la deuda total”.

A continuación, señaló que “resuelto eso, nos queda el problema con el Fondo. Insisto en que debe tener las mismas condiciones que aquel acuerdo con los privados. Un acuerdo que haga sostenible aquello que acordamos. Y esa es la discusión, que es una discusión franca, honesta y fructífera que estamos teniendo con el Fondo”. En esa línea, siguió mostrando que “para mí, Argentina se endeudó de una manera incomprensible. Cuando en 2005 les pagamos la totalidad al FMI, tuvimos que pagar 9800 millones de dólares, que era la deuda que había desde que el Fondo se creó. Ahora, tenemos que afrontar una deuda que es más de cuatro veces eso, y se contrajo en tan solo un año y medio. La deuda fue de tal magnitud, que nos excedimos como país el mismo límite que pone el FMI a los países". 

Un debate en pandemia

“Ese debate debe darse, sobre todo en una pandemia. Es un debate que propongo de ver cómo nosotros podemos cumplir nuestras obligaciones dándole una solución definitiva al problema. Que se refleje en tasas adecuadas y en tiempo adecuados”, expresó el Presidente. Y trajo a colación una carta reciente del Papa Francisco que plantea la necesidad de organismos internacionales más responsables en la crisis: “he leído la declaración del Papa Francisco, que me parece va en el sentido de lo que estoy hablando. Incentivar a los organismos internacionales a que atiendan la crudeza de tiempos que vivimos, y buscar que el acuerdo se pueda cumplir sin afectar las necesidades de nuestro pueblo. Si uno tiene en cuenta que la pobreza asciende al 50 por ciento en el gran Buenos Aires, ve la dimensión”.

Fernández aclaró que, bajo ningún punto de vista, la idea es no pagar. “Es una oportunidad que tiene el mundo para revisar las lógicas de funcionamiento del sistema internacional de créditos”, dijo. Y agregó que “la emergencia debe obligar a los organismos de crédito. Nada de lo que planteo se trata de pegar un portazo y plantear de un modo agresivo con el FMI, creo sí que la coyuntura exige que revisemos cosas”.

Antes de cerrar su participación, aseguró que “no voy a hablar del caso argentino, porque no quiero que le den una solución a Argentina, quiero que encuentren una solución no solo para países pobres sino para los de renta media. Somos tratados como países ricos que no somos, dar este debate tiene mucho sentido”.