Se supo en la semana que a través de la plataforma Famosos.com, personalidades de la farándula y también del fútbol -como el Flaco Schiavi o el Pibe Valderrama- se ofrecen para enviar un saludo personalizado, para regalo de cumpleaños, bodas, eventos o simplemente para saludar a algún fanático. El equipo de Peligro de Wolf descubrió que un conocido Director Técnico argentino, actualmente desocupado, que dirigió en algunos equipos de del ascenso, fue contratado por una pareja de novios del barrio de Villa Urquiza, no para hacer un saludo de casamiento, sino para oficiar de sacerdote y casar a la pareja en cuestión, por un monto en dólares nada despreciable.

Transcribimos acá la charla técnica que realizó este DT para casar a la pareja:

“Primero que nada, quiero agradecer a la afición que se hizo presente en este hermoso lugar. Estamos reunidos aquí para unir en matrimonio a Rodrigo y Mariana, dos grandes valores que juegan juntos y se dan pelota desde inferiores, que se aman más que Riquelme al Predio de Boca en Ezeiza y que esperan ser una pareja tan unida como Mariana Nannis y el quilombo.

El matrimonio es un partido de fútbol y si queremos ganarlo tenemos que empezar a jugarlo desde el minuto cero. A partir de hoy ustedes son un equipo. Un equipo que precisa actitud y respeto para ser victorioso. Al principio les puede costar encontrar el ritmo futbolístico. Pero no hay que desesperarse, habrá que regular las energías y darse cuenta cuándo acelerar y cuándo frenar. Sabemos que el matrimonio es un partido difícil, que tiene momentos buenos y malos. No hay que calentarse ni patear la pelota a la tribuna ni citarse en Segurola y Habana para resolverlo a piñas. Para nada.

Hay que transpirar la camiseta en el trabajo y en el hogar y dejar todo en la cancha para controlar el partido jugado en el hogar desde la primera pelota hasta el último minuto de descuento.

Porque, les advierto, tienen que estar preparados: el matrimonio es desgastante por momentos, por eso no hay que desfallecer con algún resultado adverso, combatirlo con aguante, para no irse a la B. Les repito, la vida es un rival complicado y duro, depende de ustedes hacer los méritos suficientes para ser felices como familia, tener hijos si lo desean y llevarse los tres puntos.

Y recuerden, el amor es la bandera del equipo y la mayor promesa de gol. Si lo perdemos, no lo canten, no lo griten, no se abracen.

Les voy a hacer una pregunta cortita y al pie:

Vos, Mariana, ¿aceptás a Rodrigo, como tu legítimo esposo, para amarlo y respetarlo, en el primer tiempo como en el segundo, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, y serle fiel por sobre todas las cosas desde el primer entrenamiento hasta colgar los botines?

-Sí, acepto, Profe.

-Y Vos, Rodrigo, ¿Aceptás a Mariana, como tu legítima esposa para…? buen, ya escuchaste, no voy a repetir todo otra vez…¿aceptás jugar cada pelota de primera, tanto en goleada como en la derrota más humillante?

-Sí, DT

-Si así no lo hiciereis, Dios, su Hijo Diego desde el cielo y el VAR os lo demanden.

Bien, antes de arrojar papelitos y hacer la ola, pregunto, si hay alguien de los presentes que conoce algún impedimento, obstáculo, artículo del Reglamento General de la AFA o dificultad por lo que pueda anularse esta boda, o quiera jodernos esta charla técnica sin esperar hasta la conferencia de prensa, hable ahora o calle para siempre, pero por favor piénselo bien, ya está el salón alquilado, el catering comprado, no moleste por tonterías, porfa…

Bien, entonces, jugadores de la vida los declaro: compañeros de equipo o bien, marido y mujer.

Pueden salir a la cancha y besarse… manteniendo el distanciamiento social y con barbijo, carajo…

Por último les advierto que lo que el Barba o su hijo Diego ha unido nadie lo podrá separar, a menos que contraten a un buen abogado que haga quilombo en la Conmebol o la FIFA y gane en el escritorio lo que no supo ganar en el campo de juego de la vida.

Quiero dedicar este casamiento a mi mujer, a la familia que me contrató y a todos los que me conocen. Buenas noches, muchas gracias.