“La ley de drogas es la misma que fue siempre, por ahora no cambió nada. Ya sea que tenga un porro, o medio porro, lo puedo llevar (presa/o) igual, la ley castiga lo mismo”. La afirmación la hace un policía uniformado, en un video difundido este sábado por las organizaciones que realizaron una nueva marcha --virtual por la pandemia--, reclamando la legalización del consumo de marihuana. La afirmación del policía confirma que la mentada “lucha contra el narcotráfico” les sigue apuntando, en primer lugar, a consumidores y consumidoras, a pesar del fallo de la Corte Suprema que declaró inconstitucional esas detenciones.

En un comunicado, las organizaciones subrayaron que “no hay pandemia que detenga la criminalización de las personas que usan drogas ilegalizadas o cultivan cannabis para uso privado en Argentina”. Señalaron que “lo mismo ocurre en la mayor parte del mundo”. En el video difundido por las organizaciones que integran el Acuerdo por la Regulación Legal del Cannabis, se denuncia la persecución al consumo y no al narcotráfico, como se quiere hacer creer. La paradoja queda en evidencia mediante la exhibición del “propio material que aportan las fuerzas federales y policías de todo el país a los medios de comunicación”.

Durante el primer año de pandemia “siguieron las detenciones por tenencia de cantidades claramente destinadas al consumo personal y los allanamientos y secuestros de plantines y plantas, que son luego exhibidos como ‘golpes al narcotráfico’". Recalcaron que ante lo grotesco del caso “buena parte del público ya empieza a burlarse en la redes sociales de esta exhibición medieval, donde se quieren hacer pasar por traficantes, por ejemplo, a personas que cultivan para evitar justamente acudir al mercado de drogas ilegalizadas”.

En el video se menciona que, en cumplimiento de la Ley de Drogas 27.737, “cientos de personas son detenidas a diario en la calle, en las plazas, en las estaciones de tren, sólo por fumar marihuana”, mientras que “a otras las paran en los controles vehiculares, para sacarles cantidades que claramente están destinadas al consumo personal”.

“La semilla hasta el porro, pasando por la planta, todo es ilegal, una planta, dos plantas, tres plantas, es lo mismo”, insiste el policía citado en el video. En ese marco, los que cultivan “son víctimas de allanamientos espectaculares sólo para arrancarles sus plantas, que luego se pesan con tierra, tallos y hojas para que las fuerzas policiales justifiquen” los supuestos “golpes contra el narcotráfico, ante medios de comunicación que no cuestionan ni preguntan y todo esto ocurre muchas veces ante niñas, niños y adolescentes que ven cómo sus padres y madres son esposados y trasladados en patrulleros delante de todo el barrio” en el que viven. Muchas de esas personas “permanecen meses en comisarías, hacinadas, hasta ser liberadas”, mientras que otras reciben condenas condicionales o de cumplimiento efectivo.

La privación de la libertad afecta siempre a “perejiles” presentados como supuestos “narcotraficantes”. Eso lleva a que la mayoría pierda sus trabajos y que no puedan acceder a uno nuevo, porque quedan con antecedentes penales.

En el video se afirma que “en la mayoría de las fiscalías y juzgados se sigue avalando o impulsando esta maquinaria para hacer cumplir una ley cruenta y violatoria de derechos básicos como la intimidad, la autonomía y el derecho al libre desarrollo de la personalidad”.

Todo esto sigue ocurriendo, a pesar de que “hace más de diez años la Corte Suprema de Justicia de la Naciòn declaró inconstitucional penar el uso de drogas para uso personal”. Sin embargo, “este fallo no puede modificar la Ley de Drogas, porque esto debe hacerlo el Poder Legislativo”.

Por eso, una vez más, desde el Acuerdo por la Regulación Legal del Cannabis, más de 50 organizaciones se sumaron a la Marcha Mundial de la Marihuana para exigir que “no se criminalice más el consumo de drogas y el autocultivo, que se permitan los clubes sociales de cannabis y se regule este mercado”. El Acuerdo reúne a organizaciones no gubernamentales de derechos humanos, ciencias sociales, seguridad, educación, diversidad sexual y salud mental, sindicatos, defensorías públicas, asociaciones de reducción de daños y de activismo cannábico.

El video fue editado por Alejo Araujo, Área Comunicación de RESET - Política de Drogas y DDHH. Locución: María Clara Barrenechea