Forjar un proyecto editorial en pandemia es una decisión que parecen dispuestos a afrontar los escritores catamarqueños Enrique Traverso y Juan Francisco Uriarte. La dupla creativa asumió desde un perfil muy bajo, pero que sin dudas está oxigenando el ambiente literario local, la tarea de leer, escuchar y hablar de literatura en sus talleres semanales, y de conocer, rescatar y publicar a autoras y autores contemporáneos de Catamarca.

Desde Maíz Rojo, su emprendimiento editorial, van a publicar este mes a 21 escritoras y escritores. Será la primera antología de estas características en la provincia, en momentos en que el fomento a las letras se encuentra en preocupante letargo.

“21 X 21 Narrativa catamarqueña hoy”, tiene 61 relatos para quienes quieran conocer qué se escribe en Catamarca hoy: “Este libro reúne narraciones de autores que habitan esta provincia, con distintas edades y que en muchos casos perfilan estilos bien diferenciados”, prologan los editores.

Traverso y Uriarte adelantan que “la mayoría reside en San Fernando del Valle, ciudad de pocas luces de neón, pero representa a las regiones lingüísticas de sus pueblos de origen. Los hay del norte catamarqueño, del este, del noroeste y del llamado Valle Central”. 

Con el ojo agudo de dos apasionados de las letras, comparan que “el sello costumbrista que prevaleció hasta la década del setenta, fruto de los movimientos estéticos de los 50/60 está prácticamente ausente. En vez, se abre paso una narrativa no carente de ruralidad, a través de la que se cuela el estar del hombre de estas latitudes, sus fantasías, y la cosmovisión propia de un híbrido en el que, también, subyace una lógica distinta a la cartesiana, heredada del pensamiento de las antiguas y los antiguos habitantes”.

Catamarca/12 llegó hasta el pie de la sierra de El Gracián, en La carrera, Fray Mamerto Esquiú, el ambiente creativo de la dupla.

-¿Qué lleva a dos escritores contemplativos a enredarse en un sello editorial en cuarentena?

-Traverso: Es un salto al vacío. Pero es lo que amamos hacer. Sentimos que somos habilitadores. Yo no me siento ni crítico ni maestro de escritura. Solo soy un tipo que da un taller donde ejercito la lengua, charlamos sobre literatura, hay una búsqueda en esto. Hay que difundir esa literatura en las escuelas, en los pueblos, en las radios. Curiosamente la pandemia trajo un ensimismamiento, y la gente se puso a leer. En este sentido vino bien la pandemia.

-Uriarte: Nuestra sensación como libreros, es decir como amantes de los libros, es que nos quedamos cortos en Catamarca con la cantidad de librerías, con las editoriales. Falta mucha más literatura escrita, impresa y leída en Catamarca. Eso fue un poco el impulso.

-Entraron por la puerta grande, con Luis Franco…

-Traverso: Sí… pero casi sin darnos cuenta. Maíz Rojo nace bajo la capa de Leviatán, editorial con la que hicimos la reedición de “Hudson a caballo”, uno de los mejores ensayos para mí de Luis Franco. Se abre así todo un proceso con una editorial que ya había publicado a Franco y que ya no existe, “La Pleyade”, que era de una época en la que había una pujanza de editoriales en la Argentina; entonces planteé que lindo sería como homenaje volver a publicar con los mismos colores de aquella edición. Empezamos a hablar con Claudia Schvartz, hija del dueño de la extinta editorial “La Pléyade” y ella propuso a Horacio González para hacer el prólogo, que ya en una colección propia había publicado “La pampa habla” y tiene una profunda admiración por Luis Franco.

-Y aceptó…

-Traverso: Sí, González acogió muy bien la propuesta, e incluso la tomó como oportunidad para releer la poesía pastoril de Franco. Así fue que hizo un prólogo hermoso y se fue dando que pudimos hacer una edición digital a través de la Biblioteca del Senado de Catamarca, que estuvo disponible para la Biblioteca del Maestro, y llegó a mucha gente de todo el país. Después llegamos a imprimir esta nueva edición.

-¿Cómo nace 21 X21?

