Bailar en tierra arrasada, como parte del territorio, ser traspasada por sus sonidos y sus imágenes, de manera que se confundan las superficies. Y que todo eso tenga una belleza por la que pase el sentido de una pérdida abismal: la del ecocidio, expresada en incendios, agrotóxicos, todas las formas de matar las vidas. Pieles, relatos de un territorio, es una obra de teatro danza que, por la pandemia, se estrenó en versión audiovisual, y que se puede ver por YouTube previo pago de una entrada. “Desmontan tu cuerpo y el de la tierra. Te amoldan y arrasan./ ¿cuántos pelos arrancados de raíz? ¿Cuantos brotes naciendo del cemento?/ La resistencia más antigua, la imparable vida./¿Quién decide? ¿Quién siembra?”, es uno de los textos de la bailarina y autora, Natalia Benedetto. La propuesta congrega a una constelación de artistas notables: dirige Severo Callaci, la música original es de Martín Reinoso, la fotografía es de Matías Sarlo y la realización audiovisual de Marcos Garfagnoli. 

Natalia, como Martín y Matías, viven en Lucio V. López, donde proponen otra forma de estar en la tierra, lejos del maltrato y la explotación. La obra nació cuando Benedetto se detuvo "abruptamente". "Por unos años no bailé en los escenarios y en ese andar más silencioso, más pausado y más introspectivo, más cercano al territorio, en vínculo con las plantas y el monte, empecé a escribir textos que nacen como una danza", cuenta sobre un material que empezó a tomar forma de obra --justo-- en febrero de 2020, en un retiro con Sergio Mercurio. Cuando volvió, tenía una escena de unos 20 minutos de danza, con sus textos. 

La convocatoria a Sarlo y Reinoso se plasmó en algo nuevo. "Empezamos a hacer un cruce con mi danza y las fotos, salimos a buscar imágenes, videoclips, le doy textos y él sale en busca de imágenes que puedan acompañar ese texto, le muestro una danza y me muestra una imagen y así el diálogo comienza entre lo visual y lo corporal y ahí decidimos invitar a Martín Reinoso, otro músico artista de Lucio V. López que también vienedenunciando cuestiones ambientales, , como cantautor y compositor. Ahí comienza la musicalización, creada exclusivamente para la obra, en la que Martín sale a buscar a buscar sonidos al territorio, graba y sobre eso compone. En ese juego, en esa investigación y en ese diálogo que se venía dando entre los tres, aparece la necesidad de un ojo de afuera, que ordene, que cuente qué es lo que se ve y cómo podemos seguir. En ese punto se suma Severo Callaci", relata Benedetto. 

La escena se compone por un cuerpo atravesado por proyecciones sobre una pantalla, con un paisaje sonoro que dialoga con la imagen y con el cuerpo. Son 35 minutos que convocan a mirar, detenerse, a recuperar --a través de las pantallas, por ahora-- la sensorialidad del contacto con la tierra. 

Para Benedetto, "la obra es la suma de todas estas artes" y al mismo tiempo, "una apuesta de decir que todos podemos volver a vivir a la tierra, que salgamos de las ciudades que nos hacen imposible el cotidiano, que nos alejan del agua, del sol, del cielo, de los ciclos naturales".

Este viernes es la última función, a las 20.30, y las entradas se compran en el teléfono de Evange Jakas, productora de la obra, +54 9341-3152902