Recién llegada, sin juez y sin fiscal. Así está la investigación de espionaje ilegal macrista que hasta el jueves tramitó en Lomas de Zamora y que marcó gran parte del pulso político-judicial durante el último año. A esa situación se llegó después de que la jueza federal María Eugenia Capuchetti se excusara de intervenir por haber sido ella misma víctima de la vigilancia de los servicios de inteligencia durante el gobierno de Mauricio Macri.

Capuchetti recibió el jueves por la tarde el expediente que estaba en manos de su colega Juan Pablo Augé y de los fiscales Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide. Ella había quedado a cargo de la causa a raíz de un planteo que había hecho el exdirector general de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Gustavo Arribas para que la investigación quedara en Comodoro Py, aduciendo que la sede central de la exSIDE --desde donde él trabajaba-- estaba en la Ciudad de Buenos Aires, por lo que no correspondía que Lomas de Zamora siguiera entendiendo. Con idas y vueltas, la Cámara Federal de Casación --con los votos de Mariano Borinsky y Javier Carbajo-- terminó convalidando la postura del amigo de Macri. 

Capuchetti, por el contrario, nunca había reclamado la competencia. Este viernes informó que iba a excusarse porque ella misma fue víctima de la intrusión de la AFI. En la causa en la que se investiga cómo se usaron las bases de la Dirección Nacional de Migraciones (DNM) para el espionaje se encontraron registros que desde la sede central de la propia AFI habían ingresado tres veces a los registros migratorios de Capuchetti el 20 de marzo de 2018, cuando todavía no había sido designada en el juzgado que dejó vacante Norberto Oyarbide.

Capuchetti puso como ejemplo que en la causa que se instruyó en Lomas también recurrieron los espías a las bases de Migraciones. Por ejemplo, el 5 de enero de 2018 Leandro Araque le avisó a Jorge “Turco” Sáez que Jorge Ferraresi había viajado el 30 de diciembre con toda la familia y no había vuelto.

Al igual que lo hizo en la causa de Migraciones, Capuchetti terminó excusándose en la del espionaje. “Iguales razones me llevan a inhibirme en los presentes actuados, toda vez que aparecen investigadas aquellas maniobras de inteligencia ilegal que habían sido adoptadas en el interior de la Agencia Federal de Inteligencia, que se corresponden con el plazo temporal de los hechos aquí investigados”, escribió la jueza.

La Cámara Federal debería sortear a un nuevo juez que entienda en la causa. Una de las curiosidades es que el presidente de la Cámara, Martín Irurzun, también figura como víctima en Lomas, lo que muestra con la complejidad que avanzará esta causa en los tribunales de Comodoro Py. Hay quienes ya hacen listados de los jueces que tienen causas vinculadas al accionar de la AFI. Entre ellos están Marcelo Martínez de Giorgi, Sebastián Ramos, Ariel Lijo y Luis Rodríguez, entre otros.

Hay otros que sostienen que hay que prestar atención a la causa de Migraciones porque allí son varios los jueces que habrían sido víctimas de los espías durante el macrismo. Sin ir más lejos, en la última semana se excusó de continuar interviniendo en el expediente el juez que reemplazó a Capuchetti al frente de esa causa, Sebastián Ramos, después de haber encontrado que hay 16 registros de haber consultado las bases de Migraciones en busca de sus movimientos. El expediente está ahora en manos de Martínez de Giorgi, que debe resolver todavía su acepta la excusación de su colega.

Al momento de definir dónde seguiría la causa de Lomas de Zamora, la camarista de Casación Ángela Ledesma quedó en minoría, pero señaló que sacarla de manos del juez Augé y de los fiscales podría --cuanto menos-- demorar su trámite. Parece que en Comodoro Py no será del todo fácil encontrar un juez que quiera o pueda hacerse cargo. La Corte debería tener la última palabra sobre si permanece en Retiro o vuelve a Lomas de Zamora, de donde la causa se fue con 39 procesados, incluidos Arribas, Silvia Majdalani, los Súper Mario Bros, el exdirector de Jurídicos de la AFI Juan Sebastián de Stefano y el exdirector del Servicio Penitenciario Federal (SPF) Emiliano Blanco.

Una vez que la causa consiga juez o jueza deberá resolverse otra situación sensible: la del fiscal a cargo. En 2020, Capuchetti estuvo de turno con el fiscal Carlos Stornelli, que siempre reclamó que la causa viajara a Comodoro Py. Sin embargo, sorpresivamente, en febrero el fiscal presentó un escrito para apartarse. No lo hizo por estar procesado en la causa de espionaje de Dolores, sino por ser querellante en la causa del "OperativoPuf" que la Cámara Federal reactivó recientemente. En las últimas horas, los abogados Graciana Peñafort y Alejandro Rúa lo recusaron por sus andanzas con Marcelo Sebastián D'Alessio.