-Uriarte: La antología nace como idea en mayo de 2020. Quique (Traverso) me va a buscar a casa y me cuenta la idea de juntar textos para una colección de cuentos de autores de Catamarca. buscábamos eso de “si escribe o no escribe. Lo leamos de vuelta. Hagamos un trabajo de búsqueda”.

-Traverso: La idea era que se publicara en algún diario local, por los escritores mismos y para crear un momento que anteceda al libro. Entonces dijimos busquemos textos de la gente que escriba, pero sin concesiones. Un poco la idea de romper con eso de que porque son amigos de amigos y te golpean la puerta se los iba a publicar.

-¿A dónde miraron con la selección?

-Traverso: Quisimos trazar un camino de “mirá lo que está escribiendo esta gente”. Que posiblemente no se publiquen en otras antologías con otra mirada. Pero ésta es la gente que está escribiendo acá. La changada nuestra. Hemos hecho una selección rigurosa, con una vara estética. De gente que escribe bien. Puede ser antojadiza, subjetiva. No es la antología “del cuento catamarqueño”, porque seguro hay mucho más, pero están muchos de los narradores actuales. Desde los más grandes que tienen muchas obras como César Vera Ance, Rodrigo Ovejero o Fernando Franceschi; hasta gente muy joven que se perfilan como buenas plumas en Catamarca.

-¿Y qué descubrieron?

 -Uriarte: A lo largo de todos estos meses, y a medida que crecía nuestro entusiasmo, porque se iban engrosando los textos, y nos empezamos a encontrar con textos buenos de personas desconocidas, o que no sabíamos que escribían, comenzó esta noción de que realmente hay gente con mucho oficio, y que son completamente ignotos. O están tapados aún teniendo libros publicados. Autores que con un agente de prensa, deberían ser conocidos y estudiados en cátedras literarias de cualquier parte del país. Encontramos hasta textos futuristas, de una Catamarca distópica.

-Traverso: Hay una ruptura de esta literatura catamarqueña con la literatura de los 70 u 80, y con mucha literatura que aún pervive. Estos cuentos van en otra nota… en otro registro… más vinculado a lo urbano, o que van de lo urbano a lo rural. Pero de una urbanidad que a su vez es distinta a la de la gran ciudad. Esto es lo que está pintando. De eso queremos dar cuenta.

-¿Cómo fue ése proceso?

-Uriarte: Pasó algo fantástico; llegando enero nos fuimos en bicicleta a Hualfín tres noches. Quique había llevado un cuento de Millhauser (Steven), y leíamos uno de Millhauser, y tres de nuestros autores, y por ahí había cada tanto uno que venía en la misma sintonía de literatura fantástica pero realista.

-Traverso: Fuimos disfrutando los textos, lo que nos permitió hacer una edición con tiempo. Vimos autores, por ejemplo, que hablan de cosas insólitas de la Puna, como Carlos Gallo, que no escapa al realismo mágico.

-¿Qué se viene para Maíz Rojo?

-Traverso: Como Maíz Rojo tenemos la intención de hacer una línea con el NOA, para lo cual también estamos con otro proyecto editorial, que se va a llamar “Libros del chañar”, que va a publicar primeras ediciones. Libros cuidados para autores que se inician.

-¿Qué le falta a Catamarca cómo impulso para escribir?

-Uriarte: En Catamarca no hay agentes prensa, no hay público, no hay mercado, no hay compradores porque no hay vendedores, no hay lectores porque las librerías no tienen libreros. No hay medios que hablen de literatura. Falta mucho…

-Y se perdieron los concursos literarios…

-Traverso: Sí, pero si se quieren hacer concursos, que los jerarquicen. Ante todo creo que deben ser abiertos para escritores de todo el país, dotarlos de un buen jurado, una buena edición, y un buen premio que sea un estímulo para quienes escriben. Ponerlos a nivel, y que no sea para cumplir con una legislación.

La antología “21 X 21 Narrativa catamarqueña hoy”, se va a publicar este mes. Tiene ilustraciones de Almendra Acosta y Candelaria Traverso, dos vanguardistas de la plástica de Catamarca. Los lectores van a poder elegir entre dos tapas diferentes; una sobre uno cuento de César Vera Ance y otra sobre uno de Enrique Traverso. La edición gráfica está a cargo de Alejandra Ferrero.