"Los números de Vicentin son demasiado grandes como para imaginar una solución en el concurso preventivo que termine dejando conforme a todos los acreedores. Por algo hay, además del concurso, cinco causas penales abiertas en su contra. Hay que avanzar sobre los administradores de la empresa que la trajeron a esta situación". El diagnóstico preocupado es del economista y docente de la UNR Sergio Arelovich, uno de los veedores designados por el juez Fabián Lorenzini en el proceso judicial sobre el que se gestiona la cesación de pagos de la agroexportadora.

Los veedores (además de Arelovich, Juan José López Forastier) vienen de cuestionar a la Sindicatura del concurso, por entender que siempre justificó el proceder de los directores de Vicentin, y convalidó las explicaciones de que el multimillonario default declarado en diciembre de 2019 se debió a factores externos, ajenos a la voluntad de la empresa. Sumado a ello, el Banco Central de la República Argentina prohibió a Vicentin operar en el mercado de cambios y realizar pagos al exterior. Y, por si fuera poco, está el crítico informe de los auditores, del que Rosario/12 dio cuenta en sus ediciones de domingo y lunes, y que describe el ocultamiento de información y la ingeniería contable aplicada a disimular millonarias maniobras de vaciamiento patrimonial en perjuicio de la masa de acreedores, entre 2017 y 2020.

Los observadores del concurso van ya por el octavo informe entregado al juez concursal y consideran harto probada la intención dolosa del vaciamiento de Vicentin SAIC, la razón social que ha sido entregada a la masa de 2500 acreedores que reclaman más de 1000 millones de dólares, entre toneladas de granos entregadas y no pagadas, y préstamos y descubiertos con bancos internacionales y –el mayor perjuicio– Banco Nación. 

"Los hechos se acumulan desde el primer día. Hay que mirar el conjunto de empresas y observar los movimientos. Han ido apareciendo novedades que acreditan mucho más, de manera documentada, las presunciones que teníamos a priori. Esta resolución de ayer (la suspensión de operar en mercado de cambios y en el exterior) está vinculada a esa situación", dedujo Arelovich por radio Sí 98.9. En rigor, la suspensión la decretó el Banco Central, debido a que Vicentin le adeuda al fisco 140 millones de dólares por exportaciones de 2019 que nunca liquidó.

"No es casualidad que fuera del ámbito de la Justicia comercial, hay 5 causas penales abiertas por penales falsos, defraudación, etcétera, tanto por entidades públicas como acreedores privados", agregó. 

Tantos informes adversos que obran en manos del juez Lorenzini se ventilarán este viernes, cuando se realice la asamblea general ordinaria para tratar el balance cerrado al 31 de octubre del año pasado. Las conclusiones de Arelovich y López Forastier sopesan que ese balance y el anterior (que, además, fue presentado con mucha demora) dieron negativo, con estridentes pérdidas de capital accionario y patrimonial. 

"Hasta ahora, lamentablemente, no se avizora cómo se podrá hacer para salir de esta situación, de conformar algo que resulte atractivo a los acreedores en conjunto, sin lesionar lo que cada uno debe cobrar", se sinceró el veedor. "Los números son demasiado grandes como para imaginar una solución que termine dejando conforme a todos", agregó. En buen romance, la definición coincide con lo que ya los diputados de la comisión legislativa de seguimiento al concurso habían predicho como inexorable: que el juzgado declarará finalmente la quiebra de Vicentin SAIC, como desenlace de un proceso premeditado por quienes gestionaron el grupo al menos desde 2017.

"No fue un conjunto de decisiones que salieron mal, como el directorio pretende, y como la Sindicatura convalida. El último informe de la veeduría indica y señala en forma crítica el acompañamiento que en general la Sindicatura concursal ha tenido respecto de lo que opina la empresa", resumió Arelovich acerca del informe presentado el lunes al juez de Reconquista. 

"Tanto uno como otro ponen énfasis en que Vicentin –prosiguió el veedor– llegó al concurso por razones ajenas a la administración de la empresa: la devaluación, el resultado de las PASO, la sequía, la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Es decir, todas causas ajenas, como si dijeran que ellos no tuvieron nada que ver. Y no es así, no porque nos parezca sino porque la propia documentación que aporta la empresa indica eso. Hay que avanzar sobre la administración de la empresa y su responsabilidad. Si hubieran sido causas ajenas, no se explica porqué entonces solo Vicentin resultó afectada de manera tan cruenta, y ninguna otra empresa más del complejo oleaginoso". inquirió.