Al menos ocho personas fueron asesinadas y varias quedaron heridas en la ciudad estadounidense de Indianápolis luego de que un hombre con un fusil comenzara a disparar a mansalva en la sucursal de una empresa privada de correos.

Se trata del tercer hecho de este tipo que ocurre en ese país en lo que va del año, con un saldo total de 22 personas acribilladas.

Esta vez, el tiroteo tuvo lugar anoche, alrededor de las 23, dentro de una de una planta de FedEx ubicada cerca del aeropuerto internacional de Indianápolis. "Vi al individuo con un subfusil o un rifle automático y empezó a disparar al aire libre. De inmediato me agaché, tenía miedo", dijo Jeremiah Miller, un empleado del lugar.

Los ocho muertos fueron encontrados adentro de las instalaciones de esa empresa, precisó la vocera de la policía local, Genae Cook, quien aseguró que el atacante se suicidó.

Varias personas con heridas de arma de fuego fueron trasladadas al hospital de la ciudad, mientras los investigadores están tratando de determinar las causas del caso.

A través de un comunicado, la empresa dijo estar "al tanto del trágico tiroteo ocurrido en nuestra planta cerca del aeropuerto de Indianápolis", pero no dio más detalles.

En ese lugar trabajan alrededor de 4 mil personas y se presume que todas las víctimas eran empleados. Timothy Boillat, uno de los testigos relató: "Tras escuchar los disparos vi un cuerpo en el piso". "Afortunadamente estaba lo suficientemente lejos y el agresor no me vio", agregó.

No es el primer hecho de este tipo que ocurre en Estados Unidos durante este año y en plena pandemia. El 22 de marzo pasado, diez personas murieron en un tiroteo en una tienda de comestibles en Boulder, Colorado.

Días después, cuatro personas, entre ellas un niño, fueron asesinadas a tiros en un edificio de oficinas del sur de California. Casi 40 mil personas mueren cada año en Estados Unidos a causa de las armas, más de la mitad son suicidios.

El presidente Joe Biden anunció este mes seis medidas para contener la "epidemia" que a su entender es la violencia causada por las armas de fuego en el país. Presentó un plan limitado para prevenir la propagación de armas de fabricación artesanal, que son imposibles de rastrear en caso de ser utilizadas en un crimen.

También propuso aumentar las regulaciones para los soportes de brazo diseñados para estabilizar el arma, un dispositivo usado por el sospechoso del tiroteo de Colorado.

Biden indicó que sus propuestas son solo un punto de inicio y llamó al Congreso a legislar para lograr medidas como el control de antecedentes y terminar con la venta de fusiles de asalto que muchas veces son el arma utilizada en los tiroteos masivos.