Desde este viernes al 4 de julio, Rusia no será solamente noticia por la eficacia de la Sputnik V contra el Coronavirus sino también por su cine: durante tres semanas, ocho reconocidas películas del cine ruso estarán disponibles en forma gratuita en la plataforma digital Qubit. Grandes y chicos podrán disfrutar películas de ficción rusas contemporáneas y una serie de animación. De manera online, se realizará la primera edición del Russian Film Festival en Argentina, Chile y Uruguay. El festival del país gobernado por Vladimir Putin está organizado por Roskino y el Ministerio de Cultura de la Federación Rusa, con el apoyo de la Agencia Federal para los Asuntos de Colaboración con la Comunidad de Estados Independientes, Compatriotas en el Extranjero y Cooperación Humanitaria Internacional (Rossotrudnichestvo).

"Rusia y América Latina tienen una larga historia de cooperación en las áreas de educación, cultura y arte. Continuamos esta cooperación en nuestra esfera: el cine”, señala Evgeniya Markova, CEO de Roskino. “El año pasado, dos de los cuatro países donde se realizaron festivales eran países de América latina. Más de 120 mil personas disfrutaron del Russian Film Festival. Fue muy gratificante saber que los proyectos rusos se hicieron populares entre los espectadores latinoamericanos a pesar de la distancia geográfica. El puntaje que recibieron nuestras películas en las plataformas online que transmitieron el festival promediaba entre 8 y 10 puntos sobre 10. Esto demuestra que existe una similitud entre nuestras culturas, entre nuestra mentalidad y que compartimos puntos de vista ante diferentes escenarios de vida. Estamos muy contentos con los resultados de nuestro proyecto piloto y planeamos llevar nuestro festival a nuevos países", anticipa Markova.

El programa del festival es variado y está dirigido a un público amplio. Uno de los largometrajes de ficción es El francés, un drama histórico en blanco y negro sobre la vida clandestina en la URSS durante el período del deshielo de Nikita Jrushchov. En 1957, el estudiante francés Pierre Duran viajó a Moscú a estudiar un posgrado en la Universidad Estatal de Moscú. Allí conoció a la bailarina Kira Galkina y al fotógrafo Valeri Uspenskii. Gracias a esas amistades Pierre tuvo la oportunidad de sumergirse en la vida cultural de Moscú, en la oficial y la clandestina. Durante un año en Moscú, Pierre vivió toda una vida, completamente distinta a lo que él conocía. Pero el posgrado y el conocimiento de las distintas facetas de la vida de la gente soviética, no son el único objetivo de Pierre. Él anda en busca de su padre, el oficial zarista Tatishev, quien fue arrestado en los años 30.

"Lo más importante para mí era contar la historia de la generación de los hombres de los ‘60, a la que pertenezco. Hay hombres de los ‘60 más grandes (Evtushenko, Voznesenskiy), que tienen siete u ocho años más que mis compañeros. Yo estoy dentro de los hombres más jóvenes de los ‘60. Y recuerdo perfectamente ese momento de mayor libertad, ese suspiro de alivio tras la vigésima convención del partido y tras el festival de la juventud en Moscú", señala Andrei Smirnov, director del film.

La doctora Liza es una película biográfica en homenaje a Elizaveta Glinka, una de las principales activistas rusas de los derechos humanos. Oksana Karas, directora del film señala que su película “es una historia positiva sobre la vida en la que no queríamos hablar de la muerte de la heroína principal”. “Era importante para nosotros hacer una película viva, en la que Elizaveta Petrovna parece seguir viviendo con nosotros. No se trataba de hacerle un monumento. La magnitud de su personalidad es tal que su energía sigue con nosotros incluso después de su muerte. Ha hecho tantas cosas buenas para otras personas, pero no para ella misma. Pocas personas son capaces de hacer algo así”, completa Karas. Viento del norte, en tanto, es un cuento de hadas de fantasía, de Renata Litvinova, en el que los personajes de la película celebran Año Nuevo continuamente.

El cazador de ballenas

Además, se presentarán dos estrenos. Uno de ellos es El cazador de ballenas, sobre el amor no correspondido entre un adolescente chukchi y una modelo webcam estadounidense (Mejor Película de la sección Le Giornate degli Autori del Festival Internacional de Cine de Venecia en 2020). “La idea de esta película se me ocurrió durante un viaje al extremo norte de Rusia”, explica el director Philipp Yurvey. “Visitamos un pequeño pueblo de pescadores cuyas mujeres jóvenes se habían ido recientemente para pasar el verano estudiando en la gran ciudad. La partida de las chicas fue una verdadera tragedia para los chicos locales, que se quedaron para pasar tres largos meses solos. Rodeados por la interminable tundra, los jóvenes estaban completamente aislados de las mujeres; no era como si las chicas de la aldea vecina pudieran venir de visita y encima la conexión a Internet era deficiente. El único lugar donde los chicos podían mirar a las chicas era en una charla erótica por webcam que seguía congelada”, completa el cineasta. Fue entonces cuando escribió la primera versión de esta historia. “Decidí trasladar el escenario a Chukotka, un pequeño pueblo habitado por cazadores de ballenas. El protagonista, Leshka, experimenta los típicos problemas de la adolescencia como la soledad, el anhelo de encontrar el amor y la incomprensión de sus amigos. Son precisamente estas experiencias las que hacen que la historia sea universal y se pueda relacionar con el público más allá de la ubicación remota donde se desarrolla la historia y las culturas y costumbres poco conocidas del extremo norte ruso”, agrega el realizador.

El otro estreno es El hombre de Podolsk, de Semyon Serzin, adaptación cinematográfica de una famosa obra de teatro de drama absurdo. "No hay gente buena o mala en El hombre de Podolsk. Esta historia no pone todo en su lugar, haciendo que la policía sea mala y el hombrecito de Podolsk bueno. No. Todo es más complicado. El problema está oculto mucho más profundo, en lo humano. En cada persona que tiene miedo de asumir la responsabilidad de sí mismo o por algo, lo han hecho. Culpamos a cualquiera por nuestros problemas -mamá, papá, el Estado, la naturaleza-, pero no queremos tratar con nosotros mismos. Aquí está la raíz del mal: todo comienza con una persona específica, con su conciencia, moralidad y responsabilidad”, explica el director Semyon Serzin.

También formará parte del programa del festival Al filo, un nuevo drama de acción deportiva, basado en hechos reales, sobre la rivalidad y la amistad entre esgrimistas del equipo olímpico ruso; y ¡Más adentro!, una nueva comedia de Mijaíl Segal. En la sección de animación, estará incluida la primera temporada de la popular serie de animación Kid-E-Cats para que los más chicos puedan también ser parte del festival.

Las películas están subtituladas, mientras que la serie de animación fue doblada por profesionales al español. Tanto los usuarios de Qubit, como todos aquellos que quieran disfrutar del Russian Film Festival, contarán con acceso gratuito a la programación del mismo, en la plataforma, durante el festival. Más información aquí: https://rff.online/spanish