La incógnita en torno a quién encabezará la lista de candidatos de Juntos por el Cambio en la provincia de Buenos Aires se cruza con una certeza: el anhelo presidencial que comparten Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal y Patricia Bullrich. Las aspiraciones que ninguno esconde de cara a 2023, condicionan el armado en el espinoso territorio bonaerense y también los movimientos en la afable Ciudad. Los distintos sectores de la alianza opositora señalaron a este diario, por lo menos, tres llaves para destrabar la encerrona: una salomónica postulación de la ex gobernadora en la Provincia, un acuerdo interjurisdiccional entre larretismo y macrismo o, en última instancia, apostar a que terceros diriman sus chances en las Primarias. “Los candidatos son lo que la gente elige y, si no hay acuerdo, existen las PASO para resolverlo”, resumió Vidal a IP la semana pasada, abriendo el juego con una carta que en realidad no quiere jugar.
En el radar electoral cambiemita se localiza, por un lado, al tándem que componen Diego Santilli y Elisa Carrió y, por el otro, al presidente del PRO bonaerense, Jorge Macri. Sobre el margen, también aparece Emilio Monzó, quien ya anticipó su candidatura. Tanto el ex presidente como el jefe de Gobierno porteño, cada uno con sus respectivos intereses, coinciden en que Vidal debería ser el nombre principal de la boleta que lleve Juntos por el Cambio al distrito administrado por Axel Kicillof. No obstante, para la ex gobernadora su ciclo en Provincia está terminado. “Siento que es una etapa que se cumplió”, expresó hace poco. Desde su entorno aseguran que, más allá del argumento del ciclo cumplido, “tiene miedo de perder de nuevo” y que dos derrotas consecutivas la dejarían fuera de carrera en el futuro. Su repentina postulación a presidenta fue la respuesta ante las reiteradas presiones para que se inmole en suelo bonaerense. “Todos pueden opinar, pero la decisión la voy a tomar yo”, recalcó. Su foco está puesto en la Ciudad de Buenos Aires, un trampolín que le permitiría llegar con mayor impulso a 2023, ya sea para competir por el sillón de Rivadavia o para pelear por la jefatura porteña.
¿Podrán Macri y Larreta convencerla de revertir su postura? “En este momento parece difícil, aunque nunca hay que descartar nada”, indicaron en el vidalismo y anticiparon que lo definirá sobre la hora. Otra posibilidad no menor que baraja la ex gobernadora, sería no participar y mirar desde afuera una elección que, hasta el momento, no capta la atención del gran público, que tiene sus expectativas puestas en el plan de vacunación y en regresar a la “antigua normalidad”, y no en pulseadas partidarias.
¿Y si no es Vidal? El “colorado” Santilli es el hombre que Rodríguez Larreta quiere para la Provincia. Al vicejefe de Gobierno porteño desde hace tiempo se lo postula para cruzar la General Paz y es una alternativa concreta. En los últimos meses, su sociedad con Elisa Carrió cobró mayor volumen y una opción que se evalúa es que ocupen los primeros dos puestos de la boleta a Diputados. El vínculo tomó notoriedad cuando Santilli aceptó formar parte del Instituto Hannah Arendt, que dirige la ex diputada, y llevar adelante un curso online de tres clases, “La transformación de las políticas de seguridad de la Ciudad”, al módico precio de 2 mil pesos. Por el mismo monto, a fines de junio, Carrió y Vidal brindarán otro taller denominado "Formación teórica y práctica de la acción política". Entre clases virtuales y almuerzos en el campo de la fundadora de la Coalición Cívica en Exaltación de la Cruz, el tridente Larreta-Vidal-Carrió se prepara en pretemporada para salir a competir al campo electoral.
En el otro extremo del escenario, el intendente de Vicente López, Jorge Macri, quiere ser una alternativa en las próximas legislativas. Reticente al desembarco de más porteños en el suelo bonaerense, el titular del PRO local estuvo reunido esta semana con Rodríguez Larreta en el barrio de Palermo, donde compartieron en la vereda sus miradas sobre la estrategia electoral. El jefe comunal ya dejó en claro que su preferencia es Vidal en Provincia y Bullrich en Ciudad, pero en caso de que el lugar quede vacante aspira a jugar como cabeza de lista y posicionarse para la gobernación.
“Si María Eugenia prefiere estar en Ciudad y Jorge quiere ser candidato, es posible que haya PASO”, replicaron fuentes del larretismo, más como una amenaza que una verdadera predicción. Lo cierto es que Santilli, expectante de la decisión de Vidal, aún no dio pistas acerca de un armado propio y, en su entorno, admitieron que “no lo entusiasma demasiado” ir a unas Primarias. Que la palabra final la tengan las urnas es la carta que Rodríguez Larreta y Vidal ponen sobre la mesa para sentarse a negociar con el macrismo un futuro acuerdo. Ni Vidal quiere exponerse a tener que esquivar las granadas de Bullrich, ni Santilli a pelear territorio con intendentes del conurbano. Sin embargo, si no hay acuerdo, la herramienta está disponible.
El sector que lidera Emilio Monzó no anda con vueltas. Sostiene que el mejor mecanismo para dirimir la interna son las PASO y que el ex presidente de la Cámara de Diputados tiene decidido encabezar una boleta. “A nosotros no nos interesa una lista de unidad, no buscamos cargos. El único arreglo posible sería que Emilio vaya primero y eso no va a ocurrir”, confiesan. La intención de Monzó es montar, junto al ex diputado Nicolás Massot y al radical Gustavo Posse, una plataforma de campaña para construir un espacio propio con mayor visibilidad.
A menos de dos meses del cierre de las candidaturas, todavía restan varios capítulos de disputa entre las dos alas del principal bloque opositor. "Duros" y "blandos", "dialoguistas" e "intransigentes", adelantan la discusión por el liderazgo del espacio que tendrá una resolución recién dentro de dos años. El esquema "Vidal en Ciudad y Santilli en Provincia" sería una entrega de mando anticipada a Rodríguez Larreta, un escenario que hoy no está en los planes de Macri. En principio, todos esperan la definición de la ex gobernadora. La mayoría de los dirigentes asume que las charlas entre los máximos referentes de la alianza podrán ordenar las piezas en el tablero. Caso contrario, contaremos con un adelanto de lo que pueden llegar a ser las PASO de 2023.