El marco no puede ser mejor, al aire libre, brisa de río, con el teatro por protagonista. Cuatro obras conforman la programación del ciclo Teatro Frente al Río, que inicia este fin de semana en el Anfiteatro del Parque de España (Mitre y el río). Hoy a las 20 será el turno para The Jumping Frijoles hacen El Match, y mañana a las 19 para La medicina de Moliére; el fin de semana próximo se presentarán De cómo estar juntos, una comedia de bodas (sábado 17, a las 20) y Frankenstein, un amigo diferente (domingo 18, a las 18).
La actividad es organizada por la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad y el Ministerio de Cultura de la provincia, junto a Plan C Producciones, productora conformada por Romina Tamburello y Juan Nemirovsky, de donde surgió la iniciativa. “Luego del extenso parate que se dio a causa de la pandemia, en donde los teatreros quedamos sin poder hacer funciones durante casi un año, el Anfiteatro del Parque de España se presenta ideal. A la propuesta al aire libre se le suma un espacio gastronómico, obras para un público amplio y entradas a precios populares. Entendemos el teatro como una disciplina en permanente movimiento y tratamos de encontrar en los diferentes lugares de la ciudad locaciones que acerquen el teatro a un público masivo, así como lo hicimos con los Microteatros de La Raíz Galería de Arte, o cuando fuimos parte de la propuesta cultural del jardín del Museo de la Ciudad”, comenta Tamburello a Rosario/12.
Si se trata de permanencia en cartel, la propuesta de The Jumping Frijoles y su desafío basado en la improvisación, asoma relevante. “Hace 19 años que estoy en el grupo, y es innumerable todo lo que me aportó: trabajo en equipo, colectivo, independiente, crecimiento en lo actoral, gracias a un entrenamiento ininterrumpido en la improvisación, el cuerpo y la voz”, señala Marcela Ruiz, integrante del grupo que dirige Cristian Marchesi. “Las funciones ininterrumpidas durante todos estos años nos han dado una rapidez mental y de concreción incluso para acordar y realizar otro tipo de actividades, sean o no teatrales. Creo que el grupo nos aporta una fuente de alegría y de trabajo constante, algo que es muy difícil en Rosario, y que sólo interrumpió la pandemia. En cuanto al ciclo, que sea de entrada popular y acerque al teatro, más aún en este momento, me parece valioso; en nuestro caso, a partir de un espectáculo de humor en el que durante más de una hora estás a las carcajadas”, agrega.
Sobre La medicina de Moliére, pieza ganadora de la séptima edición de la Comedia Municipal de Teatro Norberto Campos, su director Adrián Giampani cuenta que “la obra fue una experiencia muy importante en lo personal y grupal; de alguna manera, surge a partir de mis propias experiencias con cuestiones de la salud, y fueron muy significativas las respuestas por parte del público, muy efusivas. Recibimos comentarios que hablaban no sólo sobre lo bien que lo habían pasado sino de lo que les hacía pensar. Estamos hablando de la salud, la enfermedad y la medicina, desde un lugar crítico, valorando a la medicina que se acerca a las personas. Fue bien recibido incluso por el personal de la salud, muchos de los cuales se acercaron a agradecernos. Lo que notamos ahora es que la obra adquiere una vigencia mayor, a partir de cuestiones que nosotros ya habíamos tomado como tema y con palabras que hace dos años no usábamos, como ‘protocolo’. Es algo que tiene una actualidad impensada, y estamos ansiosos por ver cómo impacta hoy”.
Por su parte, De cómo estar juntos, una comedia de bodas fue co-dirigida por Paola Chávez y Romina Tamburello, en una apuesta que como distingue Chávez, se preocupó por orientar las posibilidades del teatro independiente hacia “un mercado si se quiere un poco más ‘comercial’, palabra que hasta hace un tiempo parecía estar prohibida. Cuando decidimos ir por ese lado fue extraña la recepción, no sólo de los colegas, sino del circuito en el que queríamos estar. Como en los espacios en los que queríamos trabajar eran de gran convocatoria, eso significaba que nuestra apuesta tenía que ser mucho más grande, y la confianza para con nosotros de parte de estos circuitos, también. Por suerte existen ciclos tanto a nivel municipal como provincial que brindan espacios para que el teatro local desarrolle sus propuestas. Las respuestas por parte del público fueron siempre muy variadas, creo que por su temática invita a todos a sentirse parte de la obra. ¿Quién no estuvo en un casamiento?”.
El caso de Frankenstein, un amigo diferente agrega otras particularidades; como dice su directora, Simonel Piancatelli, “si bien basada en el libro de Mary Shelley, la nuestra es una obra muy autorreferencial. A través de diferentes personajes se relaciona con mi infancia y adolescencia, de ahí nace esta inquietud. Nos llevamos una grata sorpresa cuando la comenzamos a escribir con mi asistente, Francisco Alonso, porque no queríamos hacer una obra más de teatro infantil, sino para todas las familias, en donde el adulto que acompaña no tenga que estar mirando el techo (risas). Tratamos de captar todas las generaciones, y ese efecto fue por demás gratificante. El público adolescente es el que más nos sorprende, se queda atrapado en esta historia, donde puede empatizar. También porque la obra surge de representar cuestiones como el bullying, la aceptación de lo diferente, las inseguridades de la adolescencia, el rol de los padres. Cada generación capta lo que tiene que captar, y eso es algo que a la obra le funciona. La gente termina entendiendo más que nosotros; cada espectador hace su propia historia y eso es hermoso”.