El Concejo discute un cambio en la ordenanza conocida como "Basura Cero", por la que el municipio incumplió lo se comprometió a lograr hace trece años: haber reducido de manera paulatina el enterramiento de residuos orgánicos o reciclables hasta llegar al 2020 con ese tema resuelto. El fracaso quedó expuesto ayer cuando se ventiló que el 80 por ciento de lo que el sistema de recolección de residuos envía a diario a los rellenos sanitarios es material recuperable, según afirmó la concejala Caren Tepp, del bloque Ciudad Futura/FSP. 

La discusión comenzó entre ediles y funcionarios del Ejecutivo municipal, en tren de reordenar la política de gestión de residuos en torno a esta ordenanza sancionada en 2008, cuando la ciudad generaba 800 toneladas diarias de basura. "Además, hoy se entierran más toneladas de residuos que al momento de aprobarse esta Ordenanza que pretendía reducir estos volúmenes", apuró Tepp ante el secretario de Ambiente, Diego Leone, y la directora del área, María Cecilia Álvarez.

Según Tepp, gobierno tras gobierno se subestimó "la voz y la experiencia de un sector clave: el de los y las recuperadoras urbanas, y las organizaciones ambientalistas". Esta mirada intenta poner en el centro de la escena a quienes trabajan con el flujo diario de residuos urbanos, como actores clave para "evitar el impacto negativo que genera el entierro de una cantidad aún mayor de residuos reciclables". Y en ese sentido Tepp reclamó considerar un proyecto elaborado desde ese mismo colectivo acerca de considerar la recuperación de residuos reciclables como un servicio público.