Sin mediar palabras, Los Fabulosos Cadillacs salieron al escenario con la fuerza de una ametralladora y se despacharon con “Mi novia se cayó en un pozo ciego”, un clásico de la banda, frente a miles de personas que se acercaron ayer a los bosques de Palermo, en Dorrego y Figueroa Alcorta. El motivo no era sólo musical. Organizado por Mundo invisible y Red Solidaria, la banda brindó un recital gratuito a beneficio de los damnificados por las inundaciones en Comodoro Rivadavia. El objetivo, además de celebrar la música, era recaudar donaciones (pañales, agua potable, alimentos, artículos de higiene personal y de limpieza) para asistir a la comunidad que sufrió la destrucción de dos mil viviendas por un temporal que afectó a más de cien mil personas. El intenso fenómeno que azotó esa región a comienzos de abril dañó cañerías y, entre otras cosas, privó a los vecinos de la provisión de agua potable.

Después de la tormenta y el alud que llenó de barro la zona, en la provincia hubo miles de evacuados, cese de clases y cortes de rutas nacionales y provinciales. “Gracias por venir, por juntarnos hoy acá. Es un honor y una felicidad ayudar (a la comunidad de Comodoro Rivadavia), aunque sea en pequeña medida. Disfruten este momento”, dijo Vicentico desde el escenario y fueron casi las únicas palabras que salieron de su boca. El resto, fiesta y canciones durante toda la tarde. Es que antes de Los Cadillacs se presentaron los grupos del hijo de Flavio Cianciarullo, Astor Cianciarulo (Visión) y el del hijo de Vicentico, Florián Capello (Cállate Mark). Durante el concierto, se llenaron cuatro camiones de 25 toneladas con donaciones, que se suman a otros veinte que partieron hacia las zonas afectadas.

“Estamos trabajando hace 21 días con la campaña Fuerza Comodoro. Más allá de los camiones con donaciones y la ayuda, se trata de un gesto y un abrazo para la comunidad de Comodoro Rivadavia que está sufriendo una pérdida importante en un montón de situaciones. Por la magnitud de lo que pasó, vamos a trabajar uno o dos años con ellos”, le dice a PáginaI12 Racu Sandoval, uno de los directores de Red Solidaria. “Estamos culminando una primera etapa y ya estamos empezando a pensar en el regreso a casa y a las escuelas, que tienen agua y barro de un metro. Estos camiones van a tres escuelas de los barrios más postergados de Comodoro”, detalla Sandoval. Durante toda la semana se recibieron donaciones en la Facultad de Ciencias Económicas y en el Estadio de River Plate. “Estamos agradecidos de poder ayudar a nuestros hermanos argentinos”, dijo luego Juan Carr, de Red Solidaria.

El clima otoñal y las bajas temperaturas porteñas no impidieron que se concentrara una buena cantidad de gente. Desde la tarde, cuando el sol aún regalaba su brillo, se acercaron grupos de amigos y familias con sus niños dispuestos a disfrutar del espacio verde. Sobre el piso o cualquier rinconcito, se activaban mates, galletitas y alguna cerveza. Un ambiente familiar y amigable reinó durante todo el evento. En ese contexto, Los Cadillacs no anduvieron con vueltas y entregaron un repertio repleto de clásicos de la banda. Más allá de que todos estaban a favor de lo que pasaba sobre las tablas, lo cierto es que el grupo liderado por Vicentico se encuentra en perfecto estado de salud. Un sonido enérgico –con una sección de vientos bien al frente– y poderoso atravesó canciones imbatibles como “Mal bicho”, “Matador”, “Carnaval toda la vida”, “Demasiada presión”, “Calaveras y diablitos”, “Manuel Santillán, el león” o “Siguiendo la luna”. Abajo, miles bailaron y corearon los estribillos. Entre el público, flameaba una bandera amarilla que con la ya clásica frase “Macri gato”.

“Esta es una forma de darle visibilidad a una problemática y un motivo para que la gente quiera acercarse”, entiende Sandoval. “El arte en todos sus aspectos siempre es una excusa para que la gente participe y nosotros estamos muy relacionados con los artistas, que siempre nos dan una manos cuando, por ejemplo, hacemos las cenas para la gente de la calle. Los artistas, además, tienen credibilidad y tienen una llegada mayor a la comunidad”. En tanto, Cianciarullo, el bajista histórico del grupo, corría por todo el escenario y se incendiaba con “El genio del dub”, una pieza psicodélica que demuestra la versatilidad del grupo, que va de la canción melódica al ska más furioso y punk.