Para la fotorreportera Eva Cabrera, “toda fotografía es política”. Pero también, “todo lo que piensa y hace una persona”. Y esas premisas, que la atravesaron toda su vida, son las que hoy se traducen en un hecho esencialmente político: Cabrera será la primera mujer en dirigir la Asociación de Reporteros Gráficos de Argentina (Argra) en los 80 años de vida de esa organización.

“Llegar hasta acá es producto de una construcción colectiva. No estoy sola en esa lista, hay compañeras y compañeros de Tucumán, Rosario, Mendoza, Córdoba, la Patagonia”, detalla la nueva presidenta de Argra. La nueva conducción asumirá este 1 de junio, y la vicepresidencia la ocupará Sebastián Vricella, la secretaría Lucía Merle y el tesorero será Nicolás Borojovich.

Hoy Cabrera tiene 56 años, y el oficio de fotorreportera, al que define como una “búsqueda” que comenzó en 1993 en el diario Hoy de La Plata, donde trabajó 14 años. En 2008 fue reportera gráfica y editora del diario Diagonales hasta 2014. También trabajó en la Facultad de Periodismo de La Plata, y desde el 2017se desarrolla profesionalmente en Télam. En cuanto a su recorrido por Argra, cuenta que desde hace algunos años viene trabajando dentro de la comisión directiva de la asociación, de manera absolutamente ad-honorem: “Primero fui secretaria, después vicepresidenta y hoy en día fui elegida para asumir como presidenta. Para mí, la asociación es trabajar para otros y defender nuestra profesión”. Y agrega: “Haber llegado hasta acá es resultado del trabajo que nos venimos dando desde hace años y fundamentalmente, significa tener el respaldo de las compañeras, les compañeres y los compañeros”.

Parte de esa labor implicó su participación en la creación de una comisión de género en Argra a mediados de 2019. Ese año, detalla Cabrera, tomaron la decisión como colectivo de “empezar a construir una política de género transversal a toda la asociación”. Esto supuso un trabajo de interiorización acerca de las problemáticas que atravesaban a distintas provincias de todo el país. A partir de entonces, se propusieron llevar a cabo capacitaciones para todas y todos.

“Me parece que la única forma de cambiar y avanzar es trabajando junto con otres, porque siempre lo colectivo está por sobre lo individual. Y a mí ese es el laburo que me interesa hacer”, sintetiza la fotoperiodista sobre lo que propone.

--¿Qué objetivos tienen como nueva gestión y qué balance hacés de la anterior?

--El balance que hago es muy positivo porque fuimos construyendo un montón. Me parece que en este tiempo los objetivos son paso a paso porque estamos ante una situación excepcional que es la pandemia y no sabemos qué va a pasar. Tenemos hitos importantes que hay que seguir sosteniendo, como la Muestra Anual que hay que editarla. El hecho de que ahora todo sea online nos facilita un montón las cosas, pero nos falta la inauguración, el abrazo con las y los compañeros. Por otro lado, la virtualidad nos ha servido para la escuela, los distintos talleres y tener alumnos y alumnas de todo el mundo. Pero es muy difícil planificar a largo plazo. Es paso a paso.

--¿De qué maneraconsiderás que la pandemia atravesó el oficio?

--El oficio lo atravesó de una manera bastante compleja. La pandemia generó que un montón de compañeros y compañeras se quedaran sin laburo porque no los llamaban para trabajar. Así que, si nuestro gremio venía golpeado, la pandemia lo profundizó. Está muy difícil en general. No estamos exentos a lo que les sucede a los trabajadores de prensa.

--¿Por qué crees que a lo largo de los años ninguna mujer había presidido la asociación? ¿Qué procesos crees que incidieron para que esto suceda hoy?

--Creo que por un lado tiene que ver con que siempre las empresas prefieren dar prioridad a los varones, y en nuestra asociación son mayoría, mientras que las mujeres y las identidades LGBTQIA+ somos minoría; y por otro, con la construcción que nos dimos como colectivo, de sumar compañeras, de conocerlas y hablar de nuestras problemáticas. Yo encabezo la lista, pero hay muchas más compañeras que hoy forman parte y que hace diez años hubiera sido impensado. A eso se suma que hubo una decisión de poner el cuerpo y la cabeza para visibilizarnos dentro del colectivo de Argra.

--¿Pensás que con tu nombramiento se abren nuevas posibilidades a otras mujeres dentro de la asociación?

--Yo creo que sí. Es un recorrido que se hace muy de a poco, pero me parece que hay un avance y vamos abriendo camino.