La cifra 201 tiene, para la historieta argentina, el significado de una odisea pesada: fue en esa edición de la revista Gente donde comenzó a publicarse el 29 de mayo de 1969 El Eternauta versión Oesterheld- Breccia, una “obra maldita” según el bautismo de Carlos Trillo y Guillermo Saccomanno en aquel inolvidable (e inobjetable) prólogo de Ediciones de la Urraca en 1982.

Pocas veces un adjetivo tan bastardeado estuvo tan bien puesto, porque El Eternauta II fue maldecido por el hecho de intentar lo imposible: la convivencia entre un lenguaje de raíz netamente experimental como es la historieta, y un lenguaje cristalizado, sometido a los caprichos de la comunicación, de la facilidad y de la banalidad, como era (y sigue siendo) la publicación de la editorial Atlántida. El resultado fue el esperado: nadie soportó los contrastes entre el expresionismo feroz de Breccia y la dirección política/poética de las palabras elegidas por Oesterheld, con la gráfica normalizada de la publicación. Aquello que se vislumbraba ya como una anomalía terminó confirmándose cuando los editores de Gente, en la edición 217, salieron a pedir disculpas a sus lectores, a defenestrar el trabajo de la dupla, y a dar por terminada la experiencia.

El Eternauta termina siendo una mancha en el medio de una revista que, intentando estar a tono con los años que corrían, no soporta el peso de la tinta y de una nueva política de las formas, cayendo en su propia trampa (…) La compleja convivencia entre dos materiales, en principio opuestos, nos resulta clave para entender las tensiones entre historieta y cultura popular, historieta y arte contemporáneo, e historieta y política”.

Eso observaron y afirmaron los integrantes del colectivo de investigación y experimentación Un Faulduo (formado por los artistas gráficos Nicolás Daniluk, Ezequiel García, Nicolás Moguilevsky y Nicolás Zukerfeld), tras la pregunta: ¿qué pasaría si hacemos un cruce entre “El Eternauta” y la Gente intervenido por Un Faulduo? El resultado de la intrusión en aquel duelo gráfico de 1969 arrojó nuevos sentidos de lectura como: la aparición de El Eternauta en GENTE evidenció que la grieta con “los ellos” es del orden estético.

El trabajo de indagar sobre “esas políticas de las formas” -como lo denomina el grupo- comenzó a fines de 2019, y desde entonces se encuentran estudiando las tensiones entre los dos lenguajes pero no desde lo discusivo sino desde el aspecto gráfico: al choque entre la impronta Breccia y la compleja trama de signos que se cruzan en las páginas de la revista (titulares, fotografías blanco y negro y color, publicidades, epígrafes, etc.), le sumaron la huella del presente -de trazos y tinta- de los cuatro integrantes del colectivo.

Así, la mancha negra del arte se va extendiendo hacia todas las páginas de la publicación dejando algunas cuestiones en evidencia como por ejemplo, la libertad en la que se mueve la historieta frente a la tiranía que impone el diseño. Ese proceso de contaminación o “montaje involuntario” abre puertas a nuevas lecturas políticas y sociales sobre aquellos años: “el comienzo del período de los grupos guerrilleros armados en el continente (y su posterior exterminio por parte de las dictaduras que tomaron el poder en América Latina) y los cambios culturales post mayo del ’68”. No es un dato menor que El Eternauta II se haya publicado el mismo día que se inició el Cordobazo.

Invitados el año pasado al Festival Fumetto de historieta experimental en Lucerna (Suiza), suspendido luego por pandemia, Un Faulduo realizó un catálogo de 36 páginas (editado por Tren en Movimiento) que lleva el título de Desde hoy: El Eternauta, y donde se muestran los primeros resultados de una investigación que continúa en proceso de producción y que tiene destino de próximo libro.

¿Qué muestra ese primer ensayo? Que las dimensiones de la idea son poderosas y que su interior cargada de múltiples reformulaciones de sentidos por explorar. Porque al reescribir, intervenir, cruzar o contaminar escenas de la aventura de Salvo con las publicidades de ese ejemplar de Gente, se produce el milagro de leer otra revista, de ver otra historieta, y de comprender una vez más todo lo no dicho por los grandes sectores de la prensa argentina siempre ocultos detrás de las sonrisas complacientes de Roberto Galán y otros personajes olvidables. Es evidente cómo el drama advertido/denunciado por Oesterheld, choca con una sociedad que opta por el silencio.

Sin embargo, y aunque todo esto suene a ensayo teórico, la propuesta de Un Faulduo no lo es. Como ya se dijo, ellos mismos ponen manos a la obra e intervienen en este collage de metáforas contradictorias, visializando un tapiz de escenas inquietantes.

Así, por ejemplo, frases de una publicidad de Radio Libertad sobre el campeonato metropolitano de 1969 estallan en significados al juntarse con el perfil de Salvo bajo el desolador traje aislante; o cuando se interviene un anuncio de la fragancia Old Spice con viñetas de la escena de aquel vecino incrédulo abriendo las ventanas de su casa para entender de qué se trataba la nieva mortífera. Todo es sorpresa.

Desde hoy: El Eternauta cuenta la melancólica historia de uno o varios hombres y mujeres deambulando como fantasmas o Eternautas en las nieves del tiempo. Hombres y mujeres entre el fin de una década y el comienzo de otra. Hombres y mujeres perdidos entre la política y el espectáculo, entre la violencia del Estado y un estado de violencia. Pero también la historia de una mancha, oscura, profunda; la de la sangre de los muertos, la de los escritos de Oesterheld o la tinta de Breccia, que salpicarán cada pliego, texto y margen de la revista, haciendo estallar no solo la historieta, sino también el pasado, el presente y el futuro”, explican en el catálogo.

Luego de este inicio prometedor, los artistas prometen seguir la odisea de la mancha Breccia a través de las páginas de esa revista marcada para siempre con la cifra 201: “El trabajo se complejiza a tal punto que nos propusimos comprimir todo El Eternauta en esa misma edición, solo preservando las tres páginas originales, pero interviniendo por completo el resto de ese número paradigmático”.

Link del grupo experimental: https://www.unfaulduo.com/