Días atrás fue noticia que el secretario de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional de Catamarca, Pablo Magini, prohibiera hablar del libro “Quiero ser alguien en la vida” en los medios universitarios de UNCa, a la extensionista Gabriela Tolosa, quien recopiló la información del equipo y lo redactó.

La obra fue producto de un trabajo colectivo. “El libro que usted tiene en sus manos relata trozos de la vida de niños, niñas, y jóvenes de Catamarca vinculados y vinculadas con el programa U+C”, advierte el prologuista. Conviene aclarar que dicho programa, surgido en 2011, propuso atender un aspecto muy demandante de decisiones políticas institucionales: la inclusión educativa y territorial. Además del trabajo de extensionistas en 16 departamentos del interior y en la periferia más humilde capitalina, provee un sistema de Becas y Ayudas Económicas con el fin de contribuir a la disminución de las desigualdades.

¿Qué cuestiones llevaron a un funcionario de la Casa de Altos Estudios a censurar un trabajo nacido de sus propias entrañas?

Consideremos, para ensayar una posible respuesta, una breve cita extraída del libro sacada de los dichos de un extensionista: “Hay una situación particular que es recurrente, un pedido realizado por un chico de sexto año de la escuela Punta del Balasto-Santa María que solicitaba ayuda en cuanto a alcanzar un buen nivel académico en el secundario para acceder a la Universidad (…) Este pedido se reitera en la mayor parte del mapa provincial (…), situación que se plantea desde el programa y que necesita de una urgente respuesta por parte de las autoridades de la provincia y de la Universidad de Catamarca. Se habla mucho del tema pero, a pesar de diez años, es difícil aún establecer ese vínculo que sería de provecho para todos nuestros estudiantes”.

Denuncias como esta, entre tantas, además de comunicarles a las autoridades que se habla mucho y se hace poco, permite desprender una clara crítica a la idea de igualdad de partida, para evaluar la meritocracia (los ciudadanos son reconocidos y consiguen su bienestar a través de sus méritos). Deja vislumbrar también, que las instituciones educativas, con sus estructuras reales puestas en juego, favorecen a unos en desmedro de otros. A su vez, se podría inferir que la estructura educacional vigente obstaculiza a los hijos de los trabajadores beneficiarse de uno de los principales factores que permiten la movilidad social ascendente: alcanzar el nivel de educación superior. Antiguamente, "m'hijo el dotor".

Por su parte, Gabriela Tolosa en la introducción afirma que una de las actividades sustantivas en la UNCa es la de extensión, a la par de la docencia e investigación. Reflexiona que la existencia de distintos enfoques y posturas ideológicas acerca de la Universidad da lugar a que el concepto de Universidad sea redefinido permanentemente por su interacción histórica, generacional. Recuerda que se trata de una experiencia organizada para el involucramiento participativo y transformador sobre las condiciones materiales y subjetivas que deciden el campo de la acción. 

Para Gabriela, la apuesta mayor en la tarea de desarrollar la extensión crítica se apoya en “una base educativa fuertemente Freireana que reivindica las metodologías de investigación educativa”. Es una corriente que apunta a fortalecer y profundizar un trabajo político desde una extensión cuya perspectiva de pensamiento se define, crítico, anticapitalista, decolonial y antipatriarcal con una nueva generación de autores que impulsan la renovación teórica y metodológica de los marcos conceptuales clásicos del vínculo Universidad/Sociedad”.

Buscando posibles respuestas a la interrogación que hicimos, consignaremos que, el Centro de Estudios de Comunicación RIMASAY expresó que Magini censuró a su compañera por disentir ideológicamente.

En cuanto a la aclaración a la comunidad del ex secretario de Extensión de la UNCa, no pudimos acceder hasta el momento de escribir el artículo. Lo que sí sabemos es que renunció y que su dimisión fue aceptada.

La demanda social

Puesto que la unidad mínima de análisis de la demanda social es su posibilidad de articulación a través de una síntesis discursiva, habría que revisar que lo expresado y difundido mediáticamente no funcione como un nuevo tapón de sentido a la demandas del libro.

Docentes, no docentes, investigadores, trabajadores, estudiantes, etcétera, demandaron que se tomasen medidas para que la censura no se repita ya que esto es una práctica no democrática.

Voces políticas bregaron por una educación al servicio de la pluralidad de ideas y del sistema democrático.

La autora y los extensionistas demandaron falencias estructurales de la Educación Superior, que en lo real, desfavorecen a los sectores más humildes especialmente a los del interior de Catamarca.

Sería importante que el discurso sobre la censura en democracia (muy importante) no taponara el debate sobre las desigualdades en el acceso a la Educación Superior. Por lo menos que compartiera el papel central en la polémica social sobre este acontecimiento.

Dos autores

Para Antonio Gramsci, el Estado es una estructura política-económica recubierta por una red de sentido. Básicamente, quien quiera mantenerse en el poder deberá hacerlo con el consenso de los dominados. No alcanza con la fuerza. El sostén y ordenamiento de la estructura política-económica requiere del trabajo de los intelectuales que defienden los valores tradicionales a favor del status quo a través de sus discursos y producciones. No son neutrales. Tampoco objetivos.

Según Slavoj ZiZek, el discurso de la Universidad es enunciado desde el punto de vista del saber “neutro”. Lo que se oculta debajo del discurso de la Universidad es el poder, vale decir, el significante Amo: la mentira constitutiva es que tiene una dimensión preformativa en la opinión de la gente, al servicio de cierto poder, pero que se presenta con la apariencia de neutral. Un ejemplo trivial de esto, citado por el autor en el ensayo “El Homo Sacer como objeto de estudio de la Universidad”, son las medidas draconianas presupuestarias dadas por los expertos de mercado (reducción del gasto social, etcétera) presentadas como neutras, sin raigambre ideológicas, ocultan la serie de relaciones de poder que las sostienen.

¿El que piensa distinto es aceptable en la medida de que su discurso no moleste? ¿Qué puntos de vista son permitidos en democracia desde la Universidad? ¿Qué propuestas surgirán para reparar las desigualdades estructurales que posibiliten obtención de títulos de nivel superior a los sectores más humildes? ¿Qué respuestas? ¿Alcanzará con los programas de ayudas, becas, encuentros y asesoramientos?

Psicólogo*