Las fuerzas de seguridad españolas detuvieron ayer a nueve personas, algunas de ellas vinculadas al parecer con los atentados del año pasado en Bruselas, durante una gran operación antijihadista en Barcelona, noreste de España.

Los arrestados son hombres de entre 30 y 40 años y nacionalidad marroquí, a excepción de uno español, y fueron detenidos por pertenencia a organización terrorista y delitos vinculados al crimen organizado, precisó la Policía de Cataluña (Mossos d’Esquadra). El consejero de Interior del gobierno catalán, Jordi Jané, confirmó que parte de los detenidos están al parecer vinculados a los autores de los atentados que en marzo del año pasado dejaron más de una 35 de muertos en el metro y el aeropuerto de Bruselas. 

“En los 12 registros llevados a cabo desde la madrugada en Barcelona y alrededores fue requisada una importante cantidad de dinero, drogas y armas, junto con archivos informáticos que serán de gran utilidad para los analistas, añadió Jané. El consejero aseguró que no hay indicios de que los detenidos planearan atentar en España. “Nunca estamos exentos de sufrir un atentado, pero tenemos confianza en los cuerpos de seguridad, que hacen bien su trabajo a favor de la prevención y seguridad”, aseguró.

Los detenidos llevaban unos 20 años viviendo en España, pero viajaban frecuentemente a Marruecos y diversas ciudades europeas. En el marco de la misma operación se llevaron a cabo ayer varios registros en Marruecos en los domicilios de familiares de los detenidos. Las investigaciones policiales apuntan a que los principales detenidos tuvieron contacto con Yassime Attar, que fue detenido por su implicación en los atentados terroristas a los que supuestamente dio apoyo logístico. Attar es a su vez hermano del supuesto cerebro de los atentados, Ossama Attar, a quien la policía belga busca. Los ahora detenidos en Barcelona fueron vistos en Bélgica poco antes de los atentados, según fuentes cercanas al caso.

Más de 350 agentes de los Mossos, la Policía Nacional y la Policía belga participaron en los registros de Barcelona, fruto de una investigación que comenzó hace ocho meses gracias a una llamada anónima de un vecino alertando sobre implicados en tráfico de droga. Desde entonces, los investigadores lograron reconstruir una compleja red de relaciones entre parte de los sospechosos y los detenidos por los atentados de Bruselas. La Policía catalana compartió información con la belga, la Policía Nacional y la Inteligencia española.

El máximo responsable de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, coincidió en que no hay indicios de que los arrestados planearan atentar, pero aseguró se trata claramente de la operación más importante realizada hasta ahora contra el jihadismo en Cataluña. Hace dos años, en abril del 2015, los Mossos d’Esquadra desarticularon en la región a otra célula jihadista que planeaba en ese momento un atentado en Barcelona. La operación acabó entonces con 14 detenidos.