La condena a dos años “en suspenso” que se le aplicó a Luis Chocobar, el policía defendido como “héroe” por el ex presidente Mauricio Macri y su ministra de Seguridad Patricia Bullrich, lejos de acallarla, reavivó la polémica sobre la “doctrina” del “gatillo fácil” encarnada en un caso emblemático. Mientras la querella estimó que la condena, sin prisión efectiva, fue “demasiado leve dada la gravedad” del homicidio por la espalda de Juan Pablo Kukoc, la defensa del policía sostuvo que los jueces del Tribunal Oral de Menores 2 “se equivocaron” al condenar a su representado.

Belén, hermana de Kukoc, dijo que a la familia del joven le parece “muy injusto” el fallo “porque por haber matado a mi hermano le dieron tan solo dos años y al chico que tuvo un ‘intento de homicidio’ le dieron nueve años”. Belén Kukoc se refirió a la sentencia recibida por el joven, que era menor de edad en diciembre de 2017, por el robo y el ataque al turista estadounidense Frank Wolek. Ese episodio fue el que dio lugar a la persecución de Kukoc --que había participado en el hecho--, por parte de Chocobar, quien le disparó al menos siete veces, aunque Kukoc no representaba un riesgo para su vida ni para nadie.

Agustina Lloret, del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) opinó que el fallo condenatorio "es malo, porque incluso está por debajo del pedido de la Fiscalía (tres años en suspenso), que ya era muy leve y ahí está el problema, en el encuadre que se les da a estos hechos” de violencia institucional. Por su parte, María del Carmen Verdú, de la Coordinadora contra la Represión Policíal e Institucional (CORREPI), sostuvo que fue “un fallo fácil para el gatillo fácil” y comparó el monto de las penas “al menor que hirió al turista con un cuchillo de cocina y al policía que disparó varias veces” por la espalda a un joven que escapaba (ver aparte).

Sobre el fallo también opinó Charly Pisoni, de la agrupación HIJOS de la Capital Federal. En su cuenta de Twitter, señaló que “a Chocobar, asesino de una persona dos años y a Milagro Sala, autora intelectual de arrojar huevos tres años y medio de prisión efectiva” y no “en suspenso”. Roxana Cainzos y Carolina Vila, madres de víctimas de la violencia policial, repudiaron “la insuficiente condena” contra el policía y “el apoyo político” que recibió Chocobar de parte de la hoy presidenta del PRO, Patricia Bullrich.

Pablo Rovatti, uno de los abogados querellantes, le dijo a Página/12 que los dos años “en suspenso” y los cinco años de inhabilitación para ser funcionario policial aplicados a Chocobar fueron por “homicidio agravado por su comisión con un arma de fuego, cometido con exceso en el cumplimiento del deber”.

El abogado dijo que “lo más importante es que el tribunal dictó una condena. Esto quiere decir que los jueces consideraron que lo que hizo Chocobar es un crimen, que ningún policía puede hacer lo que hizo Chocobar, que eso está prohibido y es delictivo”. Rovatti es integrante del Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico de Víctimas de Delitos de la Defensoría General de la Nación.

El querellante dijo que para la familia de Kukoc es un alivio, al menos, que Chocobar no “pueda seguir usando un arma”. Ivone, la mamá de Kukoc, vive ahora en Salta, porque tuvo dejar su casa en el barrio de Avellaneda, por el acoso policial que recibían tanto ella personalmente como sus hijos.

Rovatti señaló que la condena es “un mensaje importante para la sociedad” porque lo que se está diciendo es que “un funcionario policial abusó de su función y privó arbitrariamente de la vida a una persona”. Agregó que, más allá de ese aspecto importante “no estamos totalmente conformes con el fallo”. La querella había pedido la prisión perpetua para el policía por entender que lo que hizo fue “una ejecución extrajudicial”.

Rovatti señaló que recién conocerán los argumentos del fallo la semana próxima, pero de todos modos afirmó que “la condena es demasiado leve para la enorme gravedad de la conducta que se probó en el juicio” y por eso adelantó: “Vamos a recurrir en Casación por la calificación jurídica y la pena que corresponde imponerle”. Insistió, de todos modos, en que “hay in primer paso dado, Chocobar es culpable”.

Luego de escuchar el fallo, en los tribunales de Comodoro Py, el policía Luis Chocobar se manifestó “muy agradecido a la sociedad en general”, porque dice que se sintió “apoyado por mucha gente”. Fernando Soto, uno de sus defensores, aseguró que los jueces “se han equivocado” porque “fallaron en contra de las pruebas de la causa”. Anticipó que también apelará un fallo al que considera “algo negativo”. Soto, que había pedido la absolución de su representado, afirmó que la sentencia “sorprende porque todas las pruebas claramente indican, sin lugar a dudas, que obró cumpliendo la ley, que obró de acuerdo a los reglamentos, que obró cumpliendo su deber”. Estimó que, como están dadas las cosas, “seguramente la causa llegará a la Corte Suprema” de Justicia.

Antes de la lectura del veredicto, el policía Luis Chocobar se hizo presente en los tribunales, para decir sus “últimas palabras” antes de escuchar la sentencia: “Gracias señores jueces por darme esta oportunidad. Quería decirles que yo cumplí con la ley. Cumplí con mi deber. Le pido a Dios que los ilumine para que tomen la mejor decisión”. Cuando salió de los tribunales, Chocobar se mantuvo sereno y en ningún momento hizo algún reproche a los miembros del Tribunal.