En Barranquilla, la Selección Argentina igualó 2-2 con su par de Colombia, en el cierre de su participación en la doble fecha de las Eliminatorias Sudamericanas. Cristian Romero y Leandro Paredes, en la primera etapa, pusieron en ventaja al conjunto nacional; en el complemento, los ingresados Luis Muriel, de penal, y Miguel Borja, en la agonía, empató para los de Reinaldo Rueda. Emiliano Martínez debió retirarse lesionado y en ambulancia, por lo que Agustín Marchesín tomó su lugar. Con este resultado, el equipo de Lionel Scaloni alcanzó las 12 unidades y se mantiene como único escolta del puntero Brasil.

A los dos minutos, un tiro libre ejecutado por De Paul al corazón del área cafetera encontró la cabeza de Cristian Romero, que le ganó a Jerry Mina y logró la apertura.

El anfitrión no se despertaba y Acuña casi anota el segundo, que poco después, a los 7 minutos, finalmente anotaría Paredes en una jugada sucia en la que el volante sacó provecho en medio de un mar de casacas amarillas, para someter como un 9 al arquero Ospina. 

El equipo de Rueda recién llegó con peligro luego de un corner que cabeceó Tesillo a las manos de un seguro Martínez. Argentina seguía mejor parado en el campo a partir de las incursiones por izquierda de Acuña, que atacaba mejor de lo que defendía. En una de ellas, Lo Celso, quien debía cubrir las espaldas del ex Racing, perdió la pelota ante el veloz Cuadrado, cuyo contraataque pudo ser despejado por Romero.

Enseguida, Lo Celso se redimió y metió un formidable pase a Lautaro Martínez para que el delantero de Inter le queme las manos a Ospina; el rebote lo tomó Nico González, pero su zurdazo salió rozando el poste.

Pasada la media hora, Mina cargó contra la humanidad de Dibu Martínez, quien quedó tendido y varios minutos después, tras la atención del cuerpo médico argentino, debió abandonar el campo con cuello ortopédico para ser reemplazado por Marchesín.

Lionel Messi tuvo una sola chance franca en la primera etapa con un tiro libre que pudo ser conjurado por Ospina. Tendría algunas más a lo largo del juego. Y antes de que el conjunto de Scaloni se fuera al descanso dos goles arriba, tanto el ingresado Muriel como Zapata pudieron descontar, pero les faltó puntería.

De vuelta de los vestuarios, dos ingresados en el seleccionado local encendieron la alarma al minuto de juego: tiro libre de Cardona y el cabezazo de Borja que salió cerca del ángulo, acaso como aviso de lo que vendría después. Dos minutos después, sin necesidad, Otamendi le cruzó feo el brazo a Uribe dentro del área. Tobar pitó penal y Muriel descontó para los colombianos.

Scaloni cambió el dibujo táctico con los ingresos de Pezzella y Foyth en lugar de Romero y González, que no gravitó demasiado en el juego. En eso, Ospina volvió a sacar otro tiro libre de la Pulga, quien al rato le dio una habilitación formidable a Lautaro que como venía remató al cuerpo del arquero.

En la réplica y tras un error de De Paul, el afilado Muriel casi lo empata. Cansado y todo, Messi se la sirvió a Lautaro y Sánchez le ahogó el grito. No era la noche del Toro. Tampoco la de Argentina. El partido se hizo de ida y vuelta y, pese a la mentada línea de cinco, Colombia llegaba un poco más al área rival que en la primera etapa. 

Y en la última bola, acaso sin merecerlo, Borja venció la floja resistencia de Marchesín y le ahogó el triunfo a la Argentina, que sumó así su segundo empate consecutivo en Eliminatorias. Colombia celebró el empate como una victoria. Y a la Selección le quedó un evidente regusto amargo